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Los estudiantes madrileños que se presentan este año a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) han comenzado el día con un doble desafío: el de rebajar los nervios antes de los exámenes
más esperados del año y el de que el estrés a ... minutos de entrar no lo incremente el cierre parcial de la línea 6 de Metro de Madrid. Con casi una hora de antelación han comenzado a
llegar los primeros estudiantes al campus de Moncloa de la Universidad Complutense de Madrid. No es el día para tentar a la suerte. Alrededor de 40.000 jóvenes se examinan este martes en el
primer día de la Selectividad en la Comunidad de Madrid. Repartidos en las distintas universidades madrileñas, la Complutense es la que más estudiantes acoge y la principal afectada por los
trabajos en el suburbano madrileño. Hileras de personas caminan por la avenida Complutense en dirección a las facultades donde tendrá lugar el primer examen, el de Lengua castellana. Los que
han logrado sortear el tramo afectado por las obras salen de la boca del Metro, otros bajan con apuntes en mano de los autobuses del Servicio Especial (SE) de la EMT desplegado para cubrir
esta carencia, pero también hay quien llega en coches de familiares o en autobuses de los respectivos colegios. «Es el día más importante del año. Venimos con ganas de quitárnoslo de encima
y de demostrar lo que valemos», cuenta a este periódico Ricardo, que junto a sus amigos y compañeros de clase aguardan a las puertas del aulario de la Facultad de Químicas de la UCM. El
examen de Lengua es el que menos preparado aseguran tener estos jóvenes del lES Nuestra Señora de la Almudena, situado en el madrileño barrio de Tetuán, pero no van a repasar más: «Los
nombres propios y ya». Gileth, junto a su madre Yanina, espera a que llegue la hora de entrar al aula. «Estar con ella la tranquiliza. Es un momento muy importante», señala a ABC esta mujer,
que trata de recordar a la aspirante a una plaza en Psicología que hay que «quitarse ya los nervios de encima». Los estudiantes se recitan el temario entre sí a minutos de empezar, hacen
cálculos sobre supuestas notas que una vez salgan del aula no recordarán y se explican como dividirán los 90 minutos del examen para que les de tiempo a repasar los folios escritos. Palabra
por palabra ya que, sobre todo en el examen de Lengua castellana, deben tener especial cuidado con las faltas de ortografía. Con el nuevo modelo de examen, estas faltas podrán bajar la nota
hasta un 10% (un punto). El porcentaje de penalización se eleva hasta el 20% (dos puntos) en los exámenes de Lengua castellana o las lenguas cooficiales. Y la penalización alcanza el 15%
(1,5 puntos) en las pruebas de lenguas extranjeras. Además, los ejercicios de la nueva Selectividad tendrán un enfoque menos memorístico y más «creativo» y sólo un 30% de las preguntas
podrán ser de respuesta cerrada. Además, un 20-25% de la calificación de cada examen vendrá de preguntas «competenciales», esto es, que requieran de respuestas más reflexivas.