Un equipo sin identidad | ideal

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La tercera victoria consecutiva del Granada y las derrotas de Almería y Huesca lo devolvieron al 'play off' cinco meses después pese a que sigue ... dando muestras de su


inseguridad. El equipo de Fran Escribá logró ante el descendido Cartagena un botín obligado para seguir con la mirada puesta en la lucha por el ascenso y con una jornada menos por


disputarse, cuando solo quedan las últimas seis. Que esa victoria no llegó por la vía de la brillantez y que el equipo granadino estuvo muy lejos, lejísimos, de firmar un buen partido es


indiscutible. Ganó gracias a los latigazos de Rubio, Boyé y Trigueros y el apoyo de una grada llena con los colores rojiblancos que acabó festejando el triunfo, señal de que se continúa


viendo factible el objetivo de subir tras alcanzar puesto de promoción. De momento en ella vive, en la sexta plaza, un Granada que solventó un pleito en el que el rival, el colista, no


confirmó su condición y puso en serios apuros a un equipo sin identidad. Lo cierto es que los rojiblancos no gobernaron el choque nunca, pero cumplieron con su obligación. La afición ha


declarado el estado de optimismo tras la reacción en las últimas semanas. Hace solo un mes y medio parecía una utopía, pero ahora la ilusión es grande. Aunque hay que verlo con tranquilidad,


se ha dado un paso importante, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Llegados a este punto, con todo lo que el equipo ha hecho mal, ahora depende de sí mismo para disputar el


'play off'. Para ello, el conjunto granadino está obligado a mejorar el rendimiento individual y colectivo. Y decir alto que la meta obligada es esa. Que todo lo que no sea jugar


por el ascenso sería decepcionante. Se sabe que en el Granada no habita un bloque consistente, lo dicen los números defensivos y los resultados a domicilio. Los rojiblancos podrían estar


ahora mismo en la segunda posición, es decir, en ascenso directo, si hubieran sido más cuidadosos en sus partidos como visitantes. Pese a las sucesivas bajas por lesiones y la pobreza de su


fútbol, el equipo ha tenido en sus manos la posibilidad de estar luchando por un objetivo mucho más ambicioso que la conquista de la sexta plaza. Su destino está escrito: tendrá que


someterse a una recta final de campeonato angustiosa y dura en el calendario para conseguir un billete para la promoción. Ha tenido la oportunidad de subirse al tren del ascenso directo,


pero lo ha perdido por dejar escapar demasiadas oportunidades a domicilio. El Granada tiene esta tarde una cita vital contra el Elche, un partido en el que es obligado sumar los tres puntos,


sin que pueda fallar si quiere mantener su puesto en la zona VIP. Su rival de hoy es el líder de la categoría, un adversario muy peligroso, y sabe que si gana en Los Cármenes tendrá un pie


en Primera. El Granada, sin embargo, tiene todas las urgencias y se juega tres puntos imprescindibles en su lucha por volver a recuperar un sitio en la élite, aunque sea por la vía de la


promoción, a la que ha vuelto tras conseguir tres victorias consecutivas.