De jaca a mauthausen: "un torrente tumultuoso de ideas, imágenes, recuerdos, vida y muerte se precipitaba sobre mí"

De jaca a mauthausen: "un torrente tumultuoso de ideas, imágenes, recuerdos, vida y muerte se precipitaba sobre mí"

Play all audios:

Loading...

A las puertas del infierno era todo tan verde, florido, pequeñas granjas en las laderas y la nieve de los Alpes en lontananza. A ese infierno de Mauthausen, campo de exterminio nazi entre


1938 y 1945, eran llevados a pie los prisioneros desde la estación, bajados del tren a golpes, entre gritos locos de los SS y ladridos rabiosos de sus perros. Un total aproximado de 185.000


PERSONAS DEPORTADAS; UNOS 93.000 MUERTOS según los datos actualizados del Memorial.  DEL TOTAL DE DEPORTADOS: 7.214 ESPAÑOLES, 4.749 FALLECIDOS. SOBREVIVIÓ EL TÍO ABUELO DE QUIEN ESCRIBE,


MIGUEL MALLE JÁUREGUI, JACETANO, figura de gran importancia dentro de la resistencia clandestina en el campo y de cuyo manuscrito aún inédito recuerdo hoy palabras describiendo la entrada al


campo. Septiembre de 1943: hallarse uno de golpe en un mundo de locos, aullidos dementes de los ‘kapos’ que recibían al ‘transport’, y más allá presos antiguos cuya vista dejaba perplejo:


esqueléticos, seres extraños, de semblantes y gestos ya poco humanos. Con ello, tras ser desnudados, rapados y vestidos a rayas, la impresión indefinible al pasar por la chimenea junto al


crematorio: un olor horrible, obsesionante. Pasados después tantos meses de locura, de arbitraria y diaria muerte (trabajo esclavo –la famosa escalera en la cantera–, hambre, cámaras de gas,


fusilamientos, etc.), LA DESCRIPCIÓN DE LA LLEGADA DE LOS ALIADOS EL 5 DE MAYO DE 1945: miles de prisioneros delirantes abrazándose, aullidos histéricos, bailando unos, otros rotos en


llanto y aun tantos otros –medio desnudos, casi solo huesos bajo su piel– aplaudiendo sin hablar. Te puede interesar Eran 66.534 los prisioneros según la última revista pasada por los SS. Y


700 los cadáveres que en los callejones se amontonaban. LOS EJÉRCITOS ALIADOS AVANZABAN, ALEMANIA PERDÍA LA GUERRA, Berlín había caído en manos soviéticas, Hitler y Goebbels se habían


suicidado y Himmler lo haría pronto. Los SS habían huido precipitadamente de Mauthausen y el control del campo había quedado en manos de los bomberos de Viena, un cuerpo perteneciente a la


Policía pero de hombres ya más mayores, igualmente horrorizados por el panorama del lugar, hechos prisioneros por los americanos el día de la liberación. Los 22 americanos que casi


casualmente habían llegado a mediodía se marcharon en torno a las 16.30 para volver al mediodía siguiente. En ese lapso de tiempo EL CONTROL DEL CAMPO QUEDÓ EN MANOS DEL AMI, APARATO MILITAR


INTERNACIONAL, GRUPO CLANDESTINO ARMADO COMANDADO POR MIGUEL MALLE JÁUREGUI, como reconocen, entre otros autores de referencia, David W. Pike (‘Españoles en el Holocausto’) y Carlos


Hernández de Miguel (‘Los últimos españoles de Mauthausen’). EL GERMEN DEL AMI HABÍA SIDO TODA LA RED DE PRISIONEROS ESPAÑOLES, una unión solidaria de ayuda mutua desde 1941 que devino en


Comité Internacional (CI), con gran presencia comunista, y que entendió la necesidad de resistencia al conocer las órdenes de Himmler de, en caso de perder Alemania la guerra y tener que


retirarse, aniquilar a toda la población concentracionaria y destruir los campos y las pruebas. Nació así clandestinamente el Aparato Militar Español (1943) y el CI impulsó la creación de


aparatos militares de distintas nacionalidades, que se integraron en la mejor organizada, la española, formando el AMI en 1944. Miguel Malle fue pronto designado jefe (1945); en el Estado


Mayor estaban, entre otros, el soviético Pirógov y los españoles Muñoz y Constante. Te puede interesar UN JEFE OCULTO Suponía la organización clandestina armada UNA ACTIVIDAD EXTREMADAMENTE


PELIGROSA, PARA SUS MIEMBROS Y PARA TODO EL CAMPO en caso de ser descubiertos. Así, con Luis Montero, estrecho colaborador, interrogado y torturado como Malle en Francia por la Gestapo,


sabedores ambos de que solo guarda silencio quien nada sabe, se estableció que en el Aparato Militar Español un miembro no conociera más que a su superior y a dos personas por debajo. Malle


era, así, un jefe oculto para la casi totalidad del grupo. Pero el AMI dio un sentido a la existencia de los prisioneros, que estudiaron el campo y memorizaron su papel en los cuatro planes


trazados y detallados, planes de respuesta armada a diferentes realidades que pudieran darse. En un manuscrito inédito, durante años guardado en una caja entre España y Francia, Malle narra


su periplo de Madrid a Mauthausen En su manuscrito inédito (‘Madrid-Mauthausen. La tragedia de España y el infierno nazi’), durante años guardado en una caja entre España y Francia, Malle


narra el sigilo del AMI, la emoción contenida, tantas ganas de gritar al introducir Montero y Ester una primera pistola desmontada pieza a pieza, el valor de quien la esconde, las armas


rudimentarias con material de los talleres, una primera granada, material para cócteles molotov, el arma robada a un SS… Todo con la triste estimación de cuántos sobrevivirían a un


enfrentamiento, un 1% según la experiencia de la rebelión en el ‘block’ 20: 500 oficiales soviéticos que habían llegado para ser aniquilados trataron de huir, mataron de noche al SS


vigilante, cubrieron la alambrada y saltaron. Quienes no cayeron allí mismo por su extrema debilidad o bajo las balas fueron ‘cazados’ en los días siguientes, con la participación de gran


parte de la sociedad civil. Once sobrevivieron. BAJO CONTROL DEL AMI Una vez huidos los SS, el AMI se había hecho con el control del campo. Explica Malle que asaltaron los arsenales, armaron


a 3.500 miembros (3.000 según Pike) y desarmaron sin resistencia a la Policía de Viena (mérito que da Pike a los americanos). Sí hay acuerdo en que EL CAMPO QUEDÓ BAJO CONTROL DEL AMI ENTRE


LOS DÍAS 5 Y 6, ASÍ COMO EL PUEBLO Y EL PUENTE SOBRE EL DANUBIO, VITAL PARA LA LLEGADA DE LOS ALIADOS. Impuso orden el AMI, evitó represalias hacia los ‘kapos’ e interceptó en el río una


barcaza con alimentos que repartió. LA VUELTA DE LOS AMERICANOS, EL DÍA 6, SUPUSO EL FIN DEL INFIERNO, PERO TAMBIÉN LA INCERTIDUMBRE Y EL DESAMPARO PARA LOS ESPAÑOLES, los únicos que no eran


repatriados al término de la guerra. No había españoles fuera de España para el régimen franquista y, así, Miguel Malle, como tantos, rehizo su vida en la Francia en la que, con la


identidad falsa de Michel Rolland, había luchado contra el fascismo. Él había sido detenido por la Gestapo el 4 de mayo de 1943 en Bayona, donde fue INTERROGADO Y TORTURADO ANTES DE SER


ENVIADO A BURDEOS: tres semanas más de puñetazos e interrogatorios creyendo que lideraba la Resistencia en la zona. Sería trasladado luego cerca de París, al fuerte de Romainville, antesala


de la muerte: él y sus compañeros van a ser fusilados. Escribe: "Me es imposible describir el torrente tumultuoso de ideas, pensamientos, imágenes, recuerdos, vida y muerte que se


precipitaban sobre mí", la misma expresión que reflejaban en silencio las miradas de sus compañeros. Pero son repentinamente conducidos a París y, en la Estación del Este, encadenados


dos a dos, introducidos en un tren destino Mauthausen. Él lleva una mina de lápiz en el bolsillo y encuentra en el suelo un pedacito de papel: escribe "Todo bien. Salimos para


Alemania" y logra dárselo a una chica de otro tren bajo la ventanilla. Imagino en la calle Mayor de Jaca tantos anocheceres y amaneceres sin saber nada de él. Y así su MÁS DE AÑO Y


MEDIO EN MAUTHAUSEN. De su relato allí, resuenan la solidaridad, la esperanza, el orgullo de esa lucha y ese apoyo. Entró con el número 35.164, CATALOGADO COMO NN (‘NACHT UND NEBEL’, NOCHE Y


NIEBLA): ENEMIGO DEL REICH DESTINADO A LA EJECUCIÓN INMEDIATA. Pero esa red de españoles tenía miembros trabajando en puestos clave: saben que va a llegar un NN y lo protegen, lo esconden o


cambian su ficha por la de un recién fallecido. Miguel debió su vida a personas como Casimir Climent, que además duplicó y escondió todas las fichas de los españoles en previsión de que


fueran destruidas. Recuerda a más COMPAÑEROS ESPAÑOLES (republicanos enviados a Mauthausen tras la visita de Serrano Suñer a Hitler, Himmler y demás dirigentes nazis en Berlín en 1940).


Entre ellos: Santiago Raga, de Ejea de los Caballeros, que regaló a Miguel unas botas (llevaban los presos sandalias de madera) y tantos vitales consejos: ‘Agua’ era en clave ‘¡Peligro!’;


nunca trabajar si no miraba un SS; no llevar parte de su escasa ración de comida a su amigo Maurice Francus, estudiante de 22 años llegado con él desde Romainville, porque como judío que


era, sería asesinado –así fue– muy pocos días después. Y un último momento descrito: el británico Robert Sheppard, llegado junto a Miguel y Maurice y gran amigo para siempre tras la


liberación. Alguien había robado algo, quizás pan al propio Sheppard, y el SS exigió a este dar 25 latigazos de castigo al ladrón, algo a lo que el británico se negó. Atónito, el furioso SS


sacó su pistola y apuntó a Sheppard, quien, imperturbable, mantuvo que "su condición y su honor le prohibían pegar a un camarada de detención". Maravilloso ejemplo de que aquellos


de quienes se buscaba borrar la identidad, convertidos en un número, a diario maltratados y humillados, SEGUÍAN TENIENDO FUERZA Y DIGNIDAD, SEGUÍAN SIENDO SERES HUMANOS. CAMINOS SOÑADOS Y


OBLIGADOS DE UNA BIOGRAFÍA Jacetano, Miguel Malle Jáuregui (1911-1992) nace en Buenos Aires, donde, por un breve periodo, han emigrado sus padres –Miguel y María–. Un recorte de ‘ABC’ (1933)


anuncia en la Casa de Aragón (Madrid) su conferencia sobre historia y literatura, cuando colaboraba con publicaciones culturales, soñando una vida tras sus estudios de Ingeniería Agrícola.


Comprometido políticamente desde muy joven, acompaña en julio de 1936 al diputado Julián Borderas ante el ministro de la Guerra, Casares Quiroga, entendiendo que se ignoraban los peligros


que dirigían a España al conflicto. Tras la sublevación, pronto habrá de tomar las armas. Jaca cae del lado nacional y la familia de Miguel, sin filiación política, es encarcelada y


expropiados sus ahorros y el restaurante familiar de la calle Mayor. TRAS LAS GUERRAS ESPAÑOLA Y MUNDIAL Y 40 AÑOS DE DICTADURA, VOLVERÁ A JACA DE VISITA DESDE FRANCIA, donde se casa y tiene


a su hija, Cristina, residente hoy en Bretaña. POR LAS CALLES DE LA VIENA ACTUAL Visito Mauthausen y Viena días antes de este reportaje, una semana antes de la elección a la Alcaldía de la


capital: SIEMPRE, DESDE 1945, HA GOBERNADO EL SOCIALISMO, Y ASÍ SIGUE SIENDO, AUNQUE TRIPLICA SUS ANTERIORES RESULTADOS LA EXTREMA DERECHA DEL FPÖ, partido del que más carteles veo en las


calles, carteles también más arrancados y pintados. Como pintada está hace meses (‘Nazi’, ‘Vergüenza’) la estatua de Karl Lueger, alcalde en época de Hitler, admirado por este y recordado


por su buena gestión y su enorme antisemitismo. Visito en Brunnengasse un mercadillo de turcos, afganos e iraníes, donde compran personas de esas nacionalidades pero también rubios de ojos


claros, normal convivencia.  Es Viena una ciudad segura, aunque carteles del FPÖ dicen ‘Más comisarías de Policía en lugar de millones para asilados’. Dirijo otro paseo al 22 DE


FELBERSTRASSE, DONDE RESIDÍA EL HITLER RECHAZADO EN LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES. Era la cosmopolita Viena, ese 1908, capital del Imperio Austrohúngaro, e imagino allí a vecinos


austriacos-alemanes, húngaros, italianos y de la exYugoslavia y la URSS (de allí eran algunos territorios de aquel imperio). Solo en Mauthausen, años después, fallecerían de esas cinco


nacionalidades 8.753, 7.592, 4.247, 3.840 y 15.056 personas. Y hoy en los buzones –me permitió entrar un amable vecino: "Ves que, obviamente, no hay un cartel ni nada que indique quién


vivió aquí"– encuentro apellidos de los mismos lugares: Lichtmayer, Balásy, Parisini, Markovic y Bondarchuk. Hoy, además, también Chen, chino.