Play all audios:
TENER PROYECTOS Y MASCOTAS PUEDE AYUDAR Sonya Hart, de 48 años, de Charlotte, Carolina del Norte, trabajó como auxiliar de enfermería certificada (CNA) en centros de enfermería y cuidó a
pacientes a domicilio. Dejó el trabajo para ocuparse de su suegro a tiempo completo después de que quedara inmovilizado a causa de un derrame cerebral, y lo cuidó durante siete años. “Elige
un pasatiempo que puedas hacer mientras brindas cuidados”, sugiere. “Es una forma magnífica de darle un descanso al cerebro. Ya sea cocinar, tejer o hacer joyas, debe ser algo que no tenga
nada que ver con el cuidado, de modo que tus emociones también puedan descansar”. Sonya Hart cuidó a su suegro durante siete años. SONYA HART Hart recomienda dedicarse a un pasatiempo que
tenga un “resultado”, algo que resulte en un producto acabado que te permita sentir que trabajas para lograr un objetivo. “Progresar en un proyecto te ayuda a motivarte para continuar con la
actividad”, explica Hart. “Cuando era auxiliar de enfermería, tejía durante los descansos para distraerme. Desde luego, cuando me convertí en cuidadora de mi suegro, hacer ganchillo me
ayudó a sobreponerme y descansar”. Otro consejo práctico, que no es para todos, es tener una mascota que ayude a mejorar el bienestar mental con su compañía y apoyo. “Siempre que necesitaba
un descanso, iba al patio a alimentar a las gallinas, y así me tranquilizaba”, relata Hart. “Cuando cuidaba a mi suegro, nos vinculábamos observando las gallinas. Lo llevaba al patio
trasero para verlas comer y jugar, y nos reíamos cada vez que hacían una tontería”. Según ella, es importante asegurarse de que la mascota necesite poco cuidado para evitar agregar más
tareas a una vida ya bastante atareada. Hart sugiere encontrar proyectos, intereses o acontecimientos que puedan fomentar vínculos afectivos con la persona a quien cuidas. “A una de mis
pacientes le encantaban los juegos de memorización, así que jugábamos con frecuencia”, recuerda. “Verla disfrutar con el juego y escucharla reír me levantaba el ánimo y me hacía sentir que
le hacía compañía a alguien, en vez de cuidarla”. ADOPTA UNA NUEVA PERSPECTIVA Ann Nelson, de 61 años, de Fort Mill, Carolina del Sur, trabajó como enfermera de la UCI durante seis años
antes de incorporarse a un entorno clínico dedicado a la investigación neurológica. Su esposo, David, de 64 años, contrajo la enfermedad de Huntington en el 2006. A medida que la enfermedad
progresaba, comenzó a necesitar supervisión constante, y ella se convirtió en su cuidadora a tiempo completo en el 2013. Ann Nelson junto a sus hijas Audrey (izquierda), Claire y el esposo,
Dave. ANN NELSON “Sé amable contigo mismo” es el primer consejo de Nelson. “Buscar la perfección y pensar que cada día va a ser un gran día te llevará al fracaso”. Nelson se remite a su
experiencia en la UCI, donde había días más difíciles que otros. “Como cuidador, es importante para tu propia salud mental aceptar que habrá días malos y que podrás superarlos”. Cuando te
sientes abrumado, es fundamental no perder la perspectiva para afrontar la situación, recomienda Nelson. “Sin duda habrá momentos en los que no querrás ser cuidador o en los que desearás
escapar y tomarte un descanso”. No siempre es posible disfrutar de esos descansos o contar con alguien que te releve, por lo que sugiere no prestar tanta atención a la situación inmediata y,
en cambio, adoptar una perspectiva más amplia. Piensa en lo que necesita la persona que cuidas y en el modo de estar presente para ella.