Pacheta dota de licencia para soñar al granada | ideal

Pacheta dota de licencia para soñar al granada | ideal

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José Rojo Pacheta imprimió su efecto revulsivo y dotó de licencia para soñar otra vez al Granada. Dormirá el equipo en 'play off' a la ... espera de lo que haga el Almería este


domingo, pero sobre todo recuperó la moral de la tropa tras las últimas actuaciones paupérrimas. En tres días, el entrenador burgalés ha oxigenado a una plantilla que pudo expresarse con más


determinación, sin prudencia. Un fútbol más alegre, que genera pero que también concede bastante, que le salió a cuenta a los nazaríes en Riazor para meter toda la presión a los indálicos,


que actuarán en casa con el Racing de Santander con muchas bajas. El Granada se transformó en un animal competitivo, más agresivo, menos miedoso. Solo en el tramo final llegó un periodo de


angustia con el 2-3, evitable, con varios avances malogrados, pero la victoria no se puso en riesgo y dio sentido al viraje emprendido por el club esta semana. Deportivo de La Coruña Germán;


Petxarroman, Pablo Vázquez, Jaime Sánchez, Rafa Obrador (Escudero, m. 62); Diego Villares, Mfulu (Patiño, m. 46), Cristian Herrera (Barbero, m. 65), Diego Gómez (Yeremay, m. 75); Mario


Soriano (Hugo Rama, m. 46) y Eddahchouri. 2 - 3 Granada CF Mariño; Rubén Sánchez (Ricard Sánchez, m. 71), Manu Lama, Loïc Williams, Carlos Neva (Miguel Ángel Brau, m. 79); Sergio Ruiz


(Martin Hongla, m. 71), Gonzalo Villar, Manu Trigueros; Tsitaishvili (Rodelas, m. 79), Abde Rebbach (Józwiak, m. 59) y Lucas Boyé. * GOLES: 0-1, m. 9: Abde Rebbach; 0-2, m. 28: Tsitaishvili;


1-2, m. 71: Barbero; 1-3, m. 72: Manu Trigueros; 2-3, m. 91: Yeremay. * ÁRBITRO: Sánchez López (comité murciano). Roja directa a Barbero (m. 97). Amonestó al local Patiño (m. 64); y a los


visitantes Ricard Sánchez (m. 89) y Józwiak (m. 93). * INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 40 de LaLiga Hypermotion, disputado en el estadio Abanca - Riazor, ante 19.572


espectadores. Pacheta hizo una declaración de intenciones en la alineación. Rescató a Manu Lama, fantástico en los desplazamientos con balón, y a Carlos Neva en defensa, dejando fuera a


Miguel Rubio y Miguel Ángel Brau. Curiosamente, dos futbolistas comprometidos ya con otros equipos para la temporada que viene. El trivote volvió a ser 'trigote' con el veterano


Manu, sin Hongla, aunque el que brilló con luz propia fue Gonzalo Villar, más suelto que otras veces, punzante con sus pases, activo como pocos días con la llegada de su 'papá' al


banquillo. En las bandas, lo convencional, que no es poco, con una especial vocación ofensiva de los extremos Abde Rebbach y Giorgi Tsitaishvili, goleadores en la primera parte. Desde el


principio, se percibió el paso adelante que quería dar el equipo. Presión más adelantada, anticipación ante los despistes del rival en la circulación y ataques eléctricos siempre que


pudieron ante un Deportivo que luce chanclas, con los deberes de la permanencia en la categoría cumplidos. No jugaba de inicio Yeremay y lo acusó sobremanera el cuadro coruñés. El Granada


mantenía un ritmo alto de pases, aunque en los compases iniciales cometió alguna imprecisión también. A Loïc le costó ajustar la marca y en una colada local, Diego Villares porfió con Carlos


