7 razones por las que la edad y el alcohol no son compatibles

7 razones por las que la edad y el alcohol no son compatibles

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A medida que agregas más velas a tus pasteles de cumpleaños, puedes notar que tus órganos no funcionan tan eficientemente como antes. Tu equilibrio podría no ser tan bueno, y tu tiempo de


respuesta puede que no sea tan rápido. Quizás tengas más dolores y molestias que el año pasado. Así como tu cuerpo cambia inevitablemente con la edad, probablemente también necesites ajustar


tus hábitos de bebida. Eso es porque con el paso de los años, "nuestros cuerpos se vuelven más sensibles a los efectos del alcohol", explica el Dr. Kenneth Koncilja, especialista


en medicina interna en Cleveland Clinic. Además, las investigaciones acumuladas encuentran que beber alcohol viene con algunos riesgos graves para la salud, especialmente para los adultos


mayores. Aquí te presentamos siete razones por las que los médicos y expertos en salud pública dicen que la edad y el alcohol no son compatibles. 1. SE NECESITA MENOS PARA EMBORRACHARSE Tu


hígado procesa el alcohol, y al igual que el resto de tu cuerpo, este órgano no se está volviendo más joven. Esa es una razón importante por la cual el organismo de un adulto mayor se vuelve


más sensible al alcohol.  "También se producen cambios en la composición de nuestro cuerpo a medida que envejecemos", dice la Dra. Lauren Kelly, profesora asistente en el


Departamento de Geriatría y Medicina Paliativa en la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai en Nueva York. "Estamos compuestos de menos agua y más grasa". Esa reducción en el


contenido natural de agua del cuerpo, en parte porque el tejido muscular que retiene agua se encoge, hace que las personas mayores sean más propensas a la deshidratación y a sentirse


borrachas más rápido.   "A medida que envejeces, tu concentración de alcohol en la sangre (lo que se mide con un alcoholímetro) es mayor que la de una persona más joven que bebió la


misma cantidad", dice Koncilja. Y eso significa que puedes sufrir todos los efectos secundarios con menos tragos.  "Eso puede incluir efectos cognitivos y sedantes —como la


somnolencia cuando ingieres alcohol—, así como efectos en el equilibrio y la coordinación, lo que aumenta tu riesgo de caídas", añade Koncilja. También puede afectar la atención y las


habilidades de conducción, dice él. 2. BEBER PUEDE AUMENTAR TU RIESGO DE ENFERMEDAD Y MUERTE Esa sensación de estar borracho o mareado debería desaparecer al día siguiente, quizás dejándote


con una resaca. Pero las consecuencias de consumir alcohol pueden ir más allá de eso. Un nuevo aviso (en inglés) del cirujano general de Estados Unidos, el Dr. Vivek Murthy, advierte sobre


el vínculo directo entre el consumo de alcohol y el cáncer. El alcohol es la tercera causa prevenible de cáncer en el país, dice el aviso, y beberlo aumenta el riesgo de una persona de


padecer siete tipos de cáncer, incluyendo el de mama, colorrectal, esofágico, hepático, bucal, de garganta y de laringe. Cuando se trata de cáncer de mama, Murthy señala que más del 16% de


los casos en Estados Unidos se deben al consumo de alcohol. "El alcohol es una causa claramente establecida y prevenible de cáncer, responsable de alrededor de 100,000 casos de cáncer y


20,000 muertes por cáncer anualmente en el país —más que las 13,500 muertes por accidentes de tráfico asociados al alcohol por año en EE.UU.—, sin embargo, la mayoría de las personas en el


país desconocen este riesgo", dijo Murthy en un comunicado de prensa. En el aviso, él esboza recomendaciones para aumentar la conciencia de los riesgos para la salud, incluyendo un


llamado para etiquetas de advertencia en las bebidas que contienen alcohol. Además de este último aviso, un reciente estudio (en inglés) entre más de 135,000 adultos mayores, publicado en


_JAMA_, la revista de la Asociación Médica Estadounidense, encontró que incluso tan solo una bebida al día aumenta el riesgo de muerte por cualquier causa en los adultos mayores con


enfermedades preexistentes o de niveles socioeconómicos bajos. Y nadie, sin importar su salud o situación socioeconómica, es inmune a los efectos de más de una bebida al día.