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La Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) es una prestación gubernamental que protege a las personas mayores, discapacitadas o ciegas con necesidades económicas. La Administración del
Seguro Social (SSA), que administra el programa, establece límites estrictos en cuanto a la cantidad de dinero que los beneficiarios de la SSI pueden ganar y al nivel de activos económicos,
como ahorros o acciones, que pueden poseer. Para tener derecho a la SSI, una persona no puede tener más de $2,000 de lo que el Seguro Social llama "recursos contables". Para un
matrimonio, el patrimonio conjunto de los cónyuges no puede ser mayor de $3,000. Los recursos superiores a ese nivel son fundamento para que el Seguro Social rechace la solicitud de SSI y
para que retenga o cancele las prestaciones, si ya las estás recibiendo. La SSA define los recursos como las cosas de valor que posees, como: * dinero en efectivo * cuentas bancarias *
inversiones financieras como acciones y bonos * vehículos * terrenos * seguro de vida * propiedad personal * cualquier otra cosa que poseas y que pueda convertirse en dinero en efectivo y
utilizarse para la alimentación o la vivienda Supongamos que tienes $800 en una cuenta corriente y $800 en una cuenta de ahorro, y ningún otro activo financiero. Podrías tener derecho a la
SSI, siempre y cuando cumplas con los requisitos de ingresos y edad o discapacidad. Sin embargo, si además de esos $1,600 en el banco, tienes $5,000 en un fondo de inversión o en una cuenta
individual de jubilación (IRA), no podrás recibir la SSI. El Seguro Social también puede contar algunos "recursos atribuibles" para tu límite. Se trata de bienes que pertenecen a
un cónyuge, padre o pariente político con el que vives o, si eres inmigrante, a un patrocinador que apoya tu residencia en Estados Unidos. NO TODOS LOS RECURSOS CUENTAN Al igual que la SSA
no contabiliza cada dólar que cobras de tu trabajo y de otras fuentes para determinar si cumples los requisitos de ingresos de la SSI, tampoco tiene en cuenta todos tus activos al calcular
los recursos. Por ejemplo, el recuento de tus recursos no incluirá la casa en la que vives o el vehículo del que tú u otro miembro de tu hogar dependan para el transporte. (Si tienes un
segundo automóvil u otra vivienda, es posible que cuenten).