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¿Le anima Lou el espíritu a Will? Oh, sí. ¿Se enamoran Lou y Will? El avance de la película lo revela. ¿Lo hará ella cambiar de idea sobre su cita con la muerte en seis meses? Esa es la
pregunta que impulsa la segunda mitad del filme, orquestada hábilmente por la directora primeriza Thea Sharrock. Emilia Clarke y Sam Claflin en 'Me Before You'. Cortesía de Alex
Bailey/Warner Bros. Como es de esperar, los dos se divierten en una serie de aventuras posibles solo en el cine, donde los muy ricos se alivian sus heridas gastando muchísimo dinero.
(Ejemplo ilustrativo: ¿qué haces cuando tu silla de ruedas motorizada no cabe en la cabina de primera clase de una aerolínea comercial? Pues, utilizas el avión privado de la familia para
volar al Caribe, por supuesto). Pero la directora Sharrock se aprovecha sutilmente de los momentos más tranquilos del filme: en una escena especialmente conmovedora, durante la boda de la
exnovia de Will, la pareja baila con Lou sentada en el regazo de Will. Vemos los dos rostros en un primer plano extremo de 20 pies de altura, sus miradas en busca de verdades no habladas. En
un verano de peleas entre robots generadas por computadoras y caos apocalípticos, es un momento que confirma lo que los amantes verdaderos del cine siempre han sabido: que no se puede
comparar ningún efecto especial con el rostro humano. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > Clarke, con su espíritu
radiante, y Claflin, con su sonrisa encantadora, parecen estar genéticamente diseñados para gozar de largas carreras como una pareja cinematográfica recurrente. (Todavía no he descifrado,
sin embargo, cómo logra Clarke que sus cejas bailen por su frente de esa manera). Dance y McTeer son conmovedores como los padres afligidos de Will: McTeer, especialmente, se ve agotada y
permanentemente angustiada como una madre torturada por la posibilidad de perder a su hijo. Y es verdaderamente agradable ver a Brendan Coyle —el muy sufrido criado Sr. Bates de _Downton
Abbey— _como un personaje de nuestra época en el papel del padre de clase trabajadora, cariñoso pero pragmático, de Lou. A medida que la trama se desarrolla hacia su conclusión inevitable,
los llorones del público berrearán como niños. Sus compañeros atentos les darán palmaditas en la espalda, acumulando puntos en su relación por su sensibilidad. Es un ritual tan antiguo como
el propio cine, y_ Me Before You_ emociona al público tan bien como cualquier gran filme. Correré el riesgo con la Comisión de Bolsa y Valores. Cuéntame, ¿cuál es el símbolo de teletipo de
Kimberly-Clark? _Bill Newcott es escritor, redactor y crítico cinematográfico para AARP Media._