Esposa de muhammad ali lo cuidó en su enfermedad

Esposa de muhammad ali lo cuidó en su enfermedad

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_Usa el botón "CC" para ver los subtítulos del video en español._ _NOTA DEL EDITOR: Muhammad Alí, quien murió a los 74 años el 3 de junio, 2016 en Phoenix, era conocido por su


talento incomparable en el boxeo y su personalidad carismática. Fue una figura polémica, en parte por negarse a participar en la Guerra de Vietnam y por su coraje al defender sus ideas. Pero


fue esto mismo que le ganó la admiración del mundo y su resistencia a la enfermedad de Parkinson._ A continuación, una mirada a cómo fue su cuidado durante la enfermedad. La cuidadora se


acerca a su frágil esposo, una figura de grandeza físicamente limitada a quien ella todavía ama, admira y siempre compartirá con el mundo. Resuelta y abnegada, Lonnie Ali se ha mantenido


firme como una roca en la esquina de su esposo por muchos años largos y difíciles. En este momento, un pedazo de cartón en forma de mariposa, diseñado para mejorar las habilidades motoras


finas, derrota al hombre que antes picaba como una abeja, el incomparable Muhammad Ali. Ahora, de 72 años de edad y en la tercera década de una valiente batalla contra el mal de Parkinson,


Ali sujeta la mariposa de colores con mano derecha algo nudosa, e intenta pasar un cordel por un agujero. Sentado en su silla motorizada de cuero marrón en su casa de Paradise Valley,


Arizona, sus piernas se ven delgadas pero sus antebrazos están lisos, bronceados y tan duros como los de un obrero siderúrgico. Su determinación también es de acero. Como sucedió tantas


veces en el cuadrilátero, este hombre, alguna vez poderoso y ágil, se niega a rendirse, independientemente de las probabilidades. Al final, con la ayuda de Lonnie, sujeta la mariposa como


debe y pasa el cordel por el agujero. Sentado en su silla motorizada de cuero marrón en su casa de Paradise Valley, Arizona, sus piernas se ven delgadas pero sus antebrazos están lisos,


bronceados y tan duros como los de un obrero siderúrgico. Su determinación también es de acero. Como sucedió tantas veces en el cuadrilátero, este hombre, alguna vez poderoso y ágil, se


niega a rendirse, independientemente de las probabilidades. Al final, con la ayuda de Lonnie, sujeta la mariposa como debe y pasa el cordel por el agujero. "El mal de Parkinson le ha


robado mucho a este hombre; otras personas se acostarían y se quedarían escondidos bajo las mantas ", explica Lonnie. "Tiene mucho por qué deprimirse. Su adaptación [ha sido]


formidable. "Pero pienso que está seguro de quién es, y sobre su lugar en la historia. Esto no significa que el mal de Parkinson no lo haya cambiado —sí lo ha hecho—. Pero todavía


mantiene suficiente dignidad y sentido de sí mismo". La historia del cuidado de Ali trata del amor, el compañerismo y la devoción. Es la historia de una pareja valiente y espiritual,


que unidos luchan hasta el final en la dura batalla contra una enfermedad traicionera. Y de una mujer inteligente, resistente y fuerte que sirve de voz, guía y conciencia para un atleta


superestrella y activista de los derechos civiles que permanece prácticamente silencioso. También trata de la fe. "Sé que existe una razón por la cual nos encontramos en este camino


—quizás para llamar la atención a esta enfermedad [o] salvar su alma mortal—", dice Lonnie. "Muhammad es una persona muy espiritual. Dios sabe que esto lo ha hecho más reflexivo y


pensativo". De muchas maneras, excepto en lo que se refiere a la fama y finanzas de la familia Ali, la historia es parecida a la que millones de cuidadores sobrellevan cada día en


Estados Unidos: el remordimiento y la soledad, la alegría y la exasperación, la frustración y la ansiedad, y el desafío de aprender a aceptar lo que Lonnie denomina una "nueva


normalidad". "Lo más difícil para cualquier cuidador, sea hijo, padre, madre o cónyuge, es el cambio en la relación", dice Lonnie. "La relación cambia con el tiempo y la


enfermedad. Físicamente, [los pacientes] no son tan móviles; no les es posible hacer cosas contigo como antes. Los medicamentos podrían influir en su capacidad cognitivas Posiblemente no


puedan hablar igual de bien. … Este es el momento en que [haces la transición] de cónyuge a compañero de cuidado o cuidador". El peligro potencial más grande, advierte Lonnie, es que


los cuidadores "deben tener cuidado de no amargarse porque piensen que les han robado sus vidas. Y no deben permitir que la persona que están cuidando se amargue, en el sentido de que


se sientan culpables: 'Te estoy robando la vida'". "Eso solo hace que [la] depresión sea aún más grave", dice ella. "Sinceramente, puedo enfrentarme al mal de


Parkinson todo el día. La depresión da miedo. Afecta a todos de distintas maneras. Intentar superar ese “terreno resbaladizo”, y sacarlos de ese callejón sin salida, no es fácil". Según


Lonnie, la muerte de la madre del púgil y el fallecimiento de su archirival Joe Frazier en el 2011, "lo afectaron" profundamente. No sé por qué, pienso que Muhammad se sentía


mejor cuando él y Joe ambos compartían espacio en esta tierra. Yo solo quería que no se deprimiera pensando en su propia mortalidad". Hace 50 años, en febrero, el joven y orgulloso


Cassius Clay venció por primera vez a Sonny Liston para convertirse en campeón mundial de peso pesado, y luego anunció que se convertiría al islamismo y cambiaría su nombre a Muhammad Ali.


Durante décadas, fue una de las figuras más famosas y admiradas del mundo —no solo como boxeador, sino por sus posturas sobre la justicia racial y la tolerancia religiosa—. Pero en los


últimos años Ali se ha convertido en una persona cada vez más privada, a medida que su capacidad de hablar se ha deteriorado. Es un día fresco de primavera, y el optimismo está en el


ambiente. Lonnie concede una rara entrevista en el hogar de la pareja, en una exclusiva urbanización privada en el área del desierto de  Phoenix. Dos extensas palmeras y un árbol de mezquite


en flor rodean una piscina rectangular. Flores coloridas avivan un entorno pacífico que incluye pájaros que cantan y una pequeña fuente.