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29/05/2025 ACTUALIZADO A LAS 08:13H. El silencio gobernó el vuelo de vuelta que transportó al Real Betis desde Breslavia a Sevilla tras perder por goleada la final de la Conference League
ante el Chelsea. Los rostros serios se mezclaron con el cansancio durante la madrugada, dado que el avión salió poco más allá de las 2.00 y llegó a Sevilla alrededor de las 6.00 de este
jueves. La decepción por la derrota contrastaba con la ilusión de la ida, con lo ruidoso de la afición en las previas en las calles y con el ambientazo de la final. Pero la derrota dolió
mucho en verdiblanco y deja paso a una reflexión que también mantuvo en vilo a muchos durante toda la noche en el Airbus A-330. La expedición bética llegó al aeropuerto de Breslavia
directamente para embarcar a través de la zona VIP. El aeródromo estaba lleno de béticos que esperaban salir durante la madrugada. Había diez vuelos consecutivos con destino Sevilla. En el
avión del Betis hubo charlas individuales en la zona de primera clase del vuelo que copaban jugadores y directivos. Antes de partir hacían un aparte Fajardo, Alarcón y Adrián analizando lo
sucedido. Otros futbolistas estaban con sus familiares recibiendo y dando ánimos. Los rostros circunspectos no dejaban lugar a la duda, la derrota cierra una temporada que se llenó de
ilusión pero cuyo broche ha sido amargo: no alcanzó para ir a la Champions y perdió en la final ante el Chelsea. «De todo se aprende», decían en el cuerpo técnico. El club afrontó su primera
final continental y ahí tiene elementos para su crecimiento. Hace dos años, a la vuelta de Manchester tras perder con el United también por 4-1, la conclusión era que al Betis aún le
faltaba altura para alcanzar determinadas rondas competitivas. Aquello eran los octavos de final de la Europa League, esto ha sido una final de la Conference. El sueño hizo que varios
futbolistas se vencieran, sobre todo los que no habían disputado ningún minuto. A los que sí participaron les costó un poco más el descanso. Las oportunidad perdida rondaba las cabezas. Era
el momento de hacer historia. También la decepción generada a una afición que se entregó en masa al equipo y a la que todos los protagonistas se refirieron en sus comparecencias, desde
Pellegrini a Isco, Bartra y Adrián, todos capitanes. Abde y Ricardo caminaban con molestias por las lesiones que obligaron a que fueran sustituidos durante el encuentro. Pellegrini era el
que más familiares traía en la expedición y mostraba semblante muy serio. Ya en la rueda de prensa empezó a exigir que se mejore la plantilla en el verano para asumir retos nuevos. El Betis
quiere que el dolor de la derrota sirva como impulso para las siguientes victorias. En la expedición también se evidenció lo mal que había sentado el tweet del Sevilla felicitando a Maresca,
técnico del Chelsea, y se alabó la respuesta de Haro. En todo caso, una anécdota. El Betis mira desde ya a objetivos mayores. El ciclo indica que su ambición no se detiene aquí. Reportar un
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