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«El área deportiva continuará sus funciones con normalidad a través de los profesionales que integran su estructura orgánica, quienes seguirán las indicaciones del consejo ... de
administración». Aquella frase, que cerró el comunicado del Granada que confirmaba el despido de Matteo Tognozzi hace dos meses, no estableció una medida coyuntural, sino la estrategia a
seguir por parte del club rojiblanco desde ese momento. El Granada trabaja en su planificación a largo plazo, bajo los dos escenarios posibles –ascenso o no–, sin un director deportivo al
uso. La entidad mantiene una red de captadores que tiene visos de ampliarse y que hará propuestas al órgano de mando, que cribará dicha información. Entre los 'scouts', aparecen
dos figuras como Javi Alonso y Miguel Melgar. El primero, que llegó al Granada auspiciado por Tognozzi procedente del Atlético de Madrid, ejerció de secretario técnico durante la etapa del
italiano, pero no fue destituido cuando su valedor cayó. Melgar, por su parte, fue director deportivo del Fuenlabrada, entre otros equipos, y se sumó al organigrama en verano. A diferencia
de Alonso, su residencia no está fijada en la ciudad de la Alhambra, aunque viene con frecuencia, sobre todo a los partidos, como se pudo comprobar en los prolegómenos del encuentro ante el
Almería. Él, Alonso y Sophia Yang anduvieron por la zona técnica del banquillo en esos minutos aún sin público, en la que los jugadores de ambos equipos pululan por el césped antes de entrar
a vestuarios. A ellos también se acercó Paco Morales, 'team manager' del Granada. En Yang, junto a su adjunto Javier Aranguren y el director general Alfredo García Amado, recaerá
la responsabilidad última del próximo proyecto deportivo. Amado tiene experiencia al respecto de sus tiempos en Sporting de Gijón y Córdoba, además de conocer el mercado de cuando era parte
activa de la agencia Mesas Sport. Aranguren apoyaría en las cuestiones financieras. Según las fuentes consultadas, en el Granada ya se trabaja en el contexto de subir a Primera o de quedarse
en Segunda, ambos muy distintos. En cualquiera de ellos, fichajes habrá muchos porque hay un número alto de futbolistas que acaban cesión o contrato. En función de la situación económica,
también es probable que varios jugadores con vinculación busquen una salida, sea voluntaria o no. Finalizan sus préstamos Rubén Sánchez, Abde Rebbach, Tsitaishvili, Reinier Jesus y Siren
Diao. Terminan su unión Mariño, Marc Martínez, Miguel Rubio, Miguel Ángel Brau, Ricard Sánchez, Carlos Neva, Józwiak y Borja Bastón. De ellos, solo Brau tiene una propuesta firme, que no ha
aceptado, más fuera que dentro la próxima temporada a todas luces, con una fuerte tentativa desde Inglaterra. Las situaciones de algunos pueden variar cuando acabe la campaña, pero de
momento está así. Sí están atados Luca Zidane, Pablo Insua, Martin Hongla, Manu Lama, Loïc Williams, Oscar Naasei, Gonzalo Villar, Stoichkov, Sergio Ruiz, Manu Trigueros, Sergio Rodelas,
Juanma Lendínez, Lucas Boyé y Shon Weissman. En cualquier supuesto el Granada necesitará en torno a media plantilla nueva. Mucho trabajo que no se personalizará en un ejecutivo, sino sobre
los actuales gestores, basados en las propuestas de sus 'espías'. GUMBAU Y PABLO SÁENZ RETORNAN EN PRINCIPIO El Granada tiene tres futbolistas cedidos, pero solo dos de ellos
retornan en principio después del 30 de junio. Son Gerard Gumbau, que se encuentra en el Rayo Vallecano; y Pablo Sáenz, en el Albacete, próximo rival rojiblanco, cuyo contrato de préstamo
incluye una penalización de 300.000 euros en caso de que el conjunto manchego lo quiera alinear el domingo. El tercer cedido es Theo Corbeanu, aunque en su caso seguirá en el Toronto FC
hasta diciembre de 2025. Gumbau y Sáenz tienen que volver, aunque es complicado que el centrocampista catalán tenga una ficha en caso de que el Granada siga en Segunda debido a su alto
salario. Sáenz sí puede tener acomodo, sobre todo en caso de continuidad en la categoría, pero está por ver. Ambos acaban contrato en 2026.