La atención en el hogar durante la crisis de COVID-19

La atención en el hogar durante la crisis de COVID-19

Play all audios:

Loading...

Los pacientes que reciben atención en el hogar deben ser examinados para determinar si tienen fiebre, dificultad para respirar y tos. DEAN MITCHELL/GETTY IMAGES Facebook Twitter LinkedIn


Hace solo unas semanas, Ruth Rofs, de 76 años, se estaba preparando para recibir a cuidadores profesionales en su hogar en Indianápolis por primera vez. El plan era que vendrían dos veces


por semana, durante cuatro horas cada día, para ayudar a su esposo James, de 80 años, que tiene insuficiencia cardíaca congestiva y demencia. "Pero creo que mejor voy a esperar", dice Rofs,


y señala que el número de casos confirmados de COVID-19 en Indiana está aumentando. “Simplemente no quiero que se exponga a algo que viene de otro paciente. Necesito ayuda, pero tengo


miedo".


Rofs no está sola. Según la National Association for Home Care and Hospice (NAHC, Asociación nacional de cuidados domiciliarios y terminales), se estima que, cada año, 12 millones de


personas en Estados Unidos con enfermedades crónicas o discapacitadas dependen de algún tipo de atención en el hogar. Muchos tienen 65 años o más y tienen problemas médicos subyacentes


graves, lo que los coloca en la categoría de alto riesgo de enfermarse de gravedad o morir si contraen el nuevo coronavirus.


Membresía de AARP: $15 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.


Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine. Únete a AARP


Sin embargo, el distanciamiento físico, como aconseja el Gobierno federal, es particularmente difícil durante la atención en el hogar, que a menudo requiere un contacto cercano para tareas


como bañarse, arreglarse y alimentarse. "Pero recuerda que la razón por la cual los trabajadores de la salud ingresan a los hogares de las personas es porque estas necesitan atención", dice


el presidente de la NAHC, William Dombi. “Y esas necesidades aún existen a pesar de la pandemia. Si no reciben la atención que necesitan, pueden terminar en la sala de emergencias, y ese no


es un buen lugar para estar en este momento".