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El anhelado espigón de Playa Granada, que ha superado ya el 90% de ejecución, está dejando una playa de tales dimensiones que el Ayuntamiento de ... Motril va a tener que alargar todas las
pasarelas de madera. Bendito problema, si se tiene en cuenta que el verano pasado sus quebraderos de cabeza eran tener que meter máquinas a la carrera para tratar de eliminar escalones, en
plena temporada alta, o vallar puntos críticos para impedir el paso a los bañistas porque los desniveles de hasta dos metros que dejaban en la arena los bocados del mar eran un auténtico
peligro. La eterna playa menguante de Granada, que sin sistemas de defensa perdía una y otra vez la arena, es por fin un playón que luce ya más de 150 metros de anchura en la zona del
espigón y hasta 50 metros en los puntos en los que el verano pasado estaba prácticamente desaparecida, en el extremo de Salobreña. El final de la obra que resuelve los problemas históricos
de la playa marca un punto de inflexión en la zona de expansión turística de Motril. No es solo un salto de imagen, sino que la consolidación de la playa sienta las bases de su crecimiento
urbanístico futuro. El cuento acaba de cambiar por completo para una zona de expansión turística donde cada vez había más nuevas viviendas mientras la playa iba a menos. Ahora Playa Granada,
donde ya hay tres mil viviendas y más de 9.000 residentes en verano –aunque empadronados unos mil– está en condiciones de afrontar una nueva expansión que no tardará en llegar, ya que el
próximo año se entregarán 400 nuevas viviendas de las promociones en marcha. DOS DÉCADAS Tras dos décadas de reivindicaciones y cinco eternos años de trámites administrativos para sacar
adelante el proyecto de defensa de la playa, las obras del espigón, adjudicadas por el Gobierno a Vías y Construcciones SA por 4,7 millones de euros, comenzaron en octubre del año pasado.
Con los precedentes de tropiezos de las obras de la Costa Tropical, no eran pocos los vecinos que dudaban de que el verano 2025 fuera a ser el del cambio definitivo. Y sin embargo todo ha
salido exactamente como lo planeó el Gobierno, sin retrasos ni imprevistos. Las obras terminarán en este mes de junio, justo a tiempo para dar un giro de 180 grados a la temporada turística
de 2025. «El espigón va muy bien, las playas ya están en condiciones de disfrutarse con toda la amplitud que ha adquirido y las obras están ejecutadas al 90%. Todo el material necesario para
terminar el proyecto está a disposición de la empresa, que terminará de colocar las piedras durante el mes de junio, como estaba previsto, con lo que quedará culminada completamente esta
actuación», explica a IDEAL el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla. Es cuestión de días, por tanto, que se de por finalizado el proyecto que, además de construir el
espigón de 247 metros de largo, de los que 187 se adentran en el mar, han recuperado las playas con 800.000 metros cúbicos de arena, de los 600.000 han llegado de la playa de Poniente y
otros 200.000 son nuevos. La arena ha ganado 120 metros nuevos de extensión en la zona del Punta del Santo y en el extremo crítico, el del Hotel Impressive, donde apenas cabía una toalla a
finales del verano, ha quedado una extensión de cincuenta metros, según explican desde el servicio provincial de Costas. Después de muchos veranos en los que la playa se veía reducida a la
mínima expresión y dejaba imágenes para olvidar, ante la impotencia y frustración del sector turístico, Playa Granada tiene ahora metros y metros de arena y una sorprendente agua cristalina
–gracias a la defensa– en la zona del espigón. DE LA INCREDULIDAD A LA ILUSIÓN Los fieles a este destino, que han sufrido los veranos de la vieja Playa Granada, asisten entre la incredulidad
y el entusiasmo al inicio de la primera temporada turística en la nueva Playa Granada. Una temporada que promete ser apoteósica en el terreno económico. «Esto es una revolución total para
Motril, que tenía que estabilizar su playa y por fin puede absorber el turismo. Esta ciudad vivía de espaldas al mar y ahora es un destino cada vez más solicitado, tiene un entorno natural
que a la gente le gusta. Los últimos veranos ya han sido muy buenos para los negocios de la playa, pero este va a ser espectacular», afirma el empresario José Lemos, propietario del
chiringuito Hoyo 19, de la Punta del Santo. «Más que un espigón es un acantilado, la nueva imagen de la playa está sorprendiendo a todo el que la ve», apunta satisfecho. En la misma línea,
María del Mar Vallejo, gerente del Club de Golf Los Moriscos, ha pasado de mirar durante años con preocupación cómo las sombrillas llegaban a su restaurante, por la falta de espacios, a
contemplar con ilusión la nueva playa de más de cien metros. «Hemos sufrido las obras, pero merece la pena. Estamos felices. La playa está preciosa, el cambio es brutal y sin duda revaloriza
los negocios. La Costa Tropical tiene un turismo de sol y playa y las nuevas urbanizaciones necesitaban garantías de unas playas limpias y dotadas de servicios», señala Vallejo, que incide,
no obstante, en que hay que seguir avanzando con soluciones para ganar aparcamiento. Y es precisamente lo que promete la alcaldesa, Luisa María García Chamorro, que asegura que el salto que
supone el espigón para Playa Granada y el aumento de población que está experimentando la zona va a ir acompañado de más y mejores servicios. «Siempre hemos defendido que 2025 marcaría un
antes y un después en el desarrollo de nuestro litoral, y hoy podemos decir con orgullo que esa transformación ya está en marcha. Desde el Ayuntamiento estamos llevando a cabo una
intervención sin precedentes, con una inversión cercana a los cinco millones de euros destinada íntegramente a la mejora y modernización de nuestra franja costera», defiende la alcaldesa
popular. Se refiere, por ejemplo, a la construcción de la senda litoral en Poniente o las actuaciones para crear un gran espacio de ocio con nuevas zonas verdes y parques infantiles en Playa
Granada. «Motril está cambiando, y lo está haciendo con paso firme, con inversiones reales y con una hoja de ruta clara. 2025 será recordado como el año en que nuestras playas comenzaron a
reflejar todo el potencial que siempre han tenido», concluye.