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Por muy importantes que sean para nuestra salud colectiva, las mascarillas pueden hacer que la conversación sea un poco más difícil —o al menos más incómoda— para todos. Pero las personas
con pérdida auditiva enfrentan mayores desafíos de comunicación cuando las expresiones faciales desaparecen bajo dos capas de algodón y la lectura de labios se hace imposible. Las
mascarillas también reducen el volumen y la claridad del habla humana, especialmente cuando hay ruido ambiental o de fondo. Eryn Staats, gerente de audiología del departamento de
otorrinolaringología del Wexner Medical Center de Ohio State University, en Columbus, dice que las mascarillas reducen el volumen entre 4 y 12 decibeles, dependiendo del material con el que
estén hechas. "Todos estamos viviendo tiempos muy difíciles en términos de aislamiento y cuarentena, así que esto puede añadir otra capa de frustración a una situación ya difícil".
Las posibles consecuencias son significativas, especialmente porque "cerca del 70% de las personas mayores de 70 años tienen alguna pérdida auditiva, lo acepten o no", dice la
Dra. Jan Blustein, profesora de Políticas de Salud y Medicina en la Robert F. Wagner Graduate School of Public Service de New York University, quien señala que muchos tenían dificultades
para comunicarse en el supermercado o en entornos sociales antes de que se introdujeran las mascarillas. A los expertos también les preocupa que los problemas de comunicación con los médicos
y otros profesionales de la salud puedan comprometer la calidad de la atención médica que reciben las personas con pérdida auditiva. Cada vez más, los médicos están abogando por el uso de
mascarillas o protectores faciales transparentes para permitir que estos pacientes puedan ver la boca de las personas, ya que "la lectura de labios ofrece más claridad", dice
Staats. "Las mascarillas o los protectores faciales con una ventana transparente pueden ser útiles cuando las personas están teniendo problemas para escuchar o comprender en un entorno
social, laboral o en sus citas con el médico", dice Staats. Dicho esto, los protectores faciales aún no han sido aprobados por los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades como sustituto de las mascarillas, aunque algunos expertos afirman que los protectores pueden proporcionar una protección decente contra el coronavirus.