Un almacén en la comandancia de la guardia civil de granada repleto de pistolas y escopetas | ideal

Un almacén en la comandancia de la guardia civil de granada repleto de pistolas y escopetas | ideal

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Hay un único lugar en la provincia donde van a parar todas las armas que no tienen dueño; las de granadinos con licencias caducadas o ... retiradas; o las que han sido incautadas por estar


envueltas en un proceso penal. Se trata del depósito de Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, donde controlan lo que llega de toda la


provincia. «Vigilamos que el que las posea, además de tenerlas legalmente, esté capacitado para usarlas», explica Alberto Haro, jefe del área. En los almacenes cuentan con decenas de ellas,


de todo tipo, que si no regresan con su dueño tienen como destino final la fundición. 19 personas trabajan en este departamento, que está dividido en cuatro pilares: licencias y


autorizaciones; empresas de seguridad; denegaciones y revocaciones; y atención al público. Aparte, un equipo de inspección se encarga de controlar que los establecimientos relacionados con


armas y explosivos cumplan la normativa. «Podemos ir en cualquier momento y pedirles que muestren las que tienen o a quiénes les han vendido. Están muy vigiladas y no suele haber problemas»,


añade. Tanto para estos negocios como para los particulares, un programa informático les informa de las fecha en las que caducan las licencias. «Los llamamos o les mandamos un SMS dos meses


antes», indica Alberto Haro. Lo que más suele llegar al depósito son escopetas para caza menor por la caducidad de la licencia del dueño. MÁS INFORMACIÓN LAS ANTIGUAS SUBASTAS Alberto Haro


recuerda que estas armas se subastaban y entregaban al mejor postor. Sin embargo, hace tres años cambió la legislación y se eliminó esta práctica, al entender que la Guardia Civil no podía


implicarse en operaciones con contenido económico. «Perjudicábamos a las armerías y nosotros no somos una empresa, somos un cuerpo de seguridad», recalca. Hace tres años, todo eso se


extinguió. Ya no hay lotes, ni exposiciones, ni sobres cerrados con pujas. Las armas que llegan al depósito y no se devuelven por diversos motivos no se subastan, se destruyen. En concreto,


se funden en una empresa de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Por otro lado, cabe recordar que Intervención de Armas controla todo lo relativo a explosivos, y hacen seguimiento de los pasos que


dan desde que salen del depósito autorizado hasta que se produce la voladura programada. «Nos comunican la fecha, dónde va y cuánto se va a consumir», concluye el jefe.