Neva brazo con brazo. El capitán le agarró de la camiseta, pero su homólogo en el Dépor, en lugar de tirar a meta, se volvió a reclamar, lo que hizo dudar al árbitro, Sánchez López. Dejó


seguir y los rojiblancos armaron un contragolpe letal, con peinada de Boyé hacia Villar y envío preclaro por dentro hacia Rebbach, con desmarque al límite, que el argelino mandó a la red. En


el VAR se rebobinó, pero Gorostegui consideró leve el forcejeo de Neva y comprobó que no había fuera de juego del argelino en la carrera. Gol legal aunque salpicado de polémica. La ventaja


insufló autoestima a los nazaríes, con Gonzalo Villar explotando la conexión con Rebbach. El extremo cedido por el Alavés topó con Germán en otra arrancada frenética. La intensidad se


elevaba por momentos, pero a los visitantes les faltaba medir mejor atrás. En un balón dividido por Loïc, la pelota le llegó a Diego Gómez, que se giró como una peonza y chutó alto. El


Granada se mostraba más propositivo, con una vía extra en las botas de Lama. De repente, vio una ruptura de Giorgi y catapultó el balón hacia la terraza del área rival. Pablo Vázquez se


confió, Germán salió algo tarde y Tsitaishvili sacó la bota zurda como un trilero la mano para elevar con sutileza ante el portero y encontrarse solo ante la meta. La renta, fantástica,


aportó seguridad a un Granada que siguió atacando. Villar divisó a Trigueros en otra canalización de ingeniero y el talaverano se la concedió a Rebbach, que perdió en el duelo con Germán. El


Dépor lamentó la anulación de una diana de Eddahchouri por fuera de juego e intentó acogotar en los segundos previos al descanso, pero el Granada aguantó un peligroso saque de esquina que


se convirtió en respuesta acelerada, mal solucionada en los últimos metros. Gilsanz le metió dos cambios inmediatos a los coruñeses, frustrado ante lo que contemplaba. Recuperó algo la


iniciativa para los suyos, aunque los rojiblancos prosiguieron atentos. Flaqueaba más de la cuenta Loïc por su sector, con poca ayuda. En una combinación, Hugo Rama, uno de los que ingresó


tras la pausa, pulsó a Mariño, que respondió con un paradón. Hay cosas que no varían con Pacheta y el burgalés retiró a Rebbach en torno a la hora del encuentro. Lo curioso es que entró


Józwiak en su lugar para irse a la derecha y mandar a Tsitaishvili a la izquierda. El polaco mostró ganas. Los locales, por su parte, acudieron a Escudero, exrojiblanco. Asustó a Mariño con


un misil que escupió el poste. El ímpetu de los anfitriones parecía aplacado por un Granada que no se quiso acular para proteger su tesoro. Justo tras introducir a Ricard y Hongla por Rubén


y Sergio Ruiz, llegó un percance. Mariño, que ya había hecho un par de regates peligrosos, se aturulló ante el recién entrado Barbero y este le robó la cartera y pudo tirar a puerta vacía.


Pero este equipo de Pacheta reacciona distinto a los males. Nada más sacar, construyó una secuencia perfecta. Boyé condujo, Neva centró al área y Józwiak le dio un roce de exterior, quizás


queriendo orientar el balón a la red, pero le salió un pase atrás para que Trigueros se relamiera. El Dépor guardaba a su mejor futbolista en el banquillo, Yeremay, diezmado por unas


molestias, pero contó con un cuarto de hora para relanzar a los blanquiazules. En la última rueda, el Granada introdujo a los exrecreativistas Brau y Rodelas. El murciano colocó un centro


mal rechazado por la zaga local que casi aprovecha Boyé, pero se creció Germán. La incertidumbre llegó cuando el colegiado cobró penalti de Ricard a Yeremay que, con clase exquisita, lo


metió a lo Panenka. Llegaron los nervios con la persiana bajando en el alargue, pero los puntos volvieron en la valija de Pacheta. Dulces sueños.