Consejos para interesados en la apicultura

Consejos para interesados en la apicultura

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4. NECESITAS EQUIPO Y ALGUNAS HERRAMIENTAS Verás muchos videos de apicultores que vierten tranquilamente puñados de abejas en una colmena sin usar velo o guantes, o que levantan la tapa de


la colmena cuando no llevan ninguna protección. Solo están alardeando. Yo traté de espiar en mi colmena sin guantes e instantáneamente fui perseguido por el jardín por las abejas guardianas,


los “gorilas” del mundo de las abejas. Necesitarás una careta o velo para cubrirte la cara, porque las abejas tienden a atacar áreas con mucho dióxido de carbono, como, por ejemplo, tu


nariz. Usa guantes protectores y mangas largas cuando abras tus colmenas (las abejas pueden picar a través de la tela). Un ahumador también es esencial: el humo calma a las abejas y evita


que te persigan por el jardín cuando abres la colmena. 5. DEBES INSPECCIONAR LA COLMENA PERIÓDICAMENTE La abeja reina es la preocupación principal de la colmena, y también debería ser la


tuya. Si bien las abejas criarán una nueva reina si la vieja muere, una colmena sin la “reina apropiada” será más agresiva y podría debilitarse al punto de no sobrevivir el invierno. No


necesitas inspeccionar la colmena con frecuencia (una o dos veces al mes cuando hay buen tiempo es suficiente), y nunca lo hagas cuando la temperatura está por debajo de 40 °F. La reina es


difícil de identificar; es más grande que la abeja común, pero también lo son los zánganos, los machos generalmente indolentes de la colonia. (Todas las otras abejas son hembras). No


obstante, puedes observar los huevos que pone y las larvas que crían las abejas obreras. Muchos huevos y larvas indican que probablemente haya una reina saludable. Aquí es donde los videos


de YouTube son particularmente útiles. Solo que no debes intentarlo sin un velo y guantes. Sé especialmente cauteloso al inspeccionar la colmena. Ve despacio, con calma, y no hagas ningún


ruido fuerte. Y no las aplastes. Las abejas secretan una feromona cuando se alarman o sufren algún daño, lo que atrae velozmente a otras abejas que acuden al rescate. No querrás provocar


eso. See more Salud y bienestar offers > 6. LAS ABEJAS TIENEN SUS ESTADOS DE ÁNIMO Y SUS MANÍAS Al igual que los seres humanos, las abejas pueden ponerse de mal humor cuando perdura el


tiempo caluroso, húmedo y lluvioso. En temperaturas frías son lentas, y en los días soleados y calurosos a veces se congregan en la parte exterior de la colmena, lo cual puede ser una imagen


alarmante. Pero solo se están refrescando. Las abejas son especialmente sensibles a los olores. Saben dónde está su colmena —y quiénes son sus amigos— porque reconocen el olor de la


feromona de la reina, que es básicamente una molécula con aroma. No les gustan otras cosas con olores fuertes, como los osos, o tu camiseta después de cortar la hierba en un día de calor. El


olor de las almendras las ahuyenta. Odian el olor de las bananas, de modo que haz a un lado el pan de banana antes de visitar la colmena. Y les encanta el olor de los limones, algo que


puede ser problemático si a ti te gusta beber limonada en el patio. 7. TIENES QUE ALIMENTARLAS No tienes que disponer 10,000 platos minúsculos de miel por la mañana. Pero cuando recibes la


colonia, debes alimentar las abejas. Necesitarán tiempo para explorar su territorio —las abejas pueden desplazarse unas tres millas— y, si compras las abejas en cajón, comenzar a construir


nuevos panales. También debes engordarlas en el otoño para que puedan sobrevivir durante el invierno.