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En un año electoral en el que pareciera que un nuevo tema capta la atención del electorado en Estados Unidos cada día, hay un hecho que permanece constante: si los candidatos quieren ganar,
deben prestar atención a los votantes mayores. Durante casi 40 años, la participación de los votantes mayores de 45 años en las elecciones ha superado la de los grupos más jóvenes. Según
datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en las elecciones presidenciales del 2016, por ejemplo, el 71% de los adultos mayores de 65 años votaron, comparado con el 46% de las
personas de entre 18 y 29 años. Si bien los analistas señalan que el interés entre los votantes más jóvenes ha aumentado en las dos últimas elecciones, los mayores de 65 años continúan
votando más que cualquier otro grupo de edad. Al mismo tiempo, la cantidad de votantes que se ubican en la categoría de "mayores" continúa creciendo. “Para que les vaya bien en las
elecciones generales, los dos partidos tienen que tener buenos resultados con los votantes mayores”, dice Stephen Ansolabehere, un profesor del departamento de Gobierno de Harvard
University que ha estudiado la participación de votantes durante décadas. Ansolabehere dice que cortejar a los votantes mayores será todavía más importante en las elecciones primarias de
este año. "Los adultos mayores tienden a votar con más frecuencia en las elecciones primarias", dice. "Y como la participación en las elecciones primarias tiende a ser más
baja, eso significa que este bloque de votantes puede tener todavía más importancia". En las elecciones de mitad de mandato que se realizarán este año se elegirán todos los escaños de
la Cámara de Representantes del país (435 en total), incluidos —hasta mediados de abril— 57 escaños en los que el titular actual no busca la reelección. De esos escaños, 39 están ahora en
manos de republicanos y 18 en manos de demócratas. También se elegirán 35 escaños del Senado. En el ámbito estatal se elegirán 36 gobernadores, y las boletas electorales contendrán miles de
candidatos a legislaturas estatales a lo largo y ancho del país. Muchas de las contiendas más competitivas para la Cámara de Representantes se darán en estados con gran número de adultos
mayores, como Florida, Arizona y Pensilvania.