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El Gobierno de Estados Unidos ha adjudicado a finales del mes pasado un contrato para que el Gobierno de España arme drones Reaper ya adquiridos, que pueden portar misiles Hellfire y bombas
guiadas de precisión como las GBU-12 o las GBU-49, capaces ... de atacar vehículos, edificios reforzados y blancos móviles con gran exactitud. La elegida para PROVEER DE ESTE ARMAMENTO A
ESPAÑA es la empresa estadounidense General Atomics Aeronautical Systems Inc., con sede en la localidad de Poway, California. El contrato será de hasta 8,2 millones de dólares, unos 7,2
millones de euros, para armar los drones MQ-9A Reaper que ya opera España. La entrega completa será finalizada antes de junio de 2027. El contrato, firmado sin concurso público y bajo el
programa de ventas militares al extranjero (FMS, por sus siglas en inglés), incluye el suministro de piezas, programas informáticos y asistencia técnica para convertir los Reaper españoles
EN DRONES DE PLENO COMBATE. Hasta ahora, esas aeronaves —compradas en 2015 y operativas desde 2020— solo han realizado misiones de vigilancia. Los trabajos se llevarán a cabo en Estados
Unidos y deben completarse antes del 30 de junio de 2027. En el momento de la firma ya se han comprometido más de cuatro millones de dólares, según informa una fuente militar. La operación
está gestionada y coordinada por la Fuerza Aérea estadounidense, desde su base en Ohio. La decisión de España de adquirir drones Reaper se remonta a 2015. A finales de aquel año, con Mariano
Rajoy en el Gobierno, el CONSEJO DE MINISTROS AUTORIZÓ LA COMPRA de un sistema MQ-9 Predator B Block 5 compuesto por cuatro aeronaves, dos estaciones de control en tierra móviles y diversos
sensores y equipos de apoyo. En octubre de 2015 el Departamento de Estado estadounidense dio luz verde a la venta a España de cuatro MQ-9 junto a repuestos y equipos (incluyendo estaciones
de control, sistemas de puntería, radares y GPS integrados), en un paquete valorado en unos 243 millones de dólares. Tras la necesaria aprobación del Capitolio en Washington, el CONTRATO
INICIAL CON GENERAL ATOMICS se firmó y los primeros drones llegaron a España a finales de 2019, ya con Pedro Sánchez en el gobierno. La entrega final de todas las unidades se completó el 23
de noviembre de 2020, con la entrega de dos Reaper adicionales y una tercera estación de control y vigilancia. Las aeronaves fueron asignadas al 233 Escuadrón de la base aérea de Talavera la
Real de Badajoz, integrado en el Ala 23. En su configuración original, los Reaper españoles se destinaron exclusivamente a misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Aunque
técnicamente el modelo MQ-9 está DISEÑADO DESDE FÁBRICA PARA PORTAR ARMAMENTO aire-superficie (misiles y bombas guiadas), España optó inicialmente por adquirirlos todos desarmados. Por un
lado, SEGÚN PUBLICÓ ABC en su día, las Fuerzas Armadas valoraban su utilidad en operaciones de apoyo cercano y antiterrorista; por otro, existían consideraciones políticas, legales y
estratégicas sobre el empleo de drones armados. Durante varios años no se tomó ninguna decisión al respecto, y los Reaper españoles se limitaron a labores de reconocimiento tanto en
territorio nacional como en despliegues de vigilancia en el extranjero. Por ejemplo, en 2023 se estudió su primer envío operativo al exterior, en apoyo a la misión europea de lucha contra la
piratería en el Océano Índico a petición de la Administración Biden. A principios de 2023, EL EJÉRCITO DEL AIRE Y DEL ESPACIO CONFIRMÓ oficialmente su intención de armar los cuatro drones
Predator B en servicio en Talavera la Real. Según recogía la Revista de Aeronáutica y Astronáutica (publicación oficial del Ejército del Aire), a lo largo de 2023 comenzarían las gestiones
para incorporar armamento. El cambio de postura coincidió con el inicio de la invasion de Ucrania y las nuevas directrices de la OTAN a sus aliados, que han instado a reforzar capacidades
militares, especialmente las de «ataque a distancia». Hasta ese momento, ESPAÑA NO DISPONÍA DE NINGÚN DRON ARMADO, y en principio el Gobierno no había previsto integrar dicha capacidad en
los Reaper. Defensa decidió entonces que estos sistemas no tripulados debían evolucionar de una función meramente de vigilancia a desempeñar también un papel ofensivo, en línea con otros
ejércitos aliados . En septiembre de 2024, Estados Unidos autorizó la venta a España de los componentes clave para armar los drones Reaper: lanzadores de misiles M299, pilones BRU-71 y la
actualización del software de control en tierra. El paquete, valorado entonces en 10,5 millones de euros, se integró en un contrato logístico más amplio ya firmado con General Atomics. Poco
después, en noviembre, EL CONSEJO DE MINISTROS ESPAÑOL aprobó la compra del primer armamento letal para estos drones: serían misiles Hellfire. El Hellfire, usado ya por la Armada en
helicópteros, permitirá a los Reaper destruir con precisión vehículos, posiciones enemigas y objetivos blindados. Nunca hasta ahora un dron español había tenido esa capacidad.