Pendones, gaitas y emoción en una visita real histórica a brañosera (palencia)

Pendones, gaitas y emoción en una visita real histórica a brañosera (palencia)

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Los descendientes de Valerio, Félix, Zonio, Cristuévalo y Celvello (primeros pobladores de Brañosera) regresaron ayer al pueblo de sus ancestros para vivir un acontecimiento histórico a la


altura de aquel 13 de octubre de 824, cuando se rubricó la Carta Puebla. Esta vez no fueron unos condes, sino los mismísimos Reyes de España, que con su presencia dieron visibilidad al


primer Ayuntamiento del país, un lugar reducido en tamaño pero inmenso en trascendencia histórica. Centenares de vecinos se agolpaban en las calles del pueblo, engalanadas con banderas de


España, que aportaban aún más vistosidad a este rincón de la España vaciada bello en sí mismo con verdes paisajes, casas de piedra y bosques milenarios, hogar de osos pardos, gatos monteses


y urogallos. «¡Viva el Rey!», gritaban los allí presentes, que tuvieron la oportunidad de saludar e incluso hacerse fotografías con los Monarcas, que se mostraron cercanos, amables y muy


simpáticos. Los curiosos aguardaron pacientemente la llegada del jefe del Estado y su esposa, desafiando las frías temperaturas de una mañana que amenazaba lluvia y en la que acabó luciendo


sol. Esas condiciones climatológicas adversas impidieron a los Reyes completar el viaje desde Madrid en helicóptero, tal y como estaba previsto, y reemplazarlo por el avión. Así, finalmente


volaron hasta el aeropuerto de Santander y, desde allí, en coche oficial hasta Brañosera. Este retraso obligó también a cancelar la visita prevista, al finalizar el acto, al Mirador de los


Grullos. Pendones, gaitas y emoción en una visita real histórica - Foto: Óscar Navarro La primera parada fue la casa consistorial, donde firmaron en el Libro de Honor  y recibieron un


facsímil del Fuero de manos del alcalde, Jesús Mediavilla. En este mismo escenario, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, les hizo entrega de una medalla conmemorativa, un


libro y un pergamino. A la salida, completaron a pie los escasos metros que separan el Ayuntamiento del Mirador de Argilo, epicentro del acto institucional, presentado por la periodista de


Onda Cero Palencia Ana Herrero, con quien la Reina compartió unos minutos de conversación al finalizar el evento. La nota de color la puso una treintena de pendones concejiles llegados desde


otros tantos pueblos de Palencia y León, además de las banderolas conmemorativas de la Carta Puebla y las que colgaban de las viviendas con los apellidos de las familias del pueblo.


Pendoneros como Roberto, desde Poza; Inmaculada, desde Cervatos; o Evaristo y Marimar, desde Guardo, destacaron la transcendencia de este viaje real. «Es muy importante que conozcan el medio


rural», subrayaron. La animación musical corrió a cargo de los Gaiteros de Naveda, muestra de la comunión entre Brañosera y Cantabria, al otro lado de la montaña. De su mano sonaron durante


buena parte de la mañana temas tradicionales de todos los tiempos, entre los que no pudo faltar Asturias, patria querida, en honor a Doña Letizia, que lució para la ocasión un traje de


chaqueta-pantalón de color burdeos. Cerca de allí, un grupo de escolares entregó a la Reina unos dibujos pintados por ellos. «Han sido encantadores los dos. Para Brañosera, su visita es muy


importante. Es un día muy emocionante», relataba la familia Calderón, que acudió en bloque desde Reinosa (Cantabria), aunque descienden del pueblo y de Porquera. Como ellos, centenares de


personas a pie de calle llegaron hasta el lugar de celebración en uno de los seis autobuses habilitados por la organización desde Barruelo. «Es la primera vez que les vemos en persona. El


pueblo está precioso y actos como este ayudan a darle visibilidad», comentaban los cinco hermanos García de Paz, ubicados en un lugar privilegiado para no perderse detalle. La última parada


de los Reyes antes de regresar a La Zarzuela fue el restaurante Cholo, una institución en el sector hostelero más que una simple casa de comidas. «Es algo que jamás me hubiera imaginado.


Hablar con el Rey es maravilloso», comentaba su propietario, Benjamín, que cumplirá 88 años en noviembre, y que no dudó en compartir con Su Majestad el que durante décadas ha sido su plato


estrella: garbanzos con almejas y gruños. Entre los invitados se encontraban presidentes de las diputaciones de Castilla y León; la alcaldesa de la capital, Miriam Andrés; diputados;


senadores y ediles. Estuvieron presentes, igualmente, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán; el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; los consejeros Carlos Fernández


Carriedo y Luis Gago; el delegado del Gobierno, Nicanor Sen; y la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Ángeles Armisén.También representantes del mundo


empresarial como la presidenta de Galletas Gullón, Lourdes Gullón, que acudió con la presidenta de honor, María Teresa Rodríguez, y el director corporativo, Paco Hevia. Y vecinos del pueblo,


que sintieron como propio un día que ya forma parte del latido de la historia, y que destacó también por el despliegue de guardias civiles, bomberos y Protección Civil.