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La Selectividad que arranca esta semana (los días 3, 5 y 5 de junio) será distinta de las anteriores. Cinco años después de que la pandemia que dejó a los estudiantes SIN IR A CLASE
PROVOCARA UNA SIMPLIFICACIÓN DEL MODELO, las pruebas de acceso ... a la universidad vuelven a ser diferentes y, podría decirse, que algo más complejas ya que entrañan algunos cambios. Este
año, además de cambiar por enésima vez de nombre (vuelve a llamarse Prueba de Acceso a la Universidad o PAU en lugar de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad EVAU), HAY
IMPORTANTES NOVEDADES QUE AFECTARÁN A LOS ALUMNOS que acaban de terminar sus estudios de Bachillerato y se enfrentan al examen del dependerá que consigan entrar en la titulación que quieren
estudiar. Los exámenes se celebran en todas las comunidades en las mismas fechas, con excepción de Canarias y Cataluña, que los hacen algo más tarde. Pero, sin duda lo más novedoso para los
jóvenes que ahora se enfrentan a estas pruebas, TRAS DOS AÑOS DE PREPARACIÓN, ES QUE LOS CAMBIOS que se han introducido en el modelo y que comienzan este año y seguirán de forma progresiva
hasta el año 2028 (esa es la previsión si ninguna ley ni un cambio de gobierno lo modifica) serán menos memorísticos porque se busca medir más las competencias. Hay que tener en cuenta que
se trata de un momento trascendental para los 51.928 estudiantes que realizan estas pruebas para acceder a la universidad. Este año se estrenará un nuevo modelo de examen que pasa por un
único formulario. LA OPCIÓN DE ELEGIR ENTRE EL A Y EL B PASA A LA HISTORIA. Se introduce un nuevo modelo de examen que pretende centrarse en la evaluación de competencias y la capacidad de
razonamiento y desarrollo. Y eso ocurrirá en todas las asignaturas. Cada materia tendrá un modelo único de ejercicio que se estructurará en diferentes apartados. Eso supone que entre el 20 y
el 25% de las preguntas serán de carácter obligatorio. En el resto existirá la posibilidad de elegir entre varias preguntas. Las preguntas podrán responderse con respuestas cerradas,
semiconstruidas o abiertas. La puntuación asignada a preguntas de respuesta abierta y semiconstruida debe alcanzar como mínimo el 70 por ciento de la calificación total. ¿Qué supone acabar
con los dos modelos? Lo más significativo de este cambio es que para aprobar HABRÁ QUE ESTUDIARSE TODO EL TEMARIO. Algo que acabará con la picaresca que se había instalado en estos exámenes
en los últimos años. La fórmula de prepararse uno de los dos siglos (el XIX o el XX) se había extendido en el examen de Historia de España e incluso había centros que sólo preparaban a sus
alumnos la mitad del temario ya que podían elegir según el modelo uno u otro. Eso ya no vale para este año porque habrá preguntas de todo el temario. También SE ACABÓ ELEGIR ENTRE EL TEXTO
LITERARIO Y EL PERIODÍSTICO como ocurría hasta ahora en Lengua. De hecho será un único examen en todas las materias aunque en algunos apartados se podrá incluir la posibilidad de elegir
entre varias preguntas. Esta elección no podrá implicar en ningún caso la disminución del número de competencias objeto de evaluación. Además de eso a la hora de corregir se será más
estricto con la ortografía. La ortografía se tendrá en cuenta pero no se aplicará la misma vara de medir a todas las asignaturas. Las faltas de ortografía penalizarán más en Lengua que en el
resto de materias. Se permitirán hasta dos faltas sin penalizar en todas las asignaturas excepto en Lengua, donde solo se admitirá una. Asimismo, LAS SANCIONES SERÁN DIFERENTES: un punto en
todas las asignaturas excepto en Lengua, en la que la mala ortografía se castigará con dos puntos sobre la nota final. Eso supone que las faltas de ortografía penalizarán hasta un 10% de la
nota en todas las asignaturas, incluyendo las de ciencias. En Lengua, la penalización puede llegar al 20 por ciento. Es decir, una nota de 10 se puede quedar en un 8 si no se respetan las
reglas ortográficas. LAS MATERIAS En la primera jornada los alumnos se examinarán de Lengua Castellana y Literatura II, Historia de España o Historia de la Filosofía y Lengua Extranjera. En
la segunda, según elección, Análisis Musical II, Dibujo Artístico II, Latín II, Matemáticas II y Ciencias Generales. El segundo examen será para Artes Escénicas II, Matemáticas Aplicadas a
las Ciencias Sociales II, Griego II y Dibujo Técnico aplicado a las Artes Plásticas y al Diseño II. Fiinalmente Física, Coro y Técnica Vocal II, Movimientos Culturales y Artísticos y Empresa
y Diseño de Modelos de Negocio. El tercer día los alumnos podrán examinarse de Dibujo Técnico II, Biología, Diseño, Geografía e Historia de la Música y la Danza. EL SEGUNDO EXAMEN SERÁ PARA
LENGUA EXTRANJERA, Técnicas de Expresión Gráfico-Plástica, Literatura Dramática y Química. El último examen será Historia del Arte, Geología y Ciencias Ambientales, Tecnología e Ingeniería
II y Fundamentos Artísticos. En cuanto al a duración de los exámenes, no hay novedades. Las pruebas que comienzan este martes SEGUIRÁN TENIENDO UNA DURACIÓN MÁXIMA ESTABLECIDA EN 90 MINUTOS.
El número y tipo de apartados, que a su vez se pueden dividir en preguntas o tareas, se adecuarán a esa duración. Se ha tenido en cuenta que los alumnos tendrán que dedicar un tiempo a la
lectura y análisis, así como a la planificación y ejecución de sus respuestas. ¿Cómo se han tomado estos cambios los estudiantes? Con el nerviosismo habitual el inherente al espíritu de la
prueba. Aunque las modificaciones que se inauguran en el presente curso crean algo más de presión añadida a los jóvenes. Sobre todo porque muchos de ellos, los que aspiran a las titulaciones
más demandadas, dependerán de unas décimas arriba su entrada en el grado deseado. Y eso que en la mayoría de los institutos los han preparado a conciencia para esos cambios. El director del
Instituto Politécnico en Sevilla, JUAN LUIS GALLARDO, asegura que en algunas materias llevan trabajando la evaluación competencial desde hace , lo que significa que conocen las técnicas. En
cualquier caso, la introducción de novedades, supone siempre un punto más de «incertidumbre» a la ahora de enfrentarse a un examen diferente que además no se hace en el hábitat al que están
acostumbrados; el colegio o el instituto. Es una prueba que se hace en la universidad y supone para muchos estudiantes el primer contacto con las aulas universitarias.