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La inteligencia artificial (IA) ha generado un interés excepcional desde finales del pasado otoño, cuando ChatGPT irrumpió en la escena y se convirtió en lo que los analistas predijeron que
sería la aplicación de más rápido crecimiento en la historia.
Desde entonces, Threads, la alternativa a Twitter, lo ha superado en cuanto a popularidad instantánea.
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Aquellas personas que probaron ChatGPT se maravillaron con algunos de los resultados que este y otros chatbots de IA generativa podían producir en unos instantes: cartas, poemas, recetas,
sugerencias de viajes, incluso códigos de computadora.
Pero también surgió un posible lado más oscuro de la IA:
Ataques a la privacidad del usuario.La posibilidad de perder el empleo.Un aumento del fraude al consumidor.La propagación deprejuicios, desinformación y errores.
Ahora, la Comisión Federal de Comercio (FTC) ha puesto en su mira a OpenAI, la empresa emergente que creó ChatGPT, para determinar si constituye una amenaza regulatoria. La agencia ha
lanzado una investigación para establecer si la compañía podría haber participado en prácticas injustas o engañosas de privacidad o seguridad de datos que podrían poner en riesgo los datos y
la reputación personal de los consumidores. Las reclamaciones se detallan en una carta, publicada por The Washington Post, que la FTC envió a OpenAI.
OpenAI no ha respondido a una solicitud de comentarios de AARP. En un tuit el jueves por la noche, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, escribió: “Es muy importante para nosotros que
[nuestra] tecnología sea segura y en beneficio del consumidor, y tenemos la seguridad de que cumplimos la ley. Por supuesto, colaboraremos con la FTC”. La FTC se negó a hacer comentarios.
it is very disappointing to see the FTC's request start with a leak and does not help build trust.that said, it’s super important to us that out technology is safe and pro-consumer, and we
are confident we follow the law. of course we will work with the FTC.
— Sam Altman (@sama) July 13, 2023 ¿Qué considera el Gobierno federal que es un problema?ChatGPT y otras IA generativas que incorporan la tecnología OpenAI, como Bing de Microsoft, Bard de Google y Claude, de la empresa emergente Anthropic, se forman a partir de grandes modelos
lingüísticos (LLM), esencialmente enormes cantidades de datos generados por seres humanos en internet. Esto incluye obras que pueden estar protegidas por derechos de autor.