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Andrés García Lorca Catedrático de Universidad en el Área de Análisis Geográfico y Regional Sábado, 24 de mayo 2025, 20:35 Comenta Compartir Creo que no se sorprendería nadie si califico al
expresidente Zapatero, como un personaje siniestro en su sentido más profundo. Recuerdo que, con motivo de las elecciones generales de 2008, estando el Sr. Zapatero en los estudios de
televisión para una entrevista con Iñaki Gabilondo, al finalizar la entrevista y tras ser preguntado por las encuestas, creyendo que estaba el micrófono cerrado, contesto lacónicamente:
«bien» y añadió: «nos conviene que haya tensión»; con ello expresaba la necesidad de provocar tensiones y enfrentamientos en la sociedad española como recurso electoral. En ese momento
comprendí la verdadera naturaleza de este siniestro personaje que, ante su insuficiencia mental exhibía su falta de escrúpulos y villanía. Socialmente se le ha atribuido al Sr. Zapatero la
característica de personaje gafe, posiblemente por experiencia empírica, como es mi caso, pues sufrí del mal fario por proximidad y sin poder utilizar recurso alguno que lo conjurara ya que
no había madera que tocar en el lugar del primer contacto. Fue en un restaurante de Madrid de cocina navarra y que es frecuentado por los socialistas pudientes como ocurre con el Sr. Santos
Cerdán, un electricista que trabaja en la fontanería del PSOE y del Gobierno de España, que ahora anda por los titulares de los periódicos y pendiente de su clasificación penal por la UCO.
Pero volviendo a la relación de Rodríguez Zapatero y el término siniestro, tenemos que apelar a la etimología de la palabra y al veredicto del diccionario de la RAE, para comprender este
calificativo que se le atribuye a este personaje. La palabra siniestro procede del término latino «sinister» que significa mano izquierda; si bien en el diccionario se le atribuyen tres
acepciones básicas: 1.- Que está a la mano izquierda, realidad que en Zapatero es una evidencia manifiesta. 2.- Avieso y malintencionado, aspectos perfectamente identificables en el Sr.
Zapatero. 3.-Infeliz y funesto, realidades evidentes y que se expresan en la fama de gafe del Expresidente. Queda meridianamente claro que, el Sr. Rodríguez Zapatero, es una persona de
izquierdas, aviesa, malintencionada y gafe. Pero es que además su actual «modus vivendi» y su identificación con la canalla política institucionalizada, lo sitúan en un contexto de singular
relevancia en el submundo de los golfos trileros y vende humos de los negocios políticos. Como dato curioso podemos suponer que, su juego de intermediario institucional utilizando su mano
izquierda para ello, tiene un uso parecido al papel que juega dicha mano izquierda en determinadas culturas musulmanas como sustitutivo del papel higiénico. No conviene olvidar que, a este
vividor parásito, lo utiliza su discípulo y sucesor en el cargo, el Sr. Sánchez, para determinadas cuestiones y negociaciones de Estado; ya sea para invitar a Delcy con sus maletas a visitar
España para proveer recursos a ciertos privilegiados y pagar servicios; pero su verdadero oficio es blanquear a dictadores sin olvidarnos de sus bochornosas actuaciones para justificar las
burdas manipulaciones de los procesos electorales de sus patronos. El presidente Sánchez, aparte de escuchar su consejo, siempre interesado, lo utiliza para gestiones preparatorias de las
negociaciones con los prófugos de la justicia, enemigos de España y dictadores del mundo, en orden a garantizar la permanencia de su discípulo en el Gobierno… Pero tal vez su mayor empeño de
su vida haya sido enfrentar a los españoles, romper el sistema constitucional de convivencia y sentar las bases para la destrucción del Estado Español; en este aspecto siempre he tenido mis
dudas sobre si actúa de 'motu proprio' o por encargo de otros, previo pago de su importe, con unos objetivos determinados y favorables a sus intereses. Estoy seguro que éste
siniestro personaje pasará a la Historia como un traidor miserable que, odiaba todo lo que España ha representado y construido a lo largo de su devenir histórico; tal vez por ahí vayan los
tiros. Comenta Reporta un error