Amancio ortega compra la sede de planeta por 250 millones de euros, su mayor operación inmobiliaria en españa desde 2016 | ideal

Amancio ortega compra la sede de planeta por 250 millones de euros, su mayor operación inmobiliaria en españa desde 2016 | ideal

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El fundador de Inditex, Amancio Ortega, vuelve a mirar al mercado inmobiliario español. El empresario gallego se ha hecho con la sede del Grupo Planeta ... en Barcelona por un importe de 250


millones de euros, según fuentes del sector. Esta operación es la mayor que ha realizado desde que, en 2016, adquirió la conocida Torre Cepsa, uno de los rascacielos del complejo Cuatro


Torres de Madrid, por 490 millones de euros. Desde entonces, Ortega ha centrado su actividad inversora principalmente en el extranjero, ya que en España solo ha cerrado la compra de algunos


hoteles por importes mucho menores, como los dos que adquirió en 2023 en Palma de Mallorca por 35 millones de euros. Ubicado en una de las zonas más exclusivas de Barcelona, justo en la


confluencia de la Gran Vía de Carles III y la Avenida Diagonal, este emblemático edificio de 28.000 metros cuadrados forma ya parte de la cartera inmobiliaria de Ortega, tras haber estado en


manos del banco de inversión estadounidense Blackstone desde 2018, cuando lo compró a Inversiones Hemisferio. Construido a finales de los años 70 para albergar la sede de Banca Catalana, el


edificio acoge actualmente la sede del Grupo Planeta, así como las oficinas de HIP (la firma hotelera de Blackstone), Antena 3 y Banca Mediolanum. Con nueve plantas y 350 plazas de


aparcamiento, este inmueble diseñado por los arquitectos catalanes Josep Maria Fargas y Enric Tous se ha convertido en un icono de la Ciudad Condal, especialmente por su jardín vertical, que


tiñe de verde gran parte de su fachada tras la remodelación llevada a cabo por Blackstone a principios de esta década. Con esta operación, Pontegadea da un impulso significativo al mercado


de oficinas en España, un sector que en los últimos años se ha visto afectado por la crisis derivada del COVID-19 y por la incertidumbre en torno a la adopción del teletrabajo y su posible


impacto en la demanda de espacios empresariales.