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La tasa de mortalidad por COVID-19 en los hogares de ancianos de Estados Unidos ha aumentado durante el cuarto mes consecutivo, según un nuevo análisis (en inglés) de datos federales
realizado por AARP. A medida que aumentaron las muertes, las tasas de aceptación del refuerzo contra la COVID-19 siguieron rezagándose. Esta situación ha continuado durante meses, lo que ha
dejado a muchos residentes y empleados sin una protección esencial. El análisis halló que casi la mitad de todos los residentes del país —el 44%— no estaban al día con su vacunación contra
la COVID-19 al 21 de agosto. Eso significa que no están completamente vacunados o que les falta recibir una vacuna de refuerzo. En algunos estados, hasta el 65% de los residentes no estaban
al día con las vacunas. Más de 1,000 residentes de hogares de ancianos murieron a causa de la COVID-19 durante el último análisis de cuatro semanas de AARP, que concluyó el 21 de agosto.
Estas cifras representan una disminución en las muertes de residentes desde el aumento de casos durante el invierno provocado por ómicron, cuando aproximadamente 4,000 personas murieron
durante las cuatro semanas que terminaron a mediados de febrero. Sin embargo, las muertes se cuadruplicaron en comparación con el período de cuatro semanas que terminó el 17 de abril. Las
muertes entre el personal se cuadriplicaron durante el mismo período, con más de 100 muertes entre el personal reportadas en el último análisis de cuatro semanas. Las muertes recientes
llevan la cantidad total de muertes provocadas por la COVID-19 en los hogares de ancianos del país a más de 175,000. Este número probablemente está por debajo de las cifras reales debido a
que durante los primeros meses de la pandemia, no todos los casos se reportaban. Estas muertes representan aproximadamente una sexta parte de todas las muertes por COVID-19 en Estados
Unidos, aunque los hogares de ancianos albergan a menos del 1% de la población total del país. Es probable que la tasa de mortalidad continúe aumentando en las siguientes semanas, dice Ari
Houser, asesor sénior de metodología y coautor del nuevo análisis, dado que las tasas de infección se incrementaron durante el período más reciente de cuatro semanas. Se reportaron más de
100,000 casos nuevos de COVID-19, un aumento de aproximadamente el 15% con respecto al análisis del mes pasado. Alrededor de 1 de cada 22 residentes recientemente recibió un resultado
positivo en la prueba del virus, mientras que lo mismo sucedió con alrededor de 1 trabajador por cada 20 residentes. Esto representa un aumento de aproximadamente un caso de residentes y un
caso de personal por cada 200 residentes en las cuatro semanas que terminaron el 17 de abril.