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Para la mayoría, la aparición de canas es una parte ineludible de envejecer. Las primeras hebras canosas parecen aparecer alrededor de los 35 años para muchos, y no es raro ver que para los
50 la mitad del cabello ya está gris. Conocido por los científicos como canicie o acromotriquia, el encanecimiento es un fenómeno que se ha venido estudiando desde hace mucho tiempo y tiene
una variedad de causas. Primero, la buena noticia: no morirás de ello. En un estudio de 1998 publicado en The Journals of Gerontology, los investigadores no hallaron correlación alguna entre
la mortalidad y la cantidad de canas en una muestra aleatoria de 20,000 participantes de un estudio cardiovascular (enlace en inglés) a largo plazo que se puso en marcha en 1975 en
Copenhague, Dinamarca. PERO, ¿POR QUÉ NOS SALEN CANAS? A simple vista, el cabello luce blanco, plateado o gris debido a la ausencia de pigmentos que, de lo contrario, proporcionarían tonos
de negro, castaño, rubio o rojizo. En cada folículo piloso hay células, conocidas como melanocitos, que producen uno de dos pigmentos básicos —eumelanina o feomelanina—, dependiendo de tu
ADN. La eumelanina suele encontrarse en el cabello negro o castaño, mientras que la feomelanina se halla en el cabello rojizo, castaño claro y rubio. A diferencia de la melanina, que
determina el color de la piel, los pigmentos que se producen en el cabello normalmente tardan más en degradarse, lo que permite que el pelo mantenga su color a medida que crece durante un
promedio de 3.5 años, según un artículo publicado en el 2020 en la revista _Skin Appendage Disorders _(enlace en inglés). Las canas aparecen a medida que disminuye la cantidad de
melanocitos, pero exactamente cuándo esas células comienzan a disminuir es diferente para cada persona. No obstante, hay algunas tendencias generales. Según el artículo, “la aparición de
canas, por lo general, comienza alrededor de los 35 años para las personas blancas, casi a los 40 años para las personas asiáticos y a alrededor de los 45 años para las personas africanas”.
LA VIDA EXTRAÑA DE LOS MELANOCITOS Los científicos recientemente han arrojado nueva luz sobre lo que puede estar sucediendo con las células madre de los melanocitos a medida que los humanos
envejecen. La nueva teoría está respaldada por investigaciones (en inglés) reportadas en la revista _Nature_. Aunque el cabello en sí puede parecer una zona muerta, los folículos capilares
son un lugar lleno de vida. Es aquí donde se pueden encontrar melanocitos en movimiento, en particular cuando somos jóvenes. En su viaje, las células madre reciben señales (a través de
proteínas) que las transforman en fábricas de pigmentos que le dan color a nuestro cabello. Ese proceso, sin embargo, se interrumpe a medida que el cabello envejece, se cae y luego vuelve a
crecer repetidamente. Cuando eso sucede, un número creciente de melanocitos se atascan en lugares donde no reciben la señal necesaria para ponerse a trabajar, según la investigación
realizada en ratones de laboratorio. “Los nuevos mecanismos aumentan la posibilidad de que exista la misma posición fija de las células madre de melanocitos en los seres humanos”, dijo en un
comunicado Qi Sun, investigadora principal del estudio y becaria posdoctoral de Langone Health de la Universidad de Nueva York. “Si es así, presenta una posible vía para revertir o prevenir
el encanecimiento del cabello humano al ayudar a las células atascadas a moverse de nuevo entre los compartimientos de folículos pilosos en desarrollo”.