Cuando cuidas a un familiar tóxico

Cuando cuidas a un familiar tóxico

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CODEPENDENCIA Y TOXICIDAD A pesar de una relación tóxica, a veces existe una codependencia, dice Suzette Abend, trabajadora social clínica con licencia en Long Beach, California. Muchas de


las personas que reciben cuidados beben, lo que, según ella, “alimenta las llamas” de la agresividad y los insultos. Los cuidadores compran el alcohol porque temen lo que pasará si no lo


hacen. Y, según ella, a veces los cuidadores dependen económicamente de los ingresos de la persona que recibe la atención. “El hijo adulto vive en el hogar del beneficiario de la asistencia


y no tiene ingresos suficientes para vivir por su cuenta. Suelen estar desempleados y ellos mismos podrían ser beneficiarios del Seguro Social”, explica. La abogada especializada en los


derechos de los adultos mayores Stephanie Townsend Allala, de El Paso (Texas), dice estar muy familiarizada con esta dinámica. “Es la persona que más hace por ti y te cuida quien se lleva la


peor parte del maltrato”, asegura. “Toda la ira o la rabia que se ha guardado a lo largo de la vida empieza a derramarse hacia la persona más cercana. Cuando las personas empiezan a perder


la capacidad de oír bien, hablar y comunicar sus deseos, recurren a lo físico”. Según Townsend Allala: “La ley no dice que por tener demencia no se pueda acusar a alguien de un delito, pero


a menudo no se puede probar la intención en un caso de demencia”. ‘ES LA DEMENCIA LA QUE HABLA’ Rob*, de 57 años, de Manor (Texas), cuida de sus padres y de su pareja, además de trabajar a


tiempo completo en una organización sin fines de lucro y en un empleo a tiempo parcial. Aunque sus padres —ambos de unos 80 años y con problemas de salud, pero que pueden vivir de forma


independiente con su supervisión— no han manifestado tendencias agresivas, Rob dice que su pareja desde hace 24 años ha tenido un cambio de personalidad debido a la aparición temprana de


demencia que le diagnosticaron hace unos 5 años. “Cuando está muy cansado, se pone en modo de lucha o huida. Su instinto básico es ser muy argumentativo. Muchas cosas se convierten en mi


culpa”, dice Rob sobre su pareja que tiene 60 años. “Al principio, me lo tomé muy a pecho. Pero luego, empecé a ver un patrón, y es la demencia la que habla. No soy yo”. El “descanso” de


Christopher como cuidador es un trabajo. Trabaja en una cervecería el fin de semana y le paga a un vecino para que cuide de su madre mientras él no está. Dice que tener a su madre viviendo


con él le ha ayudado a obtener valiosas herramientas para soltar parte de la ira que ha sentido hacia ella. Sin embargo, se toma cada día como viene. “Realmente no sé cuánto tiempo más podré


seguir haciendo esto”, dice Christopher. “Es casi más de lo que soy capaz de dar”. *Por razones de privacidad, no se han utilizado los apellidos. LOS EXPERTOS OFRECEN CONSEJOS PARA APLACAR


UNA SITUACIÓN AGRESIVA Kim Barnes, cofundadora de Parenting Aging Parents, una red comunitaria en internet Barnes sugiere tácticas de distracción, como pedir ayuda a la persona que recibe


los cuidados en una tarea como tejer, coser o buscar una foto específica en un álbum familiar para cambiar de tema. Es probable que se olviden de la discusión. PEDRO CARBAJAL-MADRID,


DIRECTOR CLÍNICO DE INDEPENDENCE AT HOME, UN PROGRAMA QUE APOYA A LOS ADULTOS MAYORES CON PROGRAMAS SIN COSTO Y RECOMENDACIONES DE RECURSOS “Lo primero es ‘no desafiar a la persona que


recibe los cuidados’".  Insta a los cuidadores a “tomar conciencia de su propio proceso. Hay que mantener la calma en la medida que sea posible. Baja la voz y no participes, aunque la


conducta hacia ti te moleste”. BRIAN CARPENTER, PROFESOR DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS Y DEL CEREBRO DE LA UNIVERSIDAD DE WASHINGTON EN SAN LUIS La etapa de la enfermedad afectará las acciones


del cuidador, dice. En las primeras etapas, es posible mantener conversaciones sinceras con la persona que recibe los cuidados sobre el comportamiento aceptable e inaceptable: lo que puedes


y lo que no puedes decirme. Pero en etapas posteriores, hay que finalizar la conversación. “Sal de la habitación. Trata de no enfrentarte a nadie”. También aconseja a los cuidadores que se


pongan en contacto con su oficina local de la Asociación de Alzheimer para buscar grupos de apoyo.