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2. FUMAR Este es otro motivo para dejar de fumar: por lo general, el tabaquismo también está asociado con problemas auditivos. Un estudio en Japón realizó el seguimiento de más de 50,000
trabajadores de entre 20 y 64 años, ninguno de los cuales sufría de pérdida auditiva. Pero los investigadores descubrieron que, varios años después, muchos de los 5,107 participantes (el 10%
de los sujetos del estudio) que sufrieron problemas auditivos eran fumadores. De hecho, las personas que fumaban fueron hasta un 60% más propensas a tener pérdida auditiva de sonidos de
alta frecuencia, lo cual puede dificultar la conversación. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > La cantidad de
cigarrillos diarios también fue importante: fumar hasta 10 cigarrillos por día hizo que la probabilidad de pérdida auditiva de sonidos de alta frecuencia fuera un 40% mayor; fumar entre 11 y
20 cigarrillos por día aumentó el riesgo un 60%; y fumar más de 20 cigarrillos por día lo aumentó un 70%. (El consumo de cigarrillos fue reportado directamente por los participantes). Los
participantes que fumaban fueron más propensos a experimentar otros factores que se han vinculado con la pérdida auditiva, entre ellos obesidad, problemas de salud crónicos y un entorno de
trabajo ruidoso. El estudio se alinea con otras investigaciones que han hallado vínculos entre el tabaquismo y la pérdida auditiva, desde adultos mayores con diabetes (en inglés) hasta
adolescentes expuestos al humo de otros fumadores (en inglés), si bien el vínculo podría no sostenerse a través de distintos grupos de sexo y edad y es necesario realizar más
investigaciones. 3. TOMAR MEDICAMENTOS OTOTÓXICOS Hay más de cien fármacos que pueden dañar la audición, y en ocasiones la pérdida auditiva puede ser permanente. La mayoría de las veces, sin
embargo, los problemas se resuelven al dejar de tomar el medicamento. La pérdida auditiva generada por un fármaco puede comenzar como tinnitus (oír un tintineo, un zumbido o un siseo aunque
no haya nada que genere ese sonido) y avanzar a problemas de equilibrio, mareos y vértigo. La intensidad y la permanencia del daño dependen de varios factores: la dosis, la exposición al
ruido e incluso los factores genéticos. Este efecto secundario es más común con algunos fármacos que con otros. Si tomas alguno de los fármacos siguientes y te preocupa tu audición, habla
con tu médico. * Inhibidores de la ECA * Benzodiacepinas (especialmente tinnitus) * Hidroxicloroquina y cloroquina * Antibióticos aminoglucósidos (estreptomicina, neomicina, gentamicina)
* Medicamentos quimioterápicos (cisplatino y carboplatino) * El fármaco antimalárico quinina * Diuréticos del asa (furosemida o bumetanida) * Analgésicos salicilatos (como la aspirina),
aunque solo en dosis altas (8 a 12 pastillas diarias) * Antidepresivos tricíclicos y potencialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS (especialmente
tinnitus) * Antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno y naproxeno Si necesitas tomar estos medicamentos, “asegúrate de hacer una prueba auditiva de referencia antes de
comenzar a tomar el fármaco”, dice Creed, “e informa inmediatamente a tu médico si comienzas a observar síntomas”. 4. USAR UN KIT DE MOLDE PARA LA OREJA Aunque los audífonos todavía no son
de venta libre —probablemente podamos hallarlos en las tiendas y en internet este año—, algunos comerciantes venden kits de moldes para la oreja para crear instrumentos auditivos
personalizados, como tapones para los oídos. Muchos de estos productos requieren hacer un molde de la oreja, y eso no es precisamente igual a crear esos protectores bucales estándar que
puedes hacer tú mismo. En este caso, el material de impresión debe aplicarse en un punto muy sensible donde hay muchas cosas que pueden salir mal. “Si se hace incorrectamente, puede causar
dolor, lesiones, mayor pérdida auditiva o requerir una operación quirúrgica para extraer el material”, dice Creed. Esa es tarea de un audiólogo. No lo hagas en casa.