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Si eres abuelo, probablemente has vivido la alegría de leer en voz alta a tus nietos. Pero no dejes que desaparezca esa conexión con los libros cuando empiecen a leer por su cuenta. Crea tu
propio club de lectura. Hablar de libros con los nietos es una excelente manera de mantener una relación constante y continua, y sostener conversaciones interesantes que no tienen nada que
ver con la escuela. Además, estas conversaciones pueden revelar puntos de vista profundos de los más jóvenes. También permiten a los abuelos compartir sabiduría y experiencias con cierta
empatía. Los abuelos y nietos pueden leer el mismo libro y elegir una hora específica para comentarlo; ya sea por teléfono, videollamada o en persona. El club literario podría incluir a
varios nietos (si los tienes) o solamente uno. Puedes hacer que la reunión sea especial al cocinar comida temática si se están reuniendo en persona, o puedes disfrazarte o ponerte un
sombrero relacionado con el tema del libro. Nancy Lingle, bibliotecaria en la sucursal de Davidson, Carolina del Norte, de la biblioteca Charlotte Mecklenburg, hizo algo parecido cuando su
hijo era preadolescente. “[Mi esposo] y yo lo dejábamos seleccionar el libro y luego hablábamos de este”, nos explica ella. “Y porque a él le interesaba el tema, nosotros acabábamos
interesándonos también. Era fascinante ver lo que él pensaba de los personajes y la historia”. Los bibliotecarios saben que leer es una manera formidable de hacer que un niño participe. Pero
Corey Farrenkopf, bibliotecario en la biblioteca Eastham en Eastham, Massachusetts, dice que el primer paso es investigar qué captura la imaginación de tu joven lector. “Los niños no tienen
mucha independencia”, dice ella. “Tienen que leer ciertos libros en la escuela y desempeñar ciertas tareas en casa. Y si no quieres que esto se convierta en un quehacer más, dales a ellos
las riendas”. O, como dice Farrenkopf, piensa en un club de lectura como una forma de introducirte en el mundo de tus nietos, en vez de obligarlos a ellos a que entren en el tuyo. Y
prepárate para admitir que el universo de tu nieto podría ser más sofisticado y moverse a un ritmo más acelerado que el de tu propia niñez. Los libros que leíste de niño pueden ser demasiado
lentos para los lectores modernos. “Estás compitiendo con las redes sociales y todas esas cosas”, dice Farrenkopf, quien ha enseñado en las escuelas secundaria e intermedia. “Tienes que
pensar cómo funcionan los receptores de dopamina en sus cerebros. Los videojuegos, la televisión y las redes sociales te dan esa dosis instantánea de dopamina, mientras que los libros son
como un goteo lento”. Esa es una buena razón para empezar con un libro que tenga un ritmo intenso, dice él. “Cuando lees algo que es emocionante en cada capítulo, piensas: Oh, ¿qué va a
pasar después?”.