Cuáles son las diferencias entre alzheimer y late

Cuáles son las diferencias entre alzheimer y late

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Este hallazgo podría ayudar a explicar por qué ha sido tan difícil identificar medicamentos que logren tratar la enfermedad de Alzheimer, observa el Dr. Nelson. Es posible que en los


estudios clínicos se haya incluido a personas que en realidad tenían demencia LATE y no Alzheimer y, por ende, no respondieron al tratamiento. Lo que es aún más confuso es que es posible


tener demencia LATE y la enfermedad de Alzheimer al mismo tiempo, lo que dificulta determinar qué enfermedad está causando qué síntoma, añade el Dr. Nelson. “Pero si bien ahora tenemos


herramientas como el escán de tomografía por emisión de positrones que nos permiten tomar imágenes del cerebro y averiguar si alguien tiene niveles altos de Beta-amiloide (que indicaría


Alzheimer), no hay actualmente ninguna prueba para diagnosticar la demencia LATE”. Por ahora, las proteínas con las que se identifica la demencia LATE solo se pueden encontrar en una


autopsia, y los expertos dicen que el siguiente paso más importante es diseñar una prueba que mida los niveles de TDP-43 en pacientes vivos. “Deseamos poder medir esto a una edad más


temprana para tener una idea de cuánta cantidad inicial de TDP-43 tiene una persona y ver luego cuánto produce más adelante en la vida si comienza a mostrar signos de demencia”, explica


Keith Fargo, director de divulgación y programas científicos de la Alzheimer’s Association. “Esto tiene particular importancia porque los síntomas de la demencia LATE imitan muy claramente


los de la enfermedad de Alzheimer”. Fargo afirma que la esperanza es que a los pacientes de demencia se les pueda ofrecer un cóctel de medicamentos para la enfermedad (una estrategia


parecida a la que se emplea para el VIH), dirigido a la combinación de trastornos cerebrales que puedan tener. Dado que se espera que el número de personas con demencia se dispare en las


próximas décadas, los expertos afirman que es primordial contar con mejores métodos de diagnóstico y tratamiento. “Este grupo de adultos mayores tiene la tasa más rápida de expansión de


todos los grupos demográficos”, comenta el Dr. Nelson. “Necesitamos estrategias que nos permitan no solo identificar las diversas formas de demencia, sino también las maneras de tratarlas y,


con suerte, prevenirlas”. Aunque no hay forma de decir si tú o tu ser querido sufren de demencia LATE, hay cosas razonables que puedes hacer para ayudar a disminuir el riesgo de todo tipo


de demencia, dice el Dr. Gary Small, director del UCLA Longevity Center. Por ejemplo, un tercio de los casos de demencia se puede prevenir con cambios en el estilo de vida, como perder peso,


controlar la presión arterial alta y hacer ejercicio, según un estudio publicado en el 2017 en la revista médica The Lancet. Si no te has revisado la audición recientemente, hazlo: incluso


una pérdida leve de la audición aumenta al doble el riesgo de demencia, según investigaciones realizadas en Johns Hopkins. Y más aún, en un estudio del 2017 publicado en el Journal of the


American Geriatrics Society se encontró que la dieta mediterránea —que incluye frutas, verduras, grasas sanas (como el aceite de oliva), pescados, legumbres y granos enteros— disminuye en un


tercio el riesgo de los adultos mayores de presentar deterioro cognitivo.