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Tras semanas de intensas precipitaciones, los agricultores de Almuñécar y la comarca de Río Verde han recibido un «alivio» que, aunque bienvenido, no soluciona los ... problemas de la falta
de agua para los cultivos de la Costa. Los acuíferos se han recargado y la salinidad del suelo se ha reducido levemente, pero los agricultores advierten que, si no se gestiona bien este
bendito agua, la situación volverá a ser crítica en pocos meses. Más información El presidente de la Junta Central de Usuarios de los Ríos Verde, Seco y Jate, Joaquín Montes, explica que,
pese a la abundante lluvia de las últimas semanas, el agua extraída en algunos pozos de esta zona, aún presenta niveles elevados de salinidad. «Estamos contentos con las lluvias que han
caído pero sus efectos en los cultivos no se verán hasta dentro de años», señala. «El impacto de esta agua bendita se apreciará cuando las plantas se hayan podido recuperar y para eso hay
que esperar», añade. Sin embargo, la problemática con el riego de los cultivos persiste. La sobre explotación del acuífero de Río Verde sigue siendo un riesgo para la sostenibilidad de la
agricultura local. «Mientras sigamos extrayendo más agua de la que entra y no llueva de manera constante, la situación será la misma cada verano», advierte. Las precipitaciones que ha dejado
la borrasca 'Jana', han permitido una «ligera» recuperación del suelo, pero en muchos cultivos el daño es «irreversible». En fincas como la de Joaquín, con unas cuatro hectáreas
de cultivo, los aguacates ya han sufrido las consecuencias de años de sequía. Ahora, tras gran parte del otoño e invierno sin precipitaciones, miran al cielo dando gracias a Dios por el agua
que tanta falta hace para aliviar la sed de los campos sexitanos: «las lluvias están siendo un balón de oxígeno para nuestros campos», admite mientras espera que siga lloviendo. EL MANGO
COMO ALTERNATIVA Según cuenta, en algunas zonas, los árboles ya no han podido resistir, lo que ha obligado a los agricultores a apostar por cultivos más resistentes, como el mango. «El
aguacate prácticamente está muerto en muchas parcelas», explica. «El mango, en cambio, tiene una mayor tolerancia a la sequía y a la salinidad del agua, por lo que se ha convertido en la
única alternativa para muchos agricultores». Pedro Corral, vocal de la Junta Central de Usuarios de los Ríos Verde, Seco y Jate, coincide en que las lluvias han proporcionado un «alivio»,
pero no son suficientes. El agricultor tiene una hectárea y media de cultivos y piensa que la recarga del acuífero permitirá mantener los cultivos hasta mediados de junio o julio, pero que
si no vuelven las lluvias, en agosto se encontrarán nuevamente con niveles de salinidad muy altos, lo que pondrá en riesgo la próxima campaña. La situación es «preocupante» para los
afectados porque el déficit hídrico de años anteriores ha debilitado los árboles, lo que ha afectado a su capacidad de producción. «Las plantas que han recibido un riego más o menos adecuado
podrán dar fruto, pero muchas fincas tendrán que ser replantadas desde cero. No tienes más que echar un ojo a las hojas de los árboles, están quemadas», señala Corral. A LA ESPERA DE LAS
TUBERÍAS Los agricultores coinciden en que la única solución es la ejecución de las canalizaciones de Béznar-Rules: «es inaceptable que se siga dependiendo exclusivamente de la lluvia,
cuando tenemos embalsada una cantidad de agua más que suficiente en las presas de Béznar y Rules», detallan. Según cuentan, este año la campaña del aguacate «no será buena»: «no hemos podido
regar en condiciones y el agua de las presas sigue sin llegar a nuestro campo». «El futuro de la agricultura en la Costa depende de la gestión del agua. Si no se completan las
canalizaciones, cada año estaremos en la misma situación, pendientes de si llueve o no», concluyen.