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Publicado por Alvaro Soto Madrid Creado: 02.06.2025 | 03:30 Actualizado: 02.06.2025 | 03:30 El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se afanó este domingo en ampliar su territorio
electoral hacia la derecha y hacia el centro, en busca de los diez millones de votos que considera suficientes para llegar a La Moncloa, arremetiendo contra Vox, contra las cesiones del PSOE
a los independentistas y contra la «mafia» socialista. En un acto multitudinario en Madrid en el ecuador de la legislatura municipal y autonómica, Feijóo presumió de la fortaleza de su
partido, cerró filas con la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y se alejó claramente de los partidos nacionalistas, única llave en una posible moción de censura contra Pedro
Sánchez, al anunciar una batería medidas para su futuro Gobierno centradas en penar los delitos de sedición y malversación. Feijóo marcó distancias con Vox y pidió a los votantes de la
derecha «que no se dejen impresionar por los que nunca han gobernado». «No me voy a dejar influir por los que dicen que dé más caña", aseguró el líder popular, que pidió al electorado
afín «no perder el tiempo» porque él es «la única alternativa al sanchismo». «Nosotros, con nuestra personalidad, vamos a liderar esa alternativa, y no le vamos a dar a Sánchez el relato que
está buscando", afirmó para zafarse de la presión de aquellos que le reclaman una oposición aún más dura, siguiendo la senda de Vox. Aun así, Feijóo se mostró implacable con el
Gobierno de Pedro Sánchez, al que equiparó con los «regímenes autoritarios». «Se molestan si decimos que son una mafia, pero ¿cómo quieren que les llamemos, hermanitas de la caridad?",
se preguntó, antes de denunciar los ascensos a funcionarios corruptos, de los que alardeaba la 'fontanera' Leire Díez en sus conversaciones, o el acoso a jueces y periodistas.
«Ellos están en los bajos fondos y ellos han convertido la política en una cloaca", proclamó, en un mitin en el que no hubo alusión alguna al procesamiento por presunto fraude fiscal
del novio de Ayuso. Pero además de su flanco derecho, el presidente del PP también quiso cortejar a los votantes más centristas y a los desencantados del PSOE con un llamamiento a la «gente
honrada» y con continuas apelaciones a un futuro Gobierno «limpio, decente y honesto». «Tengo una idea de España y cuantos más españoles la conozcan, mejor", dijo para conceder la mayor
importancia al congreso del PP de este julio. Antes, otra fecha sobresale en el calendario popular, la concentración del próximo domingo en Madrid. Feijóo reclamó la mayor movilización
posible para esta cita, que va a ser «un gran grito", pero «no una protesta del partido» (no va a haber siglas), sino «una defensa del país». Y ante la inviabilidad hoy de una moción de
censura contra Sánchez avalada por Junts, el jefe de la oposición envió un mensaje a los secesionistas —también a Bildu— al incidir en que revocará si llega a La Moncloa las concesiones en
el Código Penal al separatismo. Prometió recuperar el delito de sedición, incrementar las penas por la malversación y prohibir los indultos por corrupción. Además, anunció que su futuro
fiscal general del Estado se elegirá «con el informe favorable del Consejo General del Poder Judicial» y que no permitirá «que los terroristas vayan en las listas electorales». Durante su
intervención, Feijóo resaltó en varias ocasiones su sintonía con Ayuso. «El que tiene un problema con el PP de Madrid no soy yo, es La Moncloa", dijo el presidente nacional de los
populares. La presidenta madrileña también se mostró cercana a Feijóo, al que agradeció su capacidad para «atender a todos». Sí fue más dura que él al apelar incluso a Europa para actuar
contra Sánchez. "Tanto que mira a Hungría o a Turquía, la Unión Europea debería parar ya a este autócrata. ¿Qué más tiene que hacer Sánchez?", clamó Ayuso, que acusó a los
socialistas de amplificar el ruido para que la ciudadanía se rinda. También criticó al presidente del Gobierno por «desguazar el Banco de España", por «hundir el prestigio» de
Telefónica, de Correos o del CIS y por «dejar por los suelos» la imagen del aeropuerto de Barajas. Pero las palabras más duras de Ayuso se dirigieron hacia los partidos nacionalistas, a los
que acusó de aprovecharse de los casos de corrupción del Gobierno y de la debilidad de Sánchez. Dijo que el PNV se mueve «como lagartijas» para «colarse» en el poder, que a Junts, «cuanto
peor le vaya al Gobierno, mejor para ellos", y que para Bildu, todo esto son «chiquilladas». Ayuso lamentó que Sánchez trate de hacer ver que en el País Vasco y Cataluña «todo va
bien", en contraposición a los «extremistas de Madrid». «Y lo que pasa es que en el País Vasco y Cataluña no hay libertad, no se puede ir con una camiseta de España, del Real Madrid o
del Atlético de Madrid sin que te digan algo", aseguró. También arremetió contra la ministra de Sanidad, Mónica García, a la que ha acusado de «frivolizar» con la droga y «blanquearla».
«Se meten con nuestras cañitas. Pues sí, aquí nos gustan las cañitas y el vino, y a la ministra de Sanidad le gustan los porros y a mí me gusta la fruta", dijo Ayuso. AYUSO: "EN
EL PAÍS VASCO Y CATALUÑA NO SE PUEDE IR CON UNA CAMISETA DE ESPAÑA, DEL REAL MADRID O DEL ATLÉTICO SIN QUE TE DIGAN ALGO"