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Comenta Compartir La plataforma Filmin celebra la décima edición de su festival 'on line', Atlántida Film Fest, que ofrece más de cien películas europeas que se pueden disfrutar
desde casa hasta el 27 de agosto. Lo hace con los mejores datos de la muestra, acumulando más de 150.000 espectadores, de los cuales 8.500 acudieron a su cita presencial en Palma de
Mallorca, que tuvo a Stephen Frears como invitado de honor. Atlántida es un artefacto cultural capaz de sacar a cualquiera del ostracismo cinematográfico y este año vuelve a emprender una
radiografía de Europa abarcando ciclos sobre las fronteras, la memoria histórica o la identidad. Es el caso de una de los filmes más aclamados de esta edición, el documental noruego 'La
pintora y el ladrón', que narra una increíble amistad a raíz del robo de unos cuadros en una galería de Oslo. También de Noruega llega 'Cuidado con los niños', muy valorada
por aportar una visión humanista aterrizado en un conflicto escolar. Merece la pena dejarse caer por el ciclo dedicado a los fotógrafos de guerra, con documental y ficciones como
'Camille' o 'Sympathy for the devil', protagonizada esta última por Niels Schneider, uno de los actores fetiche de Xavier Dolan, ya más entrado en años. Hay mucha música
en 'Oh les filles!', documental sobre el rock francés femenino, con la presencia de Charlotte Gainsbourg, Vanessa Paradis, Lou Doillon o Françoise Hardy. Y el hedonismo y el techno
en 'Ex', una extraña mezcla de géneros sobre los baños de Berlín y donde todo transcurre allí, en los retretes. Otra cinta glorificada, ya en el terreno de la ficción, es la
sudafricana 'Moffie', un cruce entre historia de descubrimiento sexual y película bélica (anti ejército), narra la historia de un gay cumpliendo el servicio militar obligatorio en
Suráfrica a principios de los 80, en pleno apartheid, rodada con sensibilidad, aunque a veces se añore más contundencia y menos recursos. Sí que hay intensidad, aunque no sexual, en
'Surge', un frenético thriller del subgénero psicótico protagonizado por Ben Whishaw, que lo hace tan bien que por este trabajo fue premiado en Sundance: muchas películas de
Atlántida vienen con un currículum de premios y nominaciones obtenido en muchos festivales de cine de todo el mundo, de Locarno a Tribeca. En Atlántida hay atenciones para el cine
experimental que quedan reflejadas en la experiencia sensitiva que propone 'Last and first men', ensayo póstumo del compositor islandés Jóhann Jóhannsson, narrado por Tilda
Swinton. Su hija, Honor Byrne, se estrenó como actriz en una película británica muy defendida por la crítica 'The Souvenir', que llega a España de nuevo de la mano de este
festival, una recuperación que también sucede con 'Water Lilies', de 2007, el primer trabajo de la directora de 'Retrato de una mujer en llamas', Céline Sciamma. La
dureza visual continúa con 'The Children of the Death', muda, filmada en Super-8 y producida por el director austríaco Ulrich Seidl, o 'Bait', un drama rodado de forma
anacrónica, en blanco y negro y en formato cuadrado. Si se quiere experimentación pero con ligereza, en el cartel hay películas como 'Play', una simpática historia de archivo
encontrado en VHS que retratan media vida (y un Erasmus en Barcelona), o 'End of love', una historia de amor rodada con videollamadas de Skype. Otra incisiva disección de una
pareja es 'Pink Wall', dirigida por uno de los protagonistas de 'The Weekend', Tom Cullen, y protagonizada por uno de los hermanos de la serie 'Transparent'.
Aquí encontramos un poco de humor, porque no todo va a ser ponerse serios y pasarlo tan mal como con 'Tench', sobre el abuso de menores desde la perspectiva del maníaco. Una de las
películas más divertidas de Atlántida es 'Thalasso', un mano a mano en un spa entre Michel Houllebecq y Gérard Depardieu, que parece que se lo pasaron muy bien haciéndola, y que
sirve como secuela de aquel delirante secuestro del escritor. Y habrá más comedias: hay que perderse en este festival que lleva diez años haciendo del cine en casa una experiencia mejor.
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