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Domingo, 1 de junio 2025 | Actualizado 02/06/2025 08:01h. Comenta Compartir Desde Atenas en 1985, desde que el Consejo de Ministros de Cultura de la Unión Europea se inventó que una ciudad
del Viejo Continente fuera Capital Europea de la Cultura, Granada siempre lo ha intentado. Unas veces con más intensidad y otras con menos. Unas veces estuvo más cerca y otras más lejos. En
2016 se apeó del trotón en pos de Córdoba, aunque al final la designada fue San Sebastián. Jarro de agua fría para Córdoba que, gracias a la renuncia de Granada, era la única candidata
andaluza. El calendario dice que 2031 es el turno de Malta y nuevamente de España. Malta, cuarenta veces más pequeña que Granada, lo tiene claro. Será la Valeta –ya fue designada, por
cierto, en 2018–. Pero en el caso de España son once las ciudades que se postulan: Jerez de la Frontera, Las Palmas, Cáceres, Burgos, Toledo, Oviedo, Pamplona, Palma de Mallorca, León,
Vitoria y Granada, que no va de farol. Va muy en serio. Granada lleva años trabajando en la empresa. En el último año y medio, a tumba abierta. Es difícil, muy difícil, pero ¿quién dijo
miedo? ¿Por qué Granada quiere ser Capital Europea de la Cultura? Existen múltiples respuestas, pero en este reportaje hallarán las de seis personajes que portan el estandarte de Granada
2031. Unos como comisarios, otros como concejales y otros como coordinadores. Vayan por delante algunas claves que conviene manejar para entender la relevancia de que los doce expertos
independientes –diez nombrados por la UE y dos por el Ministerio– elijan la papeleta de Granada. La primera y más importante hay que buscarla en el Instituto Nacional de Estadística. De las
once aspirantes españolas, Granada es la provincia con una mayor tasa de paro. Un 21,3% de la población no tiene empleo. Por delante incluso de Cádiz, con un 20,8%. Porcentajes que
contrastan con el 5% de Álava o el 8,4% de Burgos. Granada lo tiene claro: la Capitalidad debe ser un acicate para la generación de puestos de trabajo de calidad en torno al arte y la
industria de la creación. No es ninguna entelequia. Granada se ha relacionado, históricamente, con la cultura y el conocimiento, los dos grandes ítems sobre los que gravitará su propuesta.
La Cultura asociada a un patrimonio como la Alhambra y figuras de renombre mundial como Federico García Lorca y el Conocimiento vinculado a una universidad con quinientos años de existencia
y una vocación claramente internacional –Granada suma ochenta mil alumnos Erasmus desde que se puso en marcha este programa–. En cualquier caso, lo importante es el proyecto. Granada no
tiene nada ganado por ser quien es. Un grupo de más de cincuenta personas labora ya a conciencia para que cada una de las palabras que conformarán las sesenta páginas del 'big
book' tengan todo el sentido del mundo. Hay que pensar en 2031, pero sobre todo hay que poner las luces largas para plantear una estrategia a medio y largo plazo para que la Cultura se
convierta en un gran motor de cambio. «LA CAPITALIDAD ES UN ELEMENTO TRANSFORMADOR QUE PUEDE MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA» Pilar Aranda, exrectora de la Universidad, también es comisaria de
Granada 2031. «La Capitalidad Cultural sería un elemento de transformación que mejoraría la calidad de vida de los granadinos», asegura. Un reto que pasa, bajo su punto de vista, por una
descentralización de la cultura hacia los barrios y también hacia el resto de la provincia. «Lo importante es que todo el mundo se sienta incluido». Según Pilar Aranda, la consecución de la
Capitalidad pasa en primer lugar por la conservación del patrimonio, «a fin de que sea legado en las mejores condiciones». También hay que avanzar en la organización de los museos no solo en
Granada, sino fuera, y en la rehabilitación de espacios de tanto valor como el Castillo de la Calahorra, recientemente adquirido por la Diputación para el disfrute de todos. «La divulgación
a través del Parque de las Ciencias y la implicación del mayor número de personas en la Candidatura son también otros factores clave», dice Aranda, quien añade que «Granada sueña con 2031,
pero también más allá de 2031». «Estamos en un momento –prosigue– en el que resulta esencial reivindicar los valores europeos, apostando por la diversidad frente a las guerras o el rechazo
de la inmigración». «Al mismo tiempo, hemos de avanzar en una Granada más amable y a la que todos nos sintamos orgullosos de pertenecer», agrega. Según Aranda, el principal objetivo es
mejorar las tasas de empleo y los niveles de emprendimiento. Para ello, una de las grandes bazas de Granada para la Capitalidad es el conocimiento a través de la UGR y los centros del CSIC.
«Somos capaces de armar una propuesta de primer nivel porque tenemos grandes expertos en todos los ámbitos», concluye. «GRANADA YA ESTÁ EN EL MAPA DE LA CULTURA, PERO LO HARÍA DE UNA MANERA
MÁS CLARA» El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, también ejerce como comisario de la Candidatura. ¿Por qué Granada quiere ser Capital Cultural? «Hay varios motivos que
tienen que ver con la historia de Granada como referente cultural», responde. El primero de ellos, la atracción de un turismo que prime los valores del patrimonio y el arte.Y el segundo,
colocar a Granada en el 'punto de mira' de los proyectos relevantes del Ministerio de Cultura y de la propia Unión Europea. «Granada está ya situada en el mapa, pero con la
Capitalidad lo haría de una manera más clara», dice García Montero, quien reivindica una mayor atención de la Junta hacia Granada. «Venimos de un tiempo en el que no se le ha otorgado el
protagonismo que merece», lamenta el responsable del InstitutoCervantes. En este sentido, entiende que la Capitalidad debe ser un pretexto para la mejora de equipamientos. Luis García
Montero considera que uno de los principales activos de Granada en su historia vinculada a monumentos de relevancia mundial como la Alhambra. «Granada es, además, un puente entre la ciudad y
el campo y entre la ciudad y la mar», reflexiona. Otro de los puntos fuertes de Granada en su apuesta por la Capitalidad es que todas las instituciones y todos los colectivos «se están
involucrando en la planificación». «Después de Madrid, Santiago, Salamanca y San Sebastián, ya ha llegado el momento de que se elija una candidata del Sur». dice García Montero, quien
insiste en que ha llegado el momento en que la Junta se defina entre Jerez y Granada. «ES UNA OPORTUNIDAD PARA CREAR EMPLEO Y FORTALECER EL TEJIDO PROFESIONAL EN TORNO A LA CULTURA» «La
Capitalidad es una gran oportunidad para coordinar y diversificar la oferta cultural de Granada», asegura el coordinador de la Candidatura, Víctor Medina. «Y también permite el
fortalecimiento de un tejido profesional en torno a la creación con la vista puesta en 2031 y sobre todo mirando más allá», asegura. «La Capitalidad –agrega– tiene que dejar un poso de
desarrollo tanto en el empleo como en el ámbito del emprendimiento en las industrias culturales». Bajo su punto de vista, uno de los grandes valores de este proceso, que se inició hace ya
unos cuantos años, es la unanimidad, que se hace patente en las distintas corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento. «Todo ello con el respaldo y la implicación del talento de
Granada, que se está volcando en la elaboración de una propuesta competitiva de cara al concurso», afirma. Para Víctor Medida, uno de los grandes activos de la Capitalidad es el legado no
solo en aspectos materiales, como los nuevos equipamientos, sino sobre todo en el fomento del interés por la cultura por parte de los jóvenes y los niños. Granada tiene grandes potenciales,
como su rico patrimonio, «pero la Capitalidad no la conceden por eso, sino por un proyecto que convierta a la cultura en un motor de cambio tanto para las generaciones actuales como para las
venideras». A todo ello hay que sumar, bajo su punto de vista, la visión Europea de Granada favorecida por el hecho de ser un punto de confluencia de ciudadanos de muchos países. Una
proyección que se ha visto favorecida en gran medida por la recepción de alumnos extranjeros a través del programa Erasmus. «El intercambio cultural es constante», subraya. Ahora es el
momento de seguir dando pasos para plasmar todas las fortalezas de Granada en un gran documento. «LA CAPITALIDAD ES UN TRAMPOLÍN PARA EL CONOCIMIENTO Y EL RECONOCIMIENTO DE GRANADA» Teodoro
Luque, uno de los autores del 'Informe económico sobre el impacto de la cultura en Granada', considera que la «Capitalidad es una oportunidad para definir una estrategia a largo
plazo rigurosa que sea un pilar para la ciudad». «Es también una oportunidad –prosigue– para poner a todos los implicados a remar para la consecución de ese objetivo mediante una estrategia
de consenso, aunque sea en los grandes trazos». Bajo su punto de vista, la Capitalidad es un trampolín para la reputación de Granada que «pueda darle conocimiento y reconocimiento
internacional, a la vez que se mejora la producción artística, cultural y de conocimiento». La gran meta es que todo ello se traduzca en generación de empleo y que estos puestos de trabajo
sean de calidad. Partiendo ya de una base muy sólida. Según el estudio publicado a principios de año, la repercusión de la actividad cultural, el conocimiento y el turismo es superior a los
seis mil millones de euros. Una incidencia en el PIB superior a la media de las provincias españolas. Según Teodoro Luque, Granada emprende la carrera hacia la Capitalidad con la fortaleza
del patrimonio y la organización de eventos, «aunque la oferta es mejorable». Hace falta, por ejemplo, estimular los 'dominios culturales' en ámbitos como las artes escénicas, el
editorial, los medios audiovisuales o los servicios creativos o de diseño. ¿Cómo? Implicando a todos los agentes de estos campos, «sin olvidar el importante barniz de la dimensión europea e
internacional y que Granada es un puente entre culturas». «GRANADA CUMPLE TODOS LOS REQUISITOS PARA HABER SIDO YA CAPITAL CULTURAL DE EUROPA» David Jiménez-Blanco, granadino, presidente de
la Bolsa de Madrid y comisario de la Candidatura, lo tiene claro: «Granada se ha merecido ya ser Capital Cultural de Europa». «Y se lo merecía –agrega– cuando, en los principios, el título
se lo daban a grandes urbes como Madrid, París o Atenas». Dicho esto, ha llegado el momento de lograrlo en 2031, tras dar un paso al lado para que Córdoba lo fuera en 2016, objetivo que no
logró en favor de San Sebastián. ¿Por qué es el momento de Granada? «En primer lugar porque cumple todos los requisitos en cuanto a programación cultural y en cuanto a turismo atraído por
esta actividad, pero también por una universidad que cumple quinientos años, por eventos de referencia internacional como el Festival de Música y Danza, por instituciones tan señeras como el
Centro Artístico o el Ateneo y por nuevas ofertas como la Bienal de Flamenco y el desarrollo de una temporada lírica». A pesar de ello, insiste en la trascendencia de un proyecto de
transformación que aporte «valor añadido a toda esta materia prima». «Partiendo de la base del enorme impacto que supone para la economía provincial la suma de cultura, conocimiento y
turismo», tal y como trasciende del estudio realizado por la UGR. Para la consecución de la Capitalidad se requiere, bajo su punto de vista, tanto de la participación ciudadana, vinculada o
no con el mundo de la creación, como del aprovechamiento de las decenas de miles de alumnos Erasmus que han pasado por la UGR y que se pueden convertir en grandes embajadores de Granada
2031. «Hay un montón de gente que le tiene cariño a Granada y que la lleva en el corazón», asegura Jiménez-Blanco. «NUESTRA IMAGEN SALE FORTALECIDA DESDE EL PUNTO DE VISTA CULTURAL Y EN
PROYECCIÓN INTERNACIONAL» Según Juan Ramón Ferreira, concejal de Cultura del Ayuntamiento, «la Capitalidad es el gran proyecto que nos une a todos». «Instituciones, fuerzas políticas,
agentes sociales, profesionales, ciudadanos... todos apoyan la propuesta», dice. «Es una ilusión compartida en una ciudad que tiende a la discrepancia». «Cada vez que te diriges a cualquiera
para pedirle su implicación, la respuesta es sí y en el 99 por ciento de los casos de una manera altruista», refiere el edil. Bajo su punto de vista, el empeño por la Capitalidad implica un
doble fortalecimiento para Granada; por una parte su imagen internacional y por otra de su proyección cultural. En este sentido, resalta que todo lo referente al arte y la creación se haya
situado en el centro del debate social por delante de otros aspectos como las infraestructuras. «Teniendo en cuenta –agrega– que estamos hablando de un proyecto a medio y largo plazo entre
la preparación, el desarrollo y lo que venga después de 2031». «YA EXISTE UNA MAYOR APUESTA POR LA ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA O POR EL CENTRO LORCA, QUE HA INICIADO UNA NUEVA ETAPA» Juan
Ramón Ferreira opina que la Capitalidad permite el fortalecimiento de todo lo que ya tenemos. «Ya existe una mayor apuesta por la Orquesta Ciudad de Granada o por el Centro Lorca, que ha
iniciado una nueva etapa». «Esto ya es intocable», recalca. «Y a todo esto hay que sumar nuevos centros culturales como el edificio Rey Soler, San Matías 11, el Ingenio San Juan o la fábrica
de San Patricio, o el impacto del plan Edil en barrios como la Zona Norte, la Chana o el Zaidín, que contarán con nuevos equipamientos como auditorios». El munícipe también resalta el valor
de los cuarenta festivales que acoge Granada a lo largo del año con nuevas propuestas como la Bienal de Flamenco, la Feria Lateral o el Festival de Música Sacra. Un trabajo de la redacción
de IDEAL * Con textos de Jorge Pastor, José Antonio Muñoz, José Enrique Cabrero y Quico Chirino * Diseño Carlos Valdemoros, Cristina Ramos y Javier Morales * Vídeo Javier Martín y Amanda
Martínez * Imágenes Pepe Marín Comenta Reporta un error