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Esto se debe en gran parte a que los medicamentos que reducen los niveles de amiloide en el cerebro —Leqembi (lecanemab) y Kisunla (donanemab)— solo han mostrado beneficios en personas con
deterioro cognitivo leve (DCL) o demencia en etapa temprana, y sus posibles efectos secundarios pueden ser graves. Hasta la fecha, "no tenemos ninguna evidencia [...] de que tratar a
las personas que solo presentan amiloide en el cerebro conduce a algún resultado positivo", dice el Dr. Eric Widera, profesor de Medicina y educador clínico en Medicina Geriátrica de la
Universidad de California, San Francisco (UCSF). Esos estudios, llamados AHEAD y TRAILBLAZER-ALZ 3, descritos a continuación, se están llevando a cabo ahora. Widera es miembro del
International Working Group, o IWG, un equipo de investigadores de 17 países que publicaron un artículo en el 2024 en _JAMA Neurology_ en el que desaconsejaron el diagnóstico de la
enfermedad de Alzheimer (en inglés) basado únicamente en biología en personas sin signos de demencia. El IWG y otros advierten que la disponibilidad de pruebas de sangre puede causar
preocupación innecesaria para las personas que dan positivo sin recibir el asesoramiento adecuado sobre cómo interpretar los resultados. See more Seguro offers > "Se sentirán
confundidos porque sabrán que no tienen demencia de Alzheimer [...] pero comenzarán a notar cada problema con su memoria", dice la Dra. Deborah Blacker, psiquiatra geriátrica y
epidemióloga en el Massachusetts General Hospital. En realidad, no todos los lapsos de memoria son motivo de preocupación; algunos se deben a la falta de atención (perdiste tus llaves porque
estabas distraído cuando entraste por la puerta), la falta de sueño o incluso a ciertos medicamentos. Algo importante: la mayoría de las personas con amiloide en el cerebro viven una vida
sin demencia. Tener tau en el cerebro aumenta el riesgo, pero no al 100%. Según un estudio de modelación por computadora (en inglés) del 2018 que estimó las probabilidades de progresión de
la enfermedad basándose en el estado amiloide y otros factores como la edad y las tasas de mortalidad nacionales, menos de 1 de cada 4 mujeres de 75 años con una función cognitiva normal y
presencia de amiloide desarrolla demencia de Alzheimer durante su vida. Para hombres de la misma edad, esa cifra es 1 de cada 5. Se sabe desde hace décadas que muchas de las personas que
mueren con una cognición normal tienen "una cabeza llena de amiloide", dice Blacker. Para una mujer de 75 años con amiloide y tau en el cerebro, el riesgo de demencia por Alzheimer
durante su vida es más cercano a 1 de cada 3. "Muchas cosas deben ir mal para que algo tan importante como la cognición falle", agrega la Dra. Fanny Elahi, neuróloga y científica
de la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai, en Nueva York. "De hecho, somos muy resilientes". LOS RESULTADOS DE LAS PRUEBAS PUEDEN CAUSAR QUE LAS PERSONAS SE ALARMEN
INNECESARIAMENTE Cuando la gente escucha "enfermedad de Alzheimer", la mayoría se imagina la terrible afección que roba la memoria y las habilidades de pensamiento de una persona,
no un resultado de prueba anormal. La prueba de sangre mide la biología, dice Elahi. "No equivale a demencia. No significa que [aquellos que dan positivo] estén
'condenados'". Aun así, el impacto psicológico de las pruebas de biomarcadores en personas sin aparente deterioro es incierto. Algunos temen que revelar los resultados de las
pruebas pueda invitar a posibles discriminaciones relacionadas con el empleo, la vivienda y el seguro. Pero ya que "sabemos que hay biología que contribuye a la demencia relacionada con
el Alzheimer", agrega, una prueba le dice a alguien que tiene un mayor riesgo de demencia. Lo que la prueba no puede medir es cuándo alguien podría desarrollar una enfermedad que
cambie su vida, o si lo hará en absoluto. Aunque una prueba positiva no significa demencia relacionada con el Alzheimer, "una prueba negativa no significa que no desarrollarás un
trastorno neurodegenerativo diferente", escribió en un correo electrónico Daniel Press, neurólogo cognitivo del Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston. "Supongo que mi
principal consejo sería hablarlo con un experto antes de hacer [una prueba]".