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El Covirán lucha contra su destino. El reciente triunfo sobre el Baxi Manresa alimentó la moral de los granadinos de cara a cinco auténticas finales. ... Eludir el descenso forma más parte
de la heroica que otra cosa. Los hombres de Pablo Pin no van más allá en su análisis de la cita que toca. Se trata de buscar una nueva sorpresa y esta vez mucho más difícil, al medirse al
Gran Canadia lejos de la afición. Bamforth y Clavell son las ausencias. Y el Covirán se agarra a su épica, al milagro, a la magia de aquella remontada salvadora propiciada por Jonathan
Rousselle en 2024. El base francés Mehdy Ngouama es la únicaja baja de la plantilla que presenta el Dreamland en relación con el equipo que ganó en el Palacio durante la primera vuelta,
aunque Jaka Lakovic tuvo la mala suerte de perder también en la dirección al exmadridista Carlos Alocén. El exterior tiene muy mala suerte y se confirmó su drama, al cumplirse los peores
presagios que rodearon a su rodilla derecha, maltrecha en el partido ante el Wolves de Eurocup. Ya padeció una rotura de ligamento cruzado, entonces en la rodilla izquierda, el 13 de febrero
de 2022, en un choque ante Unicaja cuando militaba en el Real Madrid, una lesión que le alejó casi dos años de las pistas, y que había dejado atrás tras su gran inicio de temporada en
Dreamland Gran Canaria. De ahí que el Claret incorporara al base esloveno Ziga Samar y al joven italiano Dylan Boerdon para reforzar la posición de 'uno' en manos de Albicy, con
puntuales subidas de balón de Thomasson, Homesley o Kljajic. Pablo Pin entiende que contra el Gran Canaria será decisivo mantener el nivel físico los 40 minutos. «Entre las claves del
encuentro, lo primero es el aspecto físico, es algo que digo todas las semanas, pero si te mides a un rival donde en el puesto de escolta te pueden poner tanto a Homesley como a Brussino,
que en realidad es un 'tres', y sirve también para esa posición, resulta que se trata de jugadores de dos metros o más del altura, que encima juegan con el balón en las manos, en
el puesto de base, manejadores y generadores. Y Samar refuerza esa virtud, porque se trata de un base grande y alto. De ahí que la idea sea intentar igualar ese nivel físico que ellos
poseen, y luego cuentan también las pequeñas cosas del baloncesto, como la dureza, la energía y el deseo que se ponga dentro del partido, el bloquear bien, así como ser capaces de anotar con
un contacto». La conclusión del entrenador nazarío es que «es un contrario que te exige mucho en eso, porque juega fuerte, muy duro, y hay que equilibrar ese músculo». Debido al atleticismo
y la potencia física de la que goza el Gran Canaria, la formación rojinegra necesitará, asimismo, poner el foco en un adecuado tiro exterior. Frente al Manresa los exteriores del Covirán
salieron a relucir con acierto e inspiración en el último cuarto. Será otra faceta primordial para la suerte de los nazaríes, en tan importante cita para mantener la llama de la esperanza
por la permanencia. Todo ello debido a que, por recursos, resulta más complejo equilibrar rendimientos en el juego interior. Pin manifestó que «yo lo que veo ahí es que el otro día, frente
al Baxi Manresa, fallamos muchos tiros abiertos, y eso que fuimos capaces de generar esos lanzamientos abiertos, pero hay días que se anota más y otros menos, los porcentajes difieren
bastante cada jornada porque dependen del acierto concreto de los jugadores. Para mí lo fundamental es que tenemos que centrarnos en compartir el balón al máximo, para que así se produzca
una buena selección y lleguen esos tiros abiertos».