Play all audios:
Un fideicomiso independiente para mascotas (o “fideicomiso en vida”) entra en vigor desde el momento de su creación. Es posible establecer una cuenta dedicada en nombre del fideicomiso para
la mascota, o se podría nombrar al fideicomiso como beneficiario de una póliza de seguro de vida o de un plan de jubilación. En caso de un accidente o la muerte, se financiaría el
fideicomiso de inmediato. También existe la opción de establecer un fideicomiso para mascotas como parte de un fideicomiso más grande. Los fideicomisos de esta clase no entran en
funcionamiento hasta que fallezca el otorgante. Estos planes detallados previenen el tipo de demoras que son comunes en los juicios sucesorios, pero aún pueden existir demoras en obtener
acceso a los fondos si el fideicomiso para mascotas recibirá una cantidad específica de dinero del fideicomiso principal, indica la abogada Peggy Hoyt, autora de All My Children Wear Fur
Coats: How to Leave a Legacy for Your Pet. “Es posible que tengas que esperar hasta que se finalice la administración del fideicomiso". Hoyt tuvo una vez un cliente que incluyó un
fideicomiso para mascotas en su testamento, pero tomó cinco meses financiar el fideicomiso después de su fallecimiento. Durante ese tiempo, sus gatos vivieron en su casa sin un cuidador a
tiempo completo. Los vecinos y algunos amigos los visitaban y alimentaban por pura bondad, pero si los gatos hubieran experimentado algún tipo de problema de salud o una emergencia durante
ese tiempo, no habría habido recursos para pagar por su cuidado. En el caso de los animales de mantenimiento más costoso como los caballos y las aves, que requieren cuidados más complicados,
una demora de este tipo en el financiamiento podría ser catastrófica. “El establo que alberga a tu caballo podría venderlo en subasta o, peor aún, simplemente no cuidar de él”, advierte
Hoyt. La mayoría de los planificadores patrimoniales sugieren que se utilice una póliza de seguro de vida para cubrir los costos del cuidado de las mascotas. Sin embargo, para los animales
exóticos que viven mucho tiempo, como los loros o las tortugas, vale la pena considerar un legado que invierta el dinero a fin de devengar los fondos necesarios para el cuidado de la
mascota. “Un loro de 10 años podría vivir fácilmente otros 90 años”, señala Gerry Beyer, profesor de la Facultad de Derecho de Texas Tech University y planificador patrimonial. “A diferencia
del caso de un perro o un gato, tienes que planificar una sucesión de cuidadores y poner más dinero en un fideicomiso que perciba ingresos a largo plazo y no se agote”. Hay varias
calculadoras en línea para ayudar a los dueños a estimar cuánto dinero necesitarán dejar para su mascota específica. Uno de los aspectos más importantes del diseño de uno de estos
documentos legales es garantizar la participación de una persona digna de confianza que se asegure de que el animal sea atendido, ya sea por un amigo, un familiar, un santuario o un
fideicomisario profesional. “Es importante no solo redactar, [y decir], ‘Aquí tienes este dinero y quiero que se use para este propósito’”, observa Hoyt. “Necesitas contar con alguien de
confianza”. _Sara Ventiera es una colaboradora que cubre temas de mascotas, salud y diseño de interiores. Su trabajo ha aparecido en una amplia variedad de publicaciones, entre ellas _The
New York Times, Food & Wine, NPR, Eating y BBC Travel.