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5. En un tazón grande, bate las claras de huevo a alta velocidad hasta que se formen picos semifirmes. Agrega las yemas de huevo y bate hasta que se hayan incorporado. Espolvorea la
cucharada de harina restante y bate hasta que se incorpore. No bates en exceso. 6. Prepara un chile a la vez; sostén el chile por el tallo, sumérgelo en la mezcla de huevo, cubriendo
todo el chile excepto el tallo y colócalo en el aceite caliente. See more Salud y bienestar offers > 7. Con una cuchara de metal, vierte suavemente el aceite sobre el chile mientras
se cocina. Cocina durante aproximadamente 3 minutos, hasta que el huevo tenga un tono dorado claro en la parte superior. Retira el chile del aceite con una espumadera y colócalo en un plato
forrado en papel toalla. Continúa hasta freír todos los chiles. 8. Calienta 1 cucharada del aceite de freír en una sartén grande o en una olla poco profunda, a fuego medio. Agrega la
cebolla y saltea durante 1 minuto, o hasta que empiece a ablandarse. Luego, agrega el ajo y cocina hasta que esté aromático y ligeramente dorado, 1 o 2 minutos más. Agrega los tomates
picados y cocina por otros 2 minutos, hasta que comiencen a ablandarse. Agrega los tomates en puré, deja hervir durante 2 minutos, luego agrega el caldo y sazona con sal y pimienta. 9.
Deja hervir, luego baja el fuego y continúa cocinando durante 10 minutos. Se desea obtener un caldo claro en vez de una consistencia de salsa de tomate. Agrega más caldo o agua al
final de los 10 minutos si es necesario. 10. Coloca con cuidado los chiles en el caldo (deben estar tres cuartas partes cubiertos por el caldo), vuelve a hervir a fuego lento; tapa y
cocina a fuego lento durante 7 minutos. Apaga el fuego. 11. Deja reposar los chiles durante 5 minutos, y sirve. _Para mantener este plato vegetariano, usa caldo de vegetales en lugar de
caldo de pollo._