Sergi doria: el doctor sánchez contra el doctor zamenhof

Sergi doria: el doctor sánchez contra el doctor zamenhof

Play all audios:

Loading...

Los siete años de sanchismo están saliendo muy caros a la cohesión del Estado y sus instituciones. Las deudas del presidente resistente con sus valedores comunistas y nacionalistas las


comenzó pagando el poder judicial: supresión del delito de sedición, indultos y amnistía a los ... golpistas de 2017. Las pagan las empresas públicas con la descarada política de puertas


giratorias para recolocar a militantes propios y de los asociados: ¡y nos quejábamos del franquismo con sus exministros en el INI! Pagan también empresas privadas y autónomos: reducción de


la jornada laboral ignorando la idiosincrasia de cada sector productivo. El resistente y sus veintidós ministerios de propaganda con Albares a la cabeza -o de cabeza- han sudado la camiseta


para que la UE incorpore como lenguas oficiales al catalán, el gallego y el vasco. Esta izquierda de orígenes internacionalistas que promueve nacionalismos lingüísticos pondría de los


nervios al doctor Zamenhof, creador del esperanto, asiduo de los ateneos racionalistas. Aquella lengua derivada del latín y el griego perseguía justamente lo contrario: evitar las


confrontaciones nacionalistas que desangraron Europa. Conviene recordar que el primer congreso esperantista en España tuvo lugar en Barcelona en septiembre de 1909, poco después de la Semana


Trágica. Alfonso XIII nombró a Zamenhof Comendador de la Orden de Isabel la Católica. Se contabilizan en Europa ochenta y cuatro lenguas de las que veinticuatro son oficiales. Promover las


sesenta restantes, cincuenta millones de hablantes, el diez por ciento de la UE, ocupa a las entidades nacionalistas que hacen de ese reconocimiento su razón de ser: cada uno se gana la vida


como puede y si pillas subvenciones, mejor. El pasado martes, mientras todo el país seguía el serial de la presunta 'fontanera' socialista en conciliábulo con abogados amorales y


empresarios delincuentes para desprestigiar a la UCO -el PSOE desearía convertirla en epígono del SIM-, Plataforma por la Lengua y Òmnium Cultural vivían sus primeros quince minutos de


gloria desde el 'procés'. Aquellos años amarillos cuando cada día era histórico y, parafraseando al plomizo Martí Pol, todo estaba por hacer y todo era posible. Pero lo más


patético fue ver a los socialistas impostando una emoción que no sienten. Los mismos que antes de la endiablada aritmética que los pone en cada votación a los pies de Puigdemont lo del


catalán en Europa se la traía floja. Albares sabía que la cosa no iría bien: se precisa una unanimidad a la que no ayuda la situación geopolítica. Si entran el catalán, el gallego y el


vasco, querrán entrar también corsos, bretones y alsacianos (rumiaban los franceses). Y sardos, friulianos, napolitanos y sicilianos (pensaba Meloni acordándose de la Padania secesionista).


Así, hasta sesenta lenguas regionales, minoritarias o minorizadas. Y lo que es peor, las minorías rusófonas en Finlandia, Letonia, Estonia y Lituania o la población turca de Alemania. Ahora


dicen que votará por San Juan. Albares confía en que lo del catalán, el gallego y el vasco en Europa caerá cual fruta madura en el solsticio. Y si no ocurriera, la culpa de todo será del PP


y sus conspiraciones 'catalanofóbicas'. Feijóo está inhabilitado para gobernar, sentenció Illa. El 'president' ha dejado de cultivar el bilingüismo de la campaña


electoral cuando se autoproclamó sucesor de Tarradellas. Solo habla en catalán y nada dice de las multas por no rotular o los buzones para la delación lingüística. Y a los catalanes


constitucionalistas con su tabarra del 25 por ciento de castellano en la escuela que les den. Las servidumbres por las deudas de Sánchez con Junts y Esquerra incluyen dar la nota en Europa.


Ciento cincuenta millones anuales en traductores. ¿Doctor Zamenhof? Connais pas!