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BOOKMARK Durante los últimos años, varios países del mapa del mundo han ido alcanzando niveles altos de desarrollo. De hecho, el mundo es menos desigual de lo que lo sido nunca, a medida que
muchos Estados y regiones progresan y las diferencias mundiales se van reduciendo (aunque puedan aumentar internamente, como ha sucedido en China). La medida más extendida para calcular en
nivel de desarrollo es el Índice de Desarrollo Humano, o IDH, un indicador elaborado por dos economistas, el paquistaní Mahbub ul Haq y el indio Amartya Sen, y que fue adoptado por el PNUD
como índice de referencia. Se calcula a partir de la esperanza de vida, el PIB per cápita y otro índice de educación. Todo ello ofrece una medición relativamente simple del bienestar
material, el bienestar intelectual y la salud. El IDH va del 0 al 1, de menos a más desarrollados, aunque en la actualidad todos los países se encuentran entre el 0,962 de Suiza y el 0,386
de Sudán del Sur. Los diferentes lugares del mapa del mundo se clasifican en cuatro categorías según sus resultados en el índice de Desarrollo: países con IDH bajo, medio, alto y muy alto.
Por lo general se suele considerar como un país desarrollado a aquel con un IDH muy alto, y hay 62 países en esta categoría, frente a los 54 con IDH alto, los 37 con IDH medio y los 36 con
IDH bajo. > La teoría del Centro Periferia Pese a que la mayoría de los países con un IDH muy alto están al norte del mapa del mundo y pertenecen al centro global, cada vez hay más países
con un desarrollo alto en otras regiones. Es el caso del Tailandia, el último país en haber ascendido de categoría, y que todavía mantiene importantes contrastes internos, pero también el
de Costa Rica, Panamá, Chile, Argentina y Uruguay en Hispanoamérica. A ellos se unen los países del Golfo y los tigres asiáticos, que han seguido el modelo de desarrollo más exitoso de las
últimas décadas. Pese a ser el mejor aproximador que tenemos para comparar los niveles de desarrollo de diferentes lugares del mapa del mundo, el IDH también es un índice imperfecto: no
tiene en cuenta valores tan importantes como la desigualdad en la distribución de la riqueza, la discriminación por género o los derechos humanos. > La deslocalización en Asia-Pacífico
Así se explica que países con alta esperanza de vida y educación generalizada, pero con importantes bolsas de pobreza, hayan alcanzado un IDH muy alto, como es el caso de varios Estados
latinoamericanos. O que Arabia Saudí se considere desarrollado pese a la escandalosa falta de derechos que experimentan las mujeres. En el lado opuesto del mapa del mundo se encuentran los
países con un desarrollo más bajo, la inmensa mayoría de ellos africanos, aunque también entran en el grupo Haití, Yemen, Afganistán y Pakistán. Entre estos se encuentran algunos países
superpoblados, y con un crecimiento demográfico acelerado que puede convertir a alguno de los países menos avanzados del mundo en las próximas potencias demográficas del mundo. > Las
megaciudades del futuro tienen nombre africano De esta forma, y aunque el IDH es una medición imperfecta, su diseño permite obtener de forma relativamente sencilla datos comparables de la
inmensa mayoría de países y poder establecer comparativas, lo que lo ha convertido en el mejor mecanismo para medir y comparar el nivel de desarrollo de diferentes países. __Descargar mapa
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