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03/06/2025 ACTUALIZADO A LAS 09:34H. Una temporada de menos a más para un Córdoba que se consolida en Segunda. El conjunto blanquiverde ha firmado un curso de clara progresión, en el que
supo rehacerse tras un arranque lleno de dudas y falta de contundencia. Con el paso de las jornadas, EL EQUIPO GANÓ EN SOLIDEZ, competitividad y confianza, hasta sellar con holgura una
permanencia que, parecía complicada en una categoría repleta de equipos históricos. El Córdoba cierra un año de crecimiento que deja buenas sensaciones, bases firmes para mirar al futuro y
las necesidades por cubrir. El balance de la temporada no deja de ser positivo ya que el objetivo se ha cumplido con creces. El Córdoba regresaba al fútbol profesional cinco años después y
su meta principal era la de consolidarse en la categoría y conseguir la permanencia. Tras un complicado inicio de liga y una plantilla plagada de debutantes en Segunda, el equipo fue de
menos a más hasta tener UN FINAL DE TEMPORADA TRANQUILO y, por momentos, ilusionante. Le costó asentarse, pero Iván Ania volvió a sacar la mejor versión de sus jugadores por segundo año
consecutivo. El propio técnico asturiano comentó que tardaron en ganarse el respeto de la categoría, pero lo consiguieron. Pese a ser un recién ascendido y con una de las plantillas más
baratas de la categoría, el Córdoba llegó incluso a coquetear con el play off de ascenso. No fue posible finalmente, pero la ilusión se desbordó entre la afición cordobesista al ver como su
equipo ESCALABA POSICIONES en la clasificación. Es más, el juego que propuso Iván Ania se ganó el elogio de los técnicos de la categoría y de muchas aficiones que veían al Córdoba un rival
complicado una vez que ya se asentó en Segunda. Un sueño que se disipó, pero no ensucia la buena campaña de los blanquiverdes. La temporada no empezó con buen pie. El equipo no era capaz de
ganar lejos de El Arcángel y cada partido en su estadio era una final. Iván Ania lo sabía, pero también comentó que el equipo competía mejor «CON LA SOGA AL CUELLO». La primera victoria no
llegó hasta la quinta jornada ante el Deportivo. Antes de eso, cuatro empates y cuatro derrotas. El equipo no era capaz de ganar como visitantes, preso de los errores defensivos groseros que
llegaban por la falta de experiencia. Partidos dolorosos como los que disputó en el Martínez Valero de Elche y El Alcoraz de Huesca. PUNTO DE INFLEXIÓN El Córdoba parecía destinado a sufrir
por la permanencia, pero llegó un punto de inflexión en la recta final de la primera vuelta: el duelo ante el Levante. Un empate en el Ciudad de Valencia que demostró a los blanquiverdes SU
VERDADERO POTENCIAL. A partir de ahí, el equipo ofreció su mejor versión con una victoria en El Arcángel ante el Eibar y la primera como visitante en Oviedo. Un broche de oro al año en el
que el Córdoba comenzó a mirar hacia arriba en la tabla. La ilusión se pudo percibir en la afición blanquiverde que quería soñar con algo más. La segunda vuelta trajo un calendario a la
inversa. El Córdoba tenía que visitar a los equipos de la zona baja y recibir en El Arcángel a los gallitos de la categoría. Por tanto, el Córdoba pasó de ser el peor visitante a ser uno de
los mejores. Incluso llegó a enlazar DIEZ PARTIDOS CONSECUTIVOS puntuando a domicilio. Aun así, las sensaciones con los equipos de arriba eran mejores que en la primera vuelta. Sin embargo,
fue la falta de contundencia en las áreas lo que impidió que el equipo de Iván Ania sumase más en El Arcángel en la segunda vuelta. El pasado mes de febrero fue el responsable de mantener el
optimismo entre la afición cordobesista. Las victorias ante los rivales de la zona baja, que peleaban por el descenso, hizo que el Córdoba SELLASE VIRTUALMENTE SU PERMANENCIA en Segunda.
Tras eso, aún tenía dos meses por delante para intentar pelear por el play off. No era tarea sencilla, pero el conjunto blanquiverde demostró mucha superioridad en el campo. A veces no se
veía reflejado en el marcador, pero otras veces, El Arcángel pudo disfrutar de goleadas ante gallitos de Segunda como Granada (5-0) o Cádiz (4-2). Victorias que invitaban al optimismo. El
último mes de competición ha ensuciado la temporada del Córdoba. Tres derrotas consecutivas ante Burgos, Mirandés y Eibar que tiraron por tierra las opciones del Córdoba para colocarse al
menos en la pelea por el play off hasta las últimas jornadas. Con el objetivo cumplido, EL EQUIPO BAJÓ LOS BRAZOS y disminuyó su intensidad. El empate ante el Albacete de la última jornada
le dejó en la decimocuarta posición, siendo el recién ascendido con más puntuación. Un curso para recordar por la progresión del equipo y para sentar las bases del proyecto. Reportar un
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