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pilar vidal Miércoles, 2 de diciembre 2020, 00:18 | Actualizado 02:01h. Comenta Compartir La Señora Herrera, como la llaman todos, se ha convertido en 'trending topic' por unos
comentarios que algunos consideraron desafortunados, pero que solo ella, a sus 81 años y siendo una de las diseñadoras más respetadas del mundo, puede hacer. En realidad se trata de una
entrevista que concedió hace dos años al 'Daily Mail' y que ahora ha rescatado la revista 'Vanidades'. La diseñadora venezolana dice que «solo las mujeres sin clase
llevan el pelo largo a partir de los 40 años», algo que no ha sentado nada bien entre muchas de sus seguidoras, que no han tardado en responder con comentarios como que «la clase no está en
el pelo, está en lo que oculta este», o le han puesto como ejemplo a la Reina Letizia o a su propia hija Carolina Herrera Jr, que lucen largas melenas. Pero no es la única recomendación
incómoda que se atreve a dar. Para ella hay prendas prohibidas a partir de una determinada edad. «Las minifaldas son para jovencitas, así como los bikinis. Yo los dejé a finales de los 40,
principios de los 50. Y no uso vaqueros porque son para gente joven». Es muy crítica con las 'influencer' y las mujeres que usan transparencias, de las que dice: «Lo peor son las
mujeres que salen casi desnudas. Las 'influencer' no marcan el estilo de la moda, solo tienen el estilo del dinero». Y es que quien para muchos es la emperatriz de la elegancia no
las invita a sus desfiles ni cuenta con ellas. Su mejor escaparate han sido las primeras damas (Jackie Onassis, Michelle Obama) o actrices como Nicole Kidman o Renee Zellweger, a la que
vistió para el estreno de 'Bridget Jones'. En la reina Isabel II, además de una clienta fiel, tiene una amiga. «No puedes compararla con nadie. Ella está sola, en lo más alto. Es
una mujer increíble, tenemos suerte de tenerla», dice. También la duquesa de Cambridge es fan de sus abrigos de lana, e incluso su cuñada, Meghan Markle, cayó rendida a sus elegantes
diseños. Por eso la polémica parece que no afectará nada a su imperio femenino valorado en más de mil millones de euros. La aristócrata diseñadora tiene un sexto sentido más que acreditado
de lo que le gusta a las mujeres. Nunca ha mentido sobre su edad, y reconoce abiertamente haber recurrido al bótox alguna vez para mantener la piel limpia y fresca. Su elegancia es innata.
Ya acudía a los desfiles de Balenciaga con 13 años y fue una de las musas del legendario club nocturno neoyorkino Studio 54, donde Warhol la inmortalizó. Y aunque su ropa ultrafemenina puede
estar fuera del alcance de muchos, ella es de las que defiende que «algunas mujeres pueden gastar miles de euros en ropa y no verse elegantes en absoluto, y luego ves a otra con un vestido
que no cuesta nada y sí lo está». Más allá de la moda tiene otra vida: un esposo, cuatro hijos, doce nietos y seis bisnietos. Pero sigue activa y polémica y no piensa en jubilarse. Comenta
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