España sufre una pobreza estructural que, incluso en los momentos de mejor situación económica general, como el actual, alcanza a una cuarta parte de su ... población. Así lo denuncia el

informe realizado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, que con este preocupante dato rebaja el optimismo de que el año pasado nuestro país lograse la tasa de

pobreza y exclusión social más baja en una década, con un 10% menos de ciudadanos viviendo en la precariedad económica que en 2014. Pese a la clara mejora de la tasa, con una rebaja de 2,9

puntos en diez años, lo cierto es que todavía 12,5 millones de españoles conviven a diario con la pobreza o rozan esta delicada situación y corren riesgo real de caer en la exclusión social.

sufren todos los hogares que ingresan menos de 644 euros al mes por cada uno de sus miembros, por debajo del 40% de los ingresos medios del país. La insuficiente mejora de la tasa de riesgo

de pobreza y exclusión social española es evidente si se mira lo lejos que está de cumplir con el objetivo asumido ante la ONU por España de llegar a 2030 con un porcentaje de ciudadanos con

notables dificultades económicas no superior al 20%. Esto exige bajar la tasa actual casi seis puntos y rescatar de las estrecheces cotidianas a 2,8 millones de españoles. LA POBREZA

INFANTIL ESTÁ A LA CABEZA DE EUROPA Y LAS ESTRECHECES Y CARENCIAS ALCANZAN A LA MITAD DE LAS FAMILIAS MONOPARENTALES Y NUMEROSAS La cifra general indica que la pobreza acecha de forma

permanente a uno de cada cuatro españoles, pero cuando se baja a la letra pequeña se ve que hay segmentos mucho más castigados que otros. La vulnerabilidad económica es más notable entre las

mujeres, pero sobre todo se ceba con cuatro colectivos. En el caso de los inmigrantes extracomunitarios y las familias monopatentales (la mayoría con una madre al frente) y numerosas la

tasa de riesgo de pobreza alcanza a la mitad, el doble que la media del país. En el caso de los ciudadanos con alguna discapacidad, se eleva al 33%. Pero el dato más negro y relevante es el

de la enorme pobreza infantil, que alcanza a más de uno de cada tres menores españoles (34%), a unos 2,8 millones de niños y adolescentes. A diferencia de la tasa general, no solo no deja de

crecer sino que se aproxima ya los máximos de la última década (2015). España ha vuelto a liderar en 2024 este negativo ranking en la Unión Europea, desbancando a Rumanía como país con más

chicos pobres. El análisis de la plataforma de oenegés destaca que el factor que actualmente más empobrecimiento y desigualdad está provocando en España es el altísimo precio de la vivienda,

en especial de los alquileres, y que uno de los síntomas más evidente de las estrecheces es la pobreza energética, que sufre a casi el 18% de la población, un 66% más que en 2014 y el

triple que en 2008. SIN POLÍTICA SOCIAL SERÍAN EL DOBLE Pese a la enorme pobreza estructural española, el estudio calcula que el despliegue del Estado de bienestar realizado el año pasado

por el Gobierno y las demás administraciones evitó que once millones de españoles cayesen en el riesgo de pobreza y exclusión y doblasen la ya mala situación del país. Las transferencias

públicas que actúan de salvavidas de tantos incluyen las ayudas por familias e hijos, las de vivienda, las becas de estudios, las prestaciones por desempleo, enfermedad y discapacidad, las

pensiones y el ingreso mínimo vital. No obstante, añaden, que las autoridades tienen aún un gran margen de mejora en estas políticas sociales, como demuestra que España gaste la mitad que la

mayor parte de países europeos en programas contra la pobreza infantil. Los responsables de EAPN reclaman a todos los gobiernos, partidos e instituciones españolas que de forma urgente

aprueben el pacto de Estado contra la Pobreza que está varado desde hace meses en el Congreso. Este acuerdo, señalan, debe incluir una prestación universal por crianza y mejorar el acceso a

la vivienda, a la educación, a la conciliación, a los cuidados y garantizar unos empleos de calidad.