Play all audios:
Sábado, 10 de abril 2021, 01:04 Comenta Compartir Desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lo tenían claro desde un principio y a la pregunta de por qué había que
desarrolla vacunas contra el Covid en España, la respuesta era clara: porque se necesitan más y mejores y, «porque tenemos tejido científico suficiente como para dar el salto tecnológico y
abordar el diseño y la producción propia de vacunas para no depender de multinacionales extranjeras», aseguran Mercedes Jiménez y Nuria Campillo, investigadoras del Centro de Investigaciones
Biológicas Margarita Salas, y Matilde Cañelles, del Instituto de Filosofía, ambos del CSIC en una publicación fechada este 6 de abril. En concreto, hay tres proyectos en fase preclínica
dirigidos por investigadores que, a pesar de que ya han pasado la edad de jubilación han decidido volver a los laboratorios ante la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Estos
tres proyectos tienen en común que buscan no solo evitar la mortalidad o el Covid con sintomatología grave, sino eliminar la transmisión del virus en personas contagiadas tras la vacunación.
Lo que en el CSIC llaman «vacunas esterilizantes». El CSIC se muestra confiado en que algunas estarán ya en producción este año «a la vista de cómo marcha el trabajo». EL 'VIRIÓN
SINTÉTICO' Así han denominado al proyecto del químico y virólogo Luis Enjuanes e Isabel Sola en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), que hoy por hoy es uno de los más
innovadores. Como explican Mercedes Jiménez, Nuria Campillo y Matilde Cañelles, «a partir del coronavirus SARS-CoV-2, han ido eliminando lo más peligroso del virus, los genes de virulencia,
las armas que tiene el virus para infectar nuestras células y dañarlas y las que le permiten transmitirse con tanta facilidad«. En definitiva, «una copia perfecta del virus, pero desarmado.
Entra, pero no sale». Una vacuna cien por cien esterilizante ya que las personas vacunadas no solo no enferman, sino que tampoco se infectan ni transmiten el virus. Una de las
características que llama 'a priori' la atención de esta vacuna es que su administración podría ser intranasal (a través de espray) lo que le conferiría una «alta eficacia por
generación de defensas y eliminación del virus» gracias a los anticuerpos creados directamente en las mucosas de las vías respiratorias. Además, como apuntó Luis Enjuanes el pasado mes de
marzo, su vacuna saldrá actualizada porque en los ensayos han incorporado las mutaciones de las variantes del SARS-CoV-2 de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil. Un proyecto que ya tiene
contactos con la empresa BioNTech para los ensayos clínicos y producción, señalan desde el CSIC. BASADA EN UNA MODIFICACIÓN DEL VIRUS VACCINIA El segundo proyecto de vacuna española en fase
preclínica lo dirige Mariano Esteban junto a Juan García Arriaza, también en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB). Este grupo está desarrollando una vacuna contra el Covid basada en una
modificación del virus Vaccinia, usado en la erradicación de la viruela en los años 70 del siglo pasado. En concreto, utilizan una cepa muy atenuada de este virus al que le han incorporado
ADN de la proteína S del coronavirus. «La ventaja que tiene es que a esta vacuna le será más fácil acceder a las células que a las vacunas de ARN, y es muy estable». Según explican las
investigadoras del CSIC, esta fórmula ha demostrado una eficacia del 100% en ratones, y están preparando la producción en colaboración con la empresa española Biofabri. «Los ensayos clínicos
en humanos comenzarán en primavera y se calcula que la vacuna estará disponible a finales de este año», añaden. Además, un artículo publicado en la web del Ministerio de Sanidad alude a que
hay posibilidades reales de conseguir protección frente al coronavirus con una sola dosis de esta vacuna. UNA VACUNA QUE NO REQUIERE ULTRACONGELACIÓN El tercer proyecto de vacuna española
que se encuentra en fase preclínica lo desarrolla el equipo del investigador Vicente Larraga del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC). Concretamente, se trata de
una vacuna genética, basada en «una molécula sintética de ADN como vehículo portador del gen de la proteína S y de otras proteínas del virus SARS-CoV-2». Una vez en el organismo, este ADN
sintético se expresa, produciendo las proteínas del virus. Al igual que en el caso anterior, los ensayos en ratones han evidenciado una eficacia del 100% de esta profilaxis frente al Covid.
En el artículo de Mercedes Jiménez, Nuria Campillo y Matilde Cañelles, las investigadoras afirman que se espera finalizar los estudios preclínicos en unas semanas, con el fin de solicitar a
la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios las fases clínicas 1/2 lo antes posible. Una de las principales ventajas de esta vacuna de ADN sintética es que es muy estable y,
por ello, no requiere ultracongelación, lo que facilitaría tanto su transporte como su conservación. Otra de sus ventajas es que permite rediseñar con facilidad la fómula, incluso en menos
de un mes, si resultase ineficaz frente a una nueva variante del coronavirus. Comenta Reporta un error