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Tener un banco local te proporciona una fuente inmediata de efectivo que no está sujeto a fluctuaciones de monedas ni a tarifas de conversión. También simplifica el pago de las facturas
regulares, como los servicios públicos (en algunos sitios, los proveedores requieren una cuenta bancaria local), y el manejo de los ingresos si trabajas o estableces un negocio en tu nuevo
país. Las reglas para abrir cuentas bancarias varían según el país pero, por lo general, deberás presentar un pasaporte y prueba de residencia local y hacer un depósito inicial mínimo.
Asegúrate de que el banco que elijas acepte transferencias de tu institución financiera en Estados Unidos (y viceversa) y averigua las tarifas correspondientes (los principales bancos de
Estados Unidos cobran hasta $50 por el envío de una transferencia bancaria internacional). Entretenimiento Juegos de AARP Juegos y rompecabezas gratis en línea, incluidos los clásicos de
Atari See more Entretenimiento offers > También puedes utilizar servicios de transferencia de dinero como Wise, XE y Remitly para mover dinero rápidamente desde una cuenta conectada de
Estados Unidos a tu banco extranjero o a otro destinatario, en moneda local. Para poder enviar dinero deberás crear una cuenta con la empresa. Estos servicios generalmente ofrecen mejor tipo
de cambio para la mayoría de las monedas que el que obtendrías de tu banco en Estados Unidos o de tu banco local si transfieres dólares a tu cuenta local. También pueden significar un
ahorro en los cargos por transferencia, ya que suelen ser más bajos que los que cobran los bancos. IMPUESTOS Cuando te mudas a otro país debes pagar impuestos en ese país, pero tus
obligaciones con el IRS no desaparecen. Debes continuar presentando la declaración anual de impuestos en Estados Unidos (y posiblemente una declaración estatal, dependiendo de si mantienes
residencia en Estados Unidos y el domicilio es en un estado que cobra impuestos sobre los ingresos). La buena noticia es que Estados Unidos tiene acuerdos fiscales con más de 60 países (en
inglés) que protegen a los estadounidenses que viven en esos lugares y evitan que paguen impuestos completos en ambos países sobre los mismos ingresos. La mala noticia es que esto no es tan
simple como parece. "Incluso con un acuerdo en vigor, el tipo de impuesto no siempre coincide", dice Amanda Rand, presidenta y directora ejecutiva de Spinnaker Trust, una firma de
planificación financiera y gestión de inversiones en Portland, Maine. Por ejemplo, algo que se consideraría una ganancia de capital (en inglés) en Estados Unidos podría ser gravado como
ingreso ordinario en otro país, el cual a menudo conlleva tasas más altas. Otro detalle: no todos los países basan su sistema de impuestos en el año calendario, como sucede en Estados
Unidos. Por ejemplo, el año fiscal en el Reino Unido se extiende desde el 6 de abril hasta el 5 de abril. No solo difieren las fechas de presentación, sino que también son distintas las
cantidades que debes informar y el modo en que las registras. "Es como un campo minado", dice Rand. Los expatriados también pueden estar sujetos a requisitos adicionales de
declaración de impuestos en Estados Unidos. Por ejemplo, si todavía estás trabajando en forma remunerada, puede que necesites presentar el Formulario 2555 del IRS (en inglés) sobre ingresos
ganados en el extranjero. Vale la pena el papeleo extra; si has establecido tu residencia fiscal en otro país, puedes excluir ese ingreso, o al menos una gran parte de él, de los impuestos
de Estados Unidos. Para el año fiscal 2024, puedes excluir del impuesto sobre los ingresos de Estados Unidos hasta $126,500 de ingresos ganados mientras vives en el extranjero. (Si los
ingresos son de trabajo por cuenta propia, debes seguir pagando los impuestos del Seguro Social y Medicare). La exclusión no se aplica a las pensiones ni a ingresos pasivos, como el
rendimiento de inversiones. También debes declarar todas las cuentas financieras extranjeras con un valor agregado de más de $10,000 y los activos financieros en el extranjero valuados en
más de $200,000, según los requisitos de divulgación del IRS creados para frenar el lavado de dinero y la evasión fiscal. Es posible que tu preparador de impuestos en Estados Unidos no tenga
un conocimiento enciclopédico de las leyes fiscales multinacionales, por lo que los profesionales financieros y los expertos en reubicación recomiendan encontrar un proveedor en el país al
que te estás mudando. El grupo sin fines de lucro American Citizens Abroad, que aboga por las personas de Estados Unidos que viven en el extranjero, tiene directorios de empresas que ofrecen
preparación de impuestos internacionales y servicios financieros (en inglés). También puedes contactarte con redes de expatriados en las redes sociales o en grupos de Meetup para obtener
recomendaciones de profesionales locales de impuestos. "No es muy diferente a tratar de encontrar un contador o un abogado aquí en Estados Unidos", dice Stewart Koesten, presidente
de Aspyre Wealth Partners en Overland Park, Kansas, quien está parcialmente jubilado y en proceso de mudarse a los Países Bajos. "Te basas en recomendaciones directas o les preguntas a
los profesionales que conoces".