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Después de un domingo con ataques masivos de Ucrania contra Rusia con drones, sin precedentes por su intensidad, alcance y carácter estratégico, al golpear aeródromos con bombarderos de
capacidad nuclear, este lunes varias regiones rusas han vuelto a amanecer con aparatos aéreos no tripulados ... sobre el cielo. Mientras, en Estambul las delegaciones rusa y ucraniana se
disponen a abordar la segunda ronda de contactos para intercambiarse las hojas de ruta o memorándums con sus respectivas visiones de lo que hay que hacer para lograr poner fin al conflicto.
Varios de los negociadores ucranianos han llegado vestidos de uniforme militar de campaña. Según el parte matinal del Ministerio de Defensa rusa, los sistemas de defensa antiaérea lograron
derribar durante la noche del domingo al lunes un total de 162 drones sobre las regiones de Kursk, Bélgorod, Lípetsk, Vorónezh, Briansk, Riazán, Oriol y Tambov. También sobre la anexionada
Crimea. La región más afectada ha sido Kursk, en donde fueron abatidos 57 drones y cuyo gobernador interino, Alexánder Jinstéin, reporta incendios en viviendas. En Vorónezh, según el
gobernador Alexánder Gúsev, los fragmentos de los aparatos derribados dañaron tendidos eléctricos e interrumpieron el tráfico en la autovía M-4. El Ministerio de Defensa ruso no ha informado
de ataques contra la región de Sarátov, en donde se encuentra una de las bases aéreas más importantes del país, la de Engels-2, que aloja BOMBARDEROS ESTRATÉGICOS TU-160 Y TU-95MS, capaces
de portar armamento nuclear. Sin embargo, el gobernador local, Román Busarguin, ordenó este lunes desconectar internet a la telefonía móvil. Según sus palabras, «esto es necesario para
garantizar la seguridad, pido comprensión». El aeródromo de Engels-2 ha sido objetivo recurrente de los ataques ucranianos y hay temor de que, tras los bombardeos del domingo contra cinco
bases aéreas rusas en distintas regiones, incluida Siberia, que se encuentra a muchos miles de kilómetros de Ucrania, Sarátov pueda estar en los planes de ataque de Kiev. Investigadores
militares rusos se han dedicado este lunes a recoger restos de los drones ucranianos derribados en Kursk para su análisis, según informó el gobierno regional. Al parecer, se trata de
intentar determinar el lugar de fabricación y almacenaje de estos aparatos aéreos, que el domingo fueron disparados desde camiones de transporte civil contra los aeródromos. Se sospecha que
los drones pudieron ser ensamblados y almacenados dentro de Rusia. Están siendo además interrogados los conductores de los camiones desde los que se lanzaron los drones. Uno de ellos según
el canal de Telegram Baza, ha confesado que recibió el encargo de trasladar desde la ciudad de Chelíabinsk, en los Urales, a Múrmansk, en la península de Kola, cuatro contendores de madera,
en cuyo interior se encontraban los drones aunque él sostiene que no lo sabía. Pero, durante el viaje, recibió una llamada telefónica de un desconocido que le indicó en dónde y a qué hora
tenía que hacer una parada. Fue una gasolinera de Rosneft cerca de la base aérea de Olenia. Cuando paró, desde el interior del vehículo empezaron a volar los drones que devastaron las
aeronaves rusas. Bases aéreas rusas atacadas con drones Ryazan (981 km) Distancia desde Kiev Ivanovo (1.042 km) Murmansk (2.072 km) Irkutsk (6.117 km) Amur (8.322 km) Kazajistán Fuente: The
Washington Post y elaboración propia / ABC Murmansk (2.072 km) Ivanovo (1.042 km) Ryazan (981 km) Amur (8.322 km) Bases aéreas atacadas con drones (distancia desde Kiev) Irkutsk (6.117 km)
Kazajistán Fuente: The Washington Post y elaboración propia / ABC Historias similares relataron los conductores de otros camiones con destinos a Irkutsk (Siberia), Riazán, Ivánovo y Amur.
Todos partieron de Chelíabinsk, por lo que la Policía ha estado buscando allí el lugar en donde se almacenaron los ingenios voladores ucranianos. Uno de los hangares supuestamente utilizado
para ello ha sido hallado completamente vacío, aunque los arrendadores del inmueble han sido arrestados. La región de Amur, a más de 8.000 kilómetros de Ucrania, también era uno de los
objetivos. Allí se encuentra el aeródromo de Ukrainka, pero no llegó a ser atacado porque el camión se incendió antes de soltar los drones.