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Las familias hispanas figuran entre las más impactadas por el cuidado de un ser querido mayor en casa, revela un nuevo estudio de AARP y la National Alliance for Caregiving. El informe,
titulado _Caregiving in the U.S. 2020_, muestra que el número de cuidadores familiares en Estados Unidos ha crecido a un total de 53 millones de personas, de los cuales un 17% son latinos. Y
estos, según el informe, no solo son más jóvenes, con una edad promedio de 43.3 años, sino que dedican más horas al cuidado y enfrentan mayores dificultades económicas a raíz del cuidado de
sus familiares. “Lo más difícil es evitar el agotamiento de los cuidadores. No conocía el término hasta que me uní a unos grupos de apoyo. Noté que me derrumbaba y lloraba, me sentía
abrumada”. Irene Nuñez Cada paso del camino — AARP Los resultados del informe arrojan luz sobre el panorama colectivo de este grupo: El 45% de los hispanos encuestados dijo tener un bajo
nivel de escolaridad, con diploma de secundaria o menos; mientras que el 55% indicó que trabajan en oficios que pagan por hora, y el 79% reportó no tener seguro médico. Además, muchos viven
en hogares donde conviven varias generaciones: el 47% de los latinos que participaron en esta investigación dijo tener hijos o nietos en el hogar. Estos factores contribuyen a que con
frecuencia estas familias latinas tengan que hacer malabares para pagar facturas, atención médica, medicamentos o comida. De hecho, el informe recalca que a un 23% de todos los cuidadores
encuestados le es difícil cuidar su propia salud, y un mismo porcentaje dice que su salud ha empeorado desde que asumieron el cuidado de su ser querido. Irene Nuñez, de Wilmington,
California, recuerda cómo el estrés de cuidar de su tía abuela Nina con demencia, culminó en una breve hospitalización. En ese momento, Irene, casada con cuatro hijos, apenas entraba en sus
40 años. También convivía con su suegra. Sumar el cuidado de Nina, labor que asumió con mucho amor, resultó ser un gran reto físico, psicológico y emocional. “Lo más difícil es evitar el
agotamiento de los cuidadores”, dice Irene. “No conocía el término hasta que me uní a unos grupos de apoyo. Noté que me derrumbaba y lloraba, me sentía abrumada”. Según el informe de AARP,
el cuidado que brindan los cuidadores familiares se está volviendo más complejo a medida que las personas a quienes cuidan envejecen. De hecho, el 26% de los encuestados cuidan de familiares
que padecen de la enfermedad de Alzheimer y demencia.