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La no victoria contra el líder podría haber supuesto un nuevo síntoma de preocupación. La imagen mostrada y los resultados del resto de la jornada ... hicieron que dicha atmósfera estuviera
impregnada de cierta dosis de positivismo. El equipo acabó la jornada en la misma posición donde la inició. Misma posición, un partido menos: objetivo vivo. Ahora sí que sí llega la recta
final. Las cinco ultimas jornadas, aquellas que serán recordadas como un resumen de la misma. Aunque suene mal, o raro, nadie se acordará de todo lo que ha pasado antes. La síntesis del año
será este mes de mayo. Málaga, Eibar, Deportivo, Castellón y Racing, cinco paradas antes de la llegada al final del recorrido. Vascos y castellonenses en casa, el resto a domicilio. Tras
observar el comportamiento del equipo fuera en este ultimo tramo, esto no debe suponer más que un aliciente motivacional añadido si cabe. Si a ello le añadimos la buena dinámica en casa, el
Granada puede ser considerado como uno de los rivales a batir en mejor forma. La primera parada será en Málaga. El día de la Cruz será la fecha donde blanquiazules verticales y rojiblancos
horizontales velarán sus armas en La Rosaleda. Contexto ideal para demostrar el verdadero nivel que cada cual posee a la hora de luchar por sus respectivos objetivos. Momento clave, sin
tiempo para mirar atrás. Este ambiente de preocupación positiva en el que se encuentra el equipo nazarí supone un mantenimiento del nivel de activación alto, un estado de alerta permanente
que le hace disputar cada partido como si fuera el ultimo. De esta manera, el Granada ha reconducido tanto su trayectoria, como su rol en la Liga. Ha encontrada el camino y, lo que es más
importante, el método para conseguir el objetivo. Preocupación positiva. Reflexionemos pues.