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Viernes, 16 de mayo 2025, 00:13 Comenta Compartir Tres meses y una semana después de la gala que revolucionó el Palacio de Congresos de Granada, noventa y siete días desde que Salva Reina
gritara aquello de «¡esto qué pollas es!», todavía no se había formulado en público la pregunta: ¿Hay vida después de los Goya? Ayer, la Facultad de Comunicación Audiovisual la puso sobre la
mesa en el salón de actos Jordi Alberich, durante las jornadas organizadas por el grupo de investigación FicTrans. «La pregunta retórica, en realidad, tiene respuesta desde antes de la
gala», dijo Eduardo Peis, decano de la facultad. «Por supuesto que hay vida y la tiene que haber –añadió–. Una vida que vamos a recorrer juntos para asentar la idea de una Granada de cine».
La jornada se dividió en tres partes, todas coordinadas por los profesores Domingo Sánchez-Mesa, Juan Ángel Jódar y Fran Gómez. La primera fue una charla con el guionista, escritor y
cineasta Fernando Navarro, justo un año después de pisar este mismo salón para presentar 'Segundo premio'. El granadino acaba de estrenar 'Tierra de nadie', uno de los
grandes éxitos de la temporada; firma el guion de 'Golpes', que se terminó de rodar en Sevilla hace unas semanas; triunfa en las librerías con 'Crisálida', su primera
novela; y el año que viene anuncia el rodaje de una nueva película en Granada. «No pude dedicarme a la música porque ya existía Eric Jiménez», bromeó. Navarro habló de lo duro que fue el
proceso de rodar 'Segundo premio' y confesó que, a veces, imagina un universo paralelo en el que nunca la llegó a escribir. «Estamos muy orgullosos de la película, pero también
pasaron cosas muy tristes. Queda una sensación agridulce». ¿Y sobre la industria del cine en Granada? Navarro fue muy crítico y llegó a lamentar que las administraciones apoyen más una
fiesta como los Goya que a la propia generación de cine local. «Los Goya, aparentemente, favorecen la industria, pero no es así. No se puede asociar la industria a unos premios coyunturales.
El cine es otra cosa». «NO SE PUEDE ASOCIAR LA INDUSTRIA A UNOS PREMIOS COYUNTURALES. EL CINE ES OTRA COSA» Fernando Navarro Escritor Navarro se preguntó qué significa ser una ciudad de
cine, para lo que consideró que no es suficiente con traer ciertos rodajes llamativos. «Para ser ciudad de cine hay que tener una escena, que no la hay». El guionista habló de una ciudad en
la que viva y trabaje la gente del cine y reflexionó sobre las consecuencias «desagradables» de convertirse en un mero plató para otros. «En cuanto encuentren un sitio más barato, se irán».
Y terminó: «Ojalá Granada consiga ser una ciudad de cine como ya lo es de poesía y de música». Esa misma pregunta, la de si Granada es o puede ser una ciudad de cine, fue la que marcó la
segunda parte de la jornada. Una mesa redonda en la que participaron los cineastas Chus Gutiérrez, Violeta Salama y Mario de la Torre, junto con Pablo García Casado, de la Filmoteca de
Andalucía. «En la industria –comenzó Gutiérrez– hay mucha producción. Las plataformas han abierto un nuevo mercado, pero también una burbuja. La industria está cambiando: antes escribías una
historia y buscabas un productor. Ahora no, ahora los productores son generadores de las historias». Salama acaba de terminar el rodaje de 'Cataratas' en Gran Canaria, entre otras
cosas, porque rodarlo en Andalucía era inviable. «No es fácil rodar aquí. Granada ha cambiado mucho desde que hicimos 'Caníbal', hace diez años, y ahora ya hay esa sensación de
que se puede trabajar. Pero queda mucho por hacer. Sobre todo una cosa: creernos que somos capaces y contar con más apoyo». Mario de la Torre, cineasta y profesor en la UGR, valoró el hecho
de que, de un tiempo a esta parte, haya producciones que salgan de Madrid a otras ciudades, como Granada. «Eso genera un ecosistema, genera trabajo». De la Torre, por otro lado, lamentó que
la comisión de los Goya finalmente estuviera más enfocada a festejar que a generar oportunidades para la industria local. Por la mesa de García Casado, en la Filmoteca, pasan todas las
películas que se ruedan en Andalucía. «La maquinaria actual necesita muchas películas. Es curioso: se ven más películas que nunca, pero se va al cine menos que nunca. Eso beneficia a la
producción, pero cambia el sistema». Casado insistió en que el hecho de que Granada haya acogido grandes rodajes en los últimos años no crea una ciudad de cine. «Almería lleva rodando
películas desde los años 50. ¿Alguien conoce algún cineasta almeriense más allá de Martín Cuenca? Esa es la pregunta. La apuesta debe ir por otras vías». La jornada terminó con la proyección
de 'Festival en las entrañas', de José Val del Omar, presentada por Piluca Baquero, de la Fundación Val del Omar. Una muestra de que el cine, en Granada, va por dentro desde hace
mucho tiempo. Comenta Reporta un error Límite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay
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