La historia se repite 50 años después | las provincias

La historia se repite 50 años después | las provincias

Play all audios:

Loading...

Sábado, 31 de mayo 2025, 09:12 Comenta Compartir Sucedió hace 50 años. El Valencia protagonizó una campaña mediocre y obtuvo la peor clasificación liguera desde el final de la Guerra Civil


al acabar decimosegundo. Las críticas se recrudecieron y la grada de Mestalla se indignó. La prensa y la radio de entonces tampoco se mordieron la lengua. Pocos meses después, en el inicio


de la siguiente temporada, la 75-76, estalló una crisis total que se llevó por delante al presidente, Francisco Ros Casares, al entrenador, Dragan Milosevic, y al secretario técnico, Emil


Osterreicher. El Valencia de la campaña 1974-75 presenta algunas coincidencias con el que ha competido en la 2024-25. Ambos han acabado en la misma posición, aunque en aquel campeonato


competían 18 equipos. Para mayor similitud, la Liga tuvo el mismo inicio: en ambos casos arrancó en Mestalla con una derrota por 1-2 ante el equipo que acabó por proclamarse campeón;


entonces fue el Real Madrid, y esta campaña ha sido el Barça. En ambos partidos, los valencianistas se adelantaron en el marcador. Salif Keita inauguró el marcador en septiembre de 1974, y


Hugo Duro, 50 años después. En los dos ejercicios hubo un relevo en el banquillo: hace medio siglo Milosevic reemplazó su compatriota Ciric, y en esta temporada Carlos Corberán se hizo cargo


del equipo tras la destitución de Baraja. Otro dato curioso es que el Valencia ganó dos partidos como visitante, un registro que se ha repetido en la última Liga, tras los triunfos en el


Bernabéu y en Gran Canaria. En la Liga 74-75 las victorias tuvieron lugar en Salamanca por 0-1 y en Murcia por un apabullante 1-5. Aquel Valencia, al igual que éste, también tenía una


acusada tendencia al empate a uno. En la Liga 24-25, es el resultado que más veces se ha dado: 7 igualadas a un tanto como visitante y dos como local. Hace 50 años, sucedió lo mismo, aquel


Valencia encadenó cuatro empates a uno seguidos, dos en casa- frente al Atlético de Madrid y el Espanyol-y otros dos en desplazamiento,- en los campos del Betis y la UD Las Palmas-a los que


se añadió otra igualada con ese guarismo en Bilbao. En aquel ejercicio, el Valencia fue capaz de endosarle 7 goles al Granada en Mestalla y un mes después, perder en la última jornada ante


el colista, el Real Murcia, que ya había descendido de categoría. Los pañuelos afloraron en la grada por entender que la gestión de la entidad no era la adecuada. Todo empezó un año antes,


tras la celebración del Mundial de Alemania en el verano de 1974, la cúpula del club apostó por un cambio de rumbo que a la larga no mejoró las prestaciones del equipo. La incorporación de


un nuevo cuadro técnico procedente de Yugoslavia despertó más curiosidad que optimismo. Tras los 4 años de Di Stéfano, se sentaba en el banquillo Milovan Ciric. A diferencia de la última


temporada, la primera vuelta de entonces, pese a un comienzo titubeante, fue mejor que la segunda. El Valencia enderezó el rumbo pese a que en la cuarta jornada cerraba la tabla con una


victoria y tres derrotas. Su mejor clasificación fue el quinto lugar, empatado con el Barcelona en posición europea, alcanzado en la vigesimocuarta jornada después de sumar dos triunfos


seguidos en Mestalla ante la Real Sociedad y el Sporting. Uno de sus defectos más acusados era el de su vulnerabilidad: encajó 5 goles en sus visitas a Sarrià, Camp Nou, y Vicente Calderón,


aunque fue capaz de marcar dos goles en los feudos del Barça y Atlético, y 3 en el del Espanyol. La paciencia de Mestalla se agotó en el duelo contra la UD Salamanca, debutante en primera


división, cuando la renta favorable de dos goles se esfumó en los compases finales gracias a los dos tantos logrados por los charros con la firma de dos exvalencianistas: Pepín y Juan Muñoz.


De repente, el equipo se vio involucrado en una situación inquietante, y pasó de pensar en Europa a verse cerca del descenso. Un providencial triunfo por 2-1 en casa ante la UD Las Palmas


disipó el temor. Finalmente, tras una de cal y otras de arena, acabó por debajo del nivel que se suponía a una plantilla que mantenía a grandes referentes como Sol, Claramunt, Valdez, Quino,


Barrachina y Jesús Martínez. Aquella fue la última temporada de Aníbal, Antón y Sergio, que causaron baja. Entre los debutantes, destacó Tirapu, un polivalente fichaje procedente Osasuna.


Planelles rindió de forma notable y la pareja de extranjeros formada por Keita y Jara fue el fiel reflejo de un equipo irregular. El austríaco abandonó Mestalla al concluir la temporada,


rumbo a la Bundesliga. Comenta Reporta un error