Play all audios:
La industria auxiliar andaluza se erige como la auténtica protagonista del incremento de ventas y empleo que el sector aeroespacial andaluz registró en 2015. Las pequeñas y medianas empresas
que conforman el tejido regional fueron las que salvaron el año ante la atonía de las tractoras, fundamentalmente, Airbus y su filial Airbus Defense and Space (D&S). El balance del
ejercicio pasado, recogido en el Informe del Sector Aeroespacial en Andalucía 2015 elaborado por la Fundación Hélice y presentado ayer en Sevilla, fue satisfactorio: se crearon cuatro nuevas
empresas, hasta llegar a las 118; la facturación subió un 4,5%, hasta superar los 2.340 millones; y se rozaron los 14.000 empleos totales tras la generación de más de 1.000 puestos de
trabajo en un ejercicio. Es más, el efecto multiplicador de esta industria, por cada trabajo directo hay tres indirectos, llevó a que unas 50.000 familias estuvieran vinculadas a la misma.
Pero si miramos la letra pequeña, se aprecia que este ascenso tuvo un claro motor: la cadena de suministro, es decir, los subcontratistas y los proveedores de primer nivel (tier one). Así,
en el terreno de la facturación, este tejido elevó sus ventas un 13,1% en 2015, mientras que las empresas tractoras sufrieron un parón -su negocio cayó un 0,9%-. Y, en el capítulo laboral,
incrementaron sus plantillas un 9,8%, casi tres veces más que los grandes fabricantes (3,7%). Esto significa que las firmas auxiliares aportaron 932 empleos de los 1.052 creados en 2015, y
el total de la ganancia de ventas, de 100,1 millones, ya que las tractoras perdieron ingresos -un año antes, en 2014, sí los aumentaron un 7,5%-. Pese al mejor comportamiento del tejido
aeronáutico andaluz, en la foto fija, los grandes fabricantes aeroespaciales, Airbus y Airbus D&S, siguieron representando la parte más grande del pastel, con un volumen de negocio de
1.373 millones de euros frente a los 971 millones de las auxiliares. En empleo, sin embargo, los proveedores se llevaron la palma con 10.430 puestos de trabajo, tres veces más que los
contratados por las tractoras (3.310). En conjunto, la contribución del sector aeroespacial al Producto Interior Bruto (PIB) andaluz aumentó del 1,58% al 1,62%. En el mapa español, las
cifras globales registradas por el sector en Andalucía en 2015 la consolidan como segunda comunidad en importancia dentro de esta industria, tan sólo por detrás de Madrid, ya que aporta el
24,3% del negocio total y el 32,5% del empleo. La tercera plaza en el ránking se la disputan Castilla-La Mancha y País Vasco. Pero la cosa no se queda ahí, pues Andalucía puede presumir de
otra realidad: evoluciona mejor que la media española. Así lo pone de manifiesto el hecho de que la región duplicara en 2015 el ritmo de crecimiento nacional tanto en ingresos, un 4,5%
frente a un 2,6%, como en empleo, 8,3% versus 4,5%. La cruz a todos estos datos la pone la excesiva dependencia del negocio aeronáutico andaluz de un solo cliente: el grupo Airbus, ya sea
con su filial civil como la de aviones militares. Y es que las ventas a otros fabricantes como Boeing, Embraer o Bombardier apenas suponen un 4% del total. Y, dentro del constructor
aeronáutico europeo, el modelo estrella para Andalucía es el avión militar A400M, a pesar de las dificultades que atraviesa desde hace año y medio, cuya planta de ensamblaje final se
encuentra en Sevilla. Un factor determinante que provoca que este programa sea el más relevante de todos, al aportar el 26% de la facturación, seguido de los productos propios CN235 y C295,
que representan el 23%. A gran distancia están las aeronaves civiles A380 y A350, pero que empiezan a elevar su aportación gracias a que están entrando en la fase de ramp-up o aceleración de
la producción. Ahora suponen un 6% y un 7%, respectivamente. Esta fuerte vinculación de Airbus con Andalucía también tiene su parte positiva. Y es que la compañía realizó una inversión
directa en la comunidad en 2015 de 80 millones de euros, sobre todo en actividades de I+D (investigación y desarrollo), según avanzó Pedro Montoya, secretario general de Airbus Group en
España, durante el acto de presentación del informe en Aerópolis (La Rinconada). Otro de los retos a los que se enfrenta el sector en la región es potenciar áreas de mayor valor añadido. El
peso de las aeroestructuras y el montaje de aviones es aplastante (74% de las ventas) "porque es el corazón de nuestro conocimiento", pero en palabras del presidente de Hélice,
Joaquín Rodríguez Grau, "deberíamos ir a otras actividades como las de equipos y sistemas, que nos abrirían un futuro muy prometedor". Al evento también acudió la presidenta del
Gobierno andaluz, Susana Díaz, que sacó pecho por la fortaleza del sector aeroespacial y presumió de que la productividad de las empresas auxiliares se incrementó en 2015, hasta los 93.000
euros por empleado, factor que demuestra la competitividad del tejido regional y lo hace atractivo para las compañías tractoras. Asimismo, resaltó que esta industria "ha ayudado a
cambiar la imagen de Andalucía en el exterior y mostrarla como una comunidad con una economía y unos profesionales capaces de acometer proyectos de envergadura". "Sólo hay diez
países en el mundo capaces de poner un avión en vuelo, y Andalucía tiene un papel imprescincible en este escenario, aprovechémoslo", sentenció